¡Queridos! ¡YO SOY EL ARCÁNGEL MIGUEL!

Volviendo a nuestras actividades normales, me gustaría hacer algunos comentarios. Para ustedes todo tiene que ser siempre perfecto, pero ¿Perfecto para quién? ¿Qué grado de perfección exige cada persona? Cada uno de ustedes piensa de una manera diferente; a algunos les gustaría que todo fuera rosa; a otros les gustaría que fuera azul; a otros les gustaría que fuera verde. Entonces, ¿quién tiene razón? ¿Alguien tiene razón, alguien está equivocado? No, cada uno tiene su propio punto de vista.

Entonces, ¿Qué es la perfección para cada uno? La perfección estará dentro de lo que ustedes saben y creen. Así que me gustaría que los que estuvieron presentes en nuestra reunión terminaran al final de la misma. Si tenéis un comentario positivo o una crítica que sea positiva, vale la pena hacerla; pero si os vais a quejar de la línea que estaba torcida, de la silla que estaba combada, del sonido que era malo, del frío que hacía, no, del calor que hacía, entonces es mejor que os calléis.

El momento sucedió, nuestro objetivo se cumplió. Quien estaba en el fondo viviendo ese momento, presente o no, hizo su parte, participó en todo a su manera. Entonces, quejándote ahora si algo no funcionó o si algo no salió como querías, ¿Te das cuenta de que no servirá de nada? El momento ha pasado. Si estabas realmente implicado, nada te conmocionaba, todo era maravilloso; ahora bien, si solo estabas allí para observarlo todo y hacer tus críticas, creo que no participabas en nada, porque tu corazón estaba de lado.

Hermanos míos, aprended a participar en las cosas. La participación no tiene que ser como tú quieras, de la manera que tú quieras. La participación tiene que ser desde el corazón y cuando estás totalmente involucrado en el proceso con tu corazón, el mundo está cayendo fuera y ni siquiera te das cuenta por qué estás centrado en el momento, en lo que está sucediendo. Así que aprendamos a mirar las cosas con el corazón, no con la mente.

Todo se hizo de la mejor manera posible. Siempre habrá fallos porque nunca, nadie, ni siquiera nosotros, complaceremos al 100%; no existe tal cosa. Porque ustedes son mentes, no corazones; si fueran corazones al 100%, no se molestarían por nada, todo sería maravilloso. Así que siempre habrá ese… “Ah, no escuché. Ah, no lo sentí. Ah, eso estuvo mal. Ah, eso no estuvo bien”. ¿En qué estabas concentrado? ¿Estabas allí para vivir la energía y el momento o estabas allí para escuchar, para sentir?

Hermanos míos, aprended a vivir estos acontecimientos. Todo lo que vivís es proporcional a lo que emanáis. Muchas personas estaban allí, por así decirlo, cerca y no oyeron nada, ¿Por qué? Porque no estaban preocupados por escuchar, estaban preocupados por vivir el momento, por absorber toda la energía que se estaba liberando. ¿Por qué? Porque confiaban en que allí estaba ocurriendo algo maravilloso. Ahora, si te preocupas: “Oh, ¿Escucharé, sentiré? No estás preocupado por lo que está sucediendo, estás preocupado por ti mismo, por tu mente, por lo que vas a experimentar, no confías en lo que está sucediendo.

Así que lo repito: nunca todo el mundo estará satisfecho al 100%. Cada vez que nos encontremos siempre habrá un problema o varios; ¿Ninguno? No esperes eso. Siempre habrá un problema, porque alguien señalará un problema. Pero, ¿Cuál es el gran objetivo? Es que cada uno piense en una solución, es que cada uno señale una forma mejor de hacer las cosas. Señalar el error es muy fácil, quejarse aún más fácil. Ahora, en vez de hacer eso, ¿Por qué no das sugerencias, por qué no participas para mejorarlo todo?

Ah, esto nadie lo quiere; nadie quiere tener trabajo, solo quieren señalar con el dedo y mostrar el punto equivocado. Entonces, yo diría que ustedes no vivieron nada del momento, no vivieron la integración que hubo, no vivieron la unión que hubo, se preocuparon más por señalar el error. Así que, hermanos míos, haced un repaso. ¿Qué viviste en la reunión? La queja, lo que no estuvo bien o simplemente se entregaron al momento, levantaron el corazón y creyeron:”¡No, estoy recibiendo algo, no importa lo que sea!”. Porque quien pensaba así, digo: vivía el momento, recibía todo lo que era enviado, porque dije que todos estarían en un gran egregor; ahora bien, quien estaba preocupado por oír o no oír, por sentir o no sentir, no vivía nada, porque estaba más preocupado por complacerse a sí mismo que por vivir el momento, que por recibir la energía que allí estaba siendo emanada.

Así que aprende. Aprende a vivir lo que se te proporciona, no lo que quieres que sea. El egrégor de luz se ha formado; la misión se ha cumplido. El planeta ha recibido toda la energía que necesitaba. Se han saltado las líneas temporales. “¡Ah, pero yo no vi nada de eso!”. Es una pena, porque esperabas algo material y no la energía que se liberó. Así que esa es otra lección: necesitas participar con tu corazón, no con tus oídos, no con tu mente, es con tu corazón y lánzate, no sabes a dónde, pero lánzate.

Quieres criticar, hazlo, pero con sugerencias; no críticas señalando con el dedo, eso es demasiado fácil. Decir que todo estuvo mal, que fue una basura, es fácil; ahora estás del otro lado tratando de hacerlo lo mejor posible, no es así; y siempre estuviste más preocupado por complacerte a ti mismo que por vivir el momento. Así que aprende. Todos estos momentos hay que vivirlos en el corazón, no en la mente. Y mientras vivas en la mente nada te complacerá, nada será bueno, y perderás esa energía, porque estarás esperando algo que te satisfaga, no algo que se haya hecho desde el corazón.

Hermanos míos, ha llegado el momento de vivir el corazón. Empezad a aplacar vuestras mentes. Las críticas no son bienvenidas; son bienvenidas cuando muestran un camino para mejorar. “Mira, se podía haber hecho así. Piensa la próxima vez; podré guiarte; podré ayudarte”. Esto es bienvenido. Ahora, señalar con el dedo y gritar que era basura, no has experimentado nada, estabas allí con tu mente, no con tu corazón.

Muchos lo vieron después, no durante, y vinieron cargados de muchas críticas. ¿Por qué no viviste el momento, por qué no estabas allí en el momento en que estaba sucediendo? Así que solo diré esto: El egregor se sigue creando. Quien escuche lo que se dijo o no, pero todavía quiera sentir el egregor que se creó, solo conéctate a él desde el corazón, y recibirás toda la energía que se generó.

No importa lo que se haya dicho. No importa lo que se haya hecho. ¿Quieres conectar con el egregor? Conecta con él desde el corazón. Eso es todo. ¿Cuánto tiempo permanecerá este egrégor? Eso no lo diré. Todos los que quieran conectarse con él lo antes posible, porque dentro de un tiempo habrá cumplido su misión y será eliminado, se disipará. Y entonces a ti, que decidiste participar mucho tiempo después, no te quedará nada porque habrá pasado el tiempo. “¡Ah, pero para ti no hay tiempo!”. Pero para ti sí lo hay.

No juegues con nosotros. No juegues con nuestras habilidades. No jueguen con lo que hacemos. Sabemos cómo recibió cada uno de ustedes lo que se hizo el sábado; lo sabemos. No penséis que nos estáis engañando; el engaño sois ustedes, no nosotros. Vivid cada momento con el corazón. Vivid vuestras vidas con el corazón, porque mientras viváis vuestras vidas atrapadas en vuestras necesidades de la mente, no viviréis nada; seréis uno más, y no recibiréis nada, porque el corazón no se ha abierto; la puerta del corazón que necesita abrirse para recibirlo todo, no se ha abierto.

Empezad, hermanos míos, a mirar el mundo de otra manera. Empezad a vivir de otra manera. Aprended a vivir con el corazón. Aplastad vuestros egos. Quien mira el mundo con el corazón no necesita nada, lo tiene todo; porque cuando vibras la Luz, la Luz suple todas tus necesidades. No necesitas nada más porque todo llegará en su momento. Ahora bien, si miras el mundo con la mente, entonces necesitas muchas cosas. Piensa en esto.

Mira tus andares y comprueba cómo estás viviendo: ¿con el corazón o con la mente? ¿Qué eliges vivir? Y cada vez más, quien elige vivir con el corazón ya no nos necesitará, ya no necesitará nuestros mensajes porque lo ha aprendido todo. El corazón solo emana Luz y esta Luz atrae lo que se necesita. No depende de nosotros para nada más.

Mira tus paseos, pero míralos con Amor. Cambiad. Abrid vuestros corazones. Dejad de mirarlo todo con la mente, y veréis como todo será más fácil, todo será más sencillo, y nada, nada os traerá preocupaciones.

Traducción: Kelly Neri

Revisión: Regiani Maria Bugalho