¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡SOY ROWENA!
Llevo en mis brazos un ramo de rosas rosas. Y distribuyo cada una de ellas en el corazón de cada uno de ustedes. Llenad sus pechos de Amor. Mira todas las cosas en las que encuentras Amor, alegría. Mira a un animal jugando; a un niño sonriendo; a un niño riendo; a un bebé riendo. Mira comedias. Cuenta historias divertidas. Sé alegre.
No me digas que no puedes tener alegría en el momento. El momento es exactamente lo que vibras. El exterior puede estar explotando, cayendo, pero si estás vibrando alto, nada te alcanzará. Así que necesitas hacerte alegre. Busca las cosas que te producen alegría.
Corre por la naturaleza. Juega en el mar. Trepa a los árboles. Para los que siempre decís: “¡No puedo hacerlo!”, mirad al pasado y encontrad formas de reír, de estar alegres. Hay que cultivar la alegría. Tienes que romper este ciclo constante de quejas.
Mira los problemas y ríete de ellos. No aumentes la fuerza del problema. Pon todos tus sentimientos positivos en el problema y verás la diferencia. Encuentra la alegría, de la mejor forma posible. Pero no busques subterfugios. No busques dentro de esta masa, de esta red, lo que te hace feliz.
Buscad dentro de ti, buscad en la naturaleza, buscad amigos, buscad familia. Jugad con los niños. Olvídense de los aparatos. Simplemente jugad. Volved al pasado. Intercambiad experiencias con sus hijos. Estén presentes en la vida de sus hijos. No seáis humanos ausentes, apegados a un aparato, porque ellos seguirán su ejemplo. Y llegará un momento en que ya no se hablarán; se enviarán mensajes. Porque perderéis el hábito de hablar, de interactuar.
Entiende el momento. Es hora de romper con todo esto. Es hora de prepararse para un Nuevo Mundo. Se trata de prepararse para nuevas etapas, nuevas reglas. No hay reglas de encarcelamiento como las que tenéis hoy. Reglas de comportamiento y convivencia. Donde lo principal es pensar siempre en el Todo. Eso es todo.
Busca la alegría en las cosas sencillas. Busca música alegre. Habla con las plantas. Aún tienes mucho que descubrir sobre las plantas. Llenen sus casas de flores. Traed a las hadas a tu casa, porque cada flor alberga una. Cambien la energía de sus casas. Añadid colores alegres. Desconecta de tantas obligaciones. Desconecta de esta frase: “¿Qué pensarán los demás?”.
Los demás deberían estar pensando en sus propias vidas, no en la tuya. Igual que tú no deberías estar pensando en los demás. Crea siempre un ambiente armonioso y organizado. Pero no tiene por qué ser a un ritmo que resulte tedioso y agotador. Aprende a vivir con un corazón festivo, siempre.
¿No sabes cantar? Cántalo de todos modos. Puede que alguien se ría de ti. No te preocupes, porque si se toman la molestia de criticarte, es que no están siguiendo el camino. Canta. Baila con los ángeles. Pide a un ángel que te acompañe en un baile. Pon música armoniosa, alegre, que haga vibrar bien tu corazón, feliz. Este es el camino. No hay otro camino.
Si abrir la ventana significa ver el feo mundo exterior, mantén la ventana cerrada. Cread sus propios mundos en casa. Hagan de sus casas un mundo de fantasía; un mundo casi infantil. Pero que sin duda te aportará la alegría que necesitas para vivir este momento. Olvídense del mundo exterior. Miren sus casas. Tengan animales. Jueguen con ellos. No encierres al animal fuera de casa. Es un amigo, no un enemigo. Jugad con ellos. Volved a ser niños.
No piense que lo que digo es imposible o innecesario. Al contrario, es muy importante en el momento actual. Y sólo aquellos que vibran alegría, vibran Amor, vibran Luz, podrán pasar por todo sin salpicarse. Sólo viviendo en su mundo privado. ¿Es eso ser egoísta? Yo diría que este es un momento egoísta.
Tendrás mucho tiempo para ocuparte de los demás. Tendrás mucho camino por recorrer para ayudar a los demás. Pero es el momento de que cada uno se mire a sí mismo, sólo para sí mismo. Y de crear esta atmósfera a tu alrededor. Yo diría que no te impedirá tener algunos problemillas, pero seguro que estarás eficazmente preparado para superarlos.
Traducción: Kelly Neri
Revisión: Ana Maria Souza