¡Queridos hermanos y hermanas! ¡YO SOY EL ARCÁNGEL URIEL!
En este momento, les pido que coloquen ambas manos frente a ustedes en forma de concha. Para aquellos que lo deseen, por supuesto. Colocaré una moneda de oro en el centro de vuestras manos. Esta moneda representará el principio de vuestra riqueza. “Ah, pero no puedo hacerme rico”. ¿Dónde está tu capacidad de soñar?
Dejemos una cosa clara: ser rico no es solo tener dinero. Ser rico es tener paz en tu corazón, tener armonía en tu vida, tener un lugar donde dormir por la noche, tener un lugar protegido donde estar, tener una familia, tener amigos, tener un trabajo honesto, tener amor en tu corazón. Y podría seguir horas y horas y horas hablando de todo lo que representa ser rico.
No pienses solo en la energía del dinero, porque no viene así. Para que atraigas la energía del dinero, necesitas que casi todos los puntos que he mencionado existan en tu vida. Y entonces puedes responderme: “Oh, pero yo no puedo permitirme tener todo eso en mi vida” ¿Y por qué no? ¿Por qué no?
¿No sabes soñar? ¿No sabes pedir al universo? ¿O solo sabes quejarte, quejarte, decir que no lo tienes, que no te lo mereces, que te han castigado? ¿Es eso todo lo que le gritas al universo? Pues muy bien, te manda más de lo mismo. Porque eso es lo que estás emanando.
Para que cada uno tenga lo que quiera en la vida. “Oh, no me lo creo”. ¿Te das cuenta de por qué no tienes nada? Porque no sueñas. No creáis. No pones lo que quieres en manos del Universo. Solo juzgas, criticas, no encuentras la capacidad, no encuentras la posibilidad, no crees. Entonces nada vendrá.
Hay que creer en lo increíble. Tienes que soñar, despierto. Con mucho amor en tu corazón, viviendo la situación; sintiendo; vibrando el deseo que has conseguido. En otras palabras, lánzalo al Universo sin esperar retorno, solo emana. Solo te digo que las emanaciones positivas, el Universo muchas veces no te trae exactamente lo que deseas, porque tienes lecciones que aprender, pero atiende algunos puntos, sí, siempre lo hace. Ahora, si solo te quejas, si solo miras todo desde el lado negativo, no tendrás nada. Porque el Universo seguirá enviándote más de lo mismo.
Así que, volviendo a mi regalo, la moneda de oro en tus manos. Cada día por la mañana, o cuando quieras, recuerda esa moneda. Mírate las manos y la verás, te darás cuenta, la sentirás, no importa. Imagina que está ahí y estará. Imagínala con creencia, con certeza, y estará ahí.
Coge esa moneda y métela en una bolsa, una caja, lo que quieras. Será una pequeña caja fuerte. Pon la moneda dentro. Muy bien. Al día siguiente, lo mismo. Mira tus manos y habrá otra moneda en tus manos. Coge la moneda, ponla en el mismo sitio, en el mismo recipiente. Así estarás ahorrando monedas de oro.
Esto enriquecerá sus vidas con muchos beneficios positivos, incluida la energía del dinero. Pruébalo. ¿Cuánto cuesta? Soñar no cuesta nada. No cuesta nada intentarlo. Háganlo. Hazlo cada día. Y me lo agradecerás más tarde, o no, eso depende de ti. Pero te prometo que cada día pondré una moneda en tus manos. Todo lo que tienes que hacer es pedírmelo. Y lo haré. Y tú juntarás esas monedas. Y tu vida cambiará.
Ahora, ¿Qué es lo importante? Pon tu granito de arena. “Ahora estoy recogiendo monedas de oro, así que ahora puedo gastar a voluntad”. Las monedas de oro están en otra dimensión, son energía pura. No existen en tu dimensión. Así que si gastas más de lo que debes, las monedas no te ayudarán.
Esas monedas son energía pura, que atraerá energías de prosperidad y abundancia a tu vida. Nada más. Incluso puede hacer que caiga dinero en tu cuenta; dependerá de lo que emanes. Pero no puedes gastar más de lo necesario y pensar que las monedas pagarán tus deudas. Eso no existe.
Entonces el Universo hará su parte, y tú tienes que hacer la tuya. Controla siempre. Evita el despilfarro. Evita gastar innecesariamente. Vive con lo mínimo. ¿Por qué mucho de lo mismo? Eso no es mostrar riqueza. Es como he dicho, la riqueza no es solo bienes materiales. Lo que llamamos riqueza es lo que experimentas, lo que sientes en tu corazón. Es cada momento vivido, que puede ser rico en alegría o no.
Así que aprende a desprenderte de tantas cosas que ni siquiera usas. ¡Vamos! Hagamos este experimento.
Para el Código de Luz de hoy, te dejo con las siguientes frases:
«Abro mi corazón a la alegría.
Abro mi vida a la armonía.
Abro mi cuerpo al equilibrio.
Y abro todo lo que me rodea a la abundancia».
Después de estas frases, di esta palabra tres veces:
¡Prosperidad! ¡Prosperidad! ¡Prosperidad!
No, no te sorprendas por la palabra. Es una palabra que conoces. Y se ha vuelto muy poderosa en este momento. Y te estará bañando todo el tiempo, hasta el próximo Código de Luz.
Traducción: Kelly Neri
Revisión: Regiani M. Bugalho
