¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡YO SOY MARÍA!
Una vez más sostengo en mis manos un gran manto donde estoy cubriendo todo el planeta. Llenando cada pedacito de él con Amor, Luz y Paz.
Vibrad fuerte, hijos e hijas míos. No dejéis que la energía que os rodea os contamine. Estad preparados en todo momento. No os sumerjáis en situaciones que os desequilibren. Tened esta conciencia. Manteneos elevados. No quieras tener razón. No quieras salir victorioso. Ríndete al flujo.
Deja que la Luz te guíe. Habrá innumerables distracciones y situaciones para desequilibrarte. Todas con un único propósito: contribuir al caos en el planeta. Quien es consciente del momento actual no debe dejarse atrapar por él. Vibra con fuerza. Vibra Luz. Emana Luz.
Este no es el momento de morar en penas; viejos sentimientos; ira. Deja todo eso atrás. Perdona. Pide perdón. Eleva tu vibración. Busca tu equilibrio en todo momento. Todo contribuirá a romper este equilibrio. Especialmente aquellos que marcan la diferencia en el planeta; aquellos que vibran alto; aquellos que tienen una misión.
No te aferres a los problemas. Todo es una ilusión. Entrega todos los problemas a la Luz. Aprende. Cuando surja un problema, crea una pequeña bola de Luz en tu mente. Coloca esta bola en tus manos. Y pon el problema dentro de esta bola. Y sopla en el aire. No tengas miedo, no caerá. Será absorbida por el universo. No será destruido.
Hazlo, confía. Estaremos todos juntos, mirando estas bolas que has generado. Y tratando de ayudarte, en la medida de lo posible, a encontrar una solución al problema. No te aferres a los problemas. Tíralos a las bolas de Luz. Y haz algunas respiraciones, soplando esta bola muy lejos. Con cada respiración, sopla la bola muy fuerte para que se aleje lo más posible de ti. Y así será.
Creed. Confía. Ten fe. La solución llegará; el problema se resolverá. Y todo se solucionará. No temas nada. Ríndanse al flujo de la Luz. Dejad que la Luz guíe vuestras vidas. Mirad a los que se oponen a todo con Amor; nunca con ira. De momento, están perdidos, sin saber qué camino tomar.
Recordad siempre: tenéis el privilegio de tener la capacidad de ser conscientes de todo lo que está ocurriendo. Porque sois almas viejas, almas sabias, almas antiguas que han estado aquí durante mucho tiempo. Y todas ellas siempre han sabido del tiempo presente.
Los que luchan contra ella no tienen información. No han vivido tiempos pasados. No saben lo que está pasando. Así que no exijas su comprensión, su participación. No les exijas nada. Solo míralos con una mirada amorosa. Muéstrales cuánto les quieres, con tu mirada. Como si internamente dijeras: «No te preocupes. Yo estoy aquí. Te apoyaré». Pero todo esto, mentalmente.
No digas nada. No respondas. Ninguna réplica. Ya no es el momento de hacer valer el ego. El ego tiene que dormirse cada vez más, sólo mantener el instinto de supervivencia; nada más. Creedme, hijos e hijas míos, pronto seréis libres. Y entonces será el momento de la verdad total, de las historias sobre la mesa, del conocimiento expuesto.
Ya nada estará oculto. Y cada uno podrá elegir su propio camino. Queda muy poco, hijos e hijas míos. Así que estad siempre preparados. Porque puede ocurrir en cualquier momento.
Para el Código de Luz de hoy, os dejo con las siguientes frases:
«Soy un ser victorioso.
Soy un ser preparado para vivir lo que venga.
Soy un ser iluminado.
Y a cada paso, evoluciono más y más».
Después de estas frases, di la siguiente palabra:
¡Momentónicum! ¡Momentónicum! ¡Momentónicum!
Nuestro amor es inquebrantable. Nada cambia nuestros sentimientos. No te juzgamos. No te criticamos. Solamente confiad en nosotros. Porque siempre estamos dispuestos a ayudaros a todos y cada uno de ustedes.
Traducción: Regiani M. Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza
