¡Queridos hermanos y hermanas del planeta Tierra! ¡YO SOY METATRÓN!
El tiempo es algo imaginario. No se puede tocar. No se puede pensar. No se puede sentir. Es algo que simplemente sucede; un segundo tras otro. ¿Qué es el tiempo? ¿Es una medida? Sí, podemos decir eso. Algo que ha sido creado en tu mundo para controlarlo. Para que siempre estéis dentro de una escala, dentro de algo que se pueda medir.
Para nosotros, el tiempo no existe. Solo existe el presente, el momento actual. Lo determina todo. Ni siquiera determina el momento siguiente. Crea toda tu historia. Mueve tu camino.
Muchas personas se aferran al tiempo; quieren controlarlo, o simplemente quieren que siga siendo lento; quieren alargar sus vidas. Otros quieren que corra, para que algo llegue más rápido; para poder vivir el momento que desean, en este momento presente.
¿Se puede controlar el tiempo? Con magia, sí. Es algo que puedes controlar, puedes estirar el tiempo, puedes acelerarlo. Pero hay que saber trabajar con el tiempo. Parece un tema extraño. Algunos dirán: «Qué tema tan loco; sin sentido, sin propósito».
Parece que sí. Pero solamente quería decirte una cosa: no intentes manipular el tiempo. Vive el momento, el presente, lo que sientes ahora mismo. Esto es lo que da forma a tu camino, esto es lo que da forma a tu caminada. Porque cada paso, cada pensamiento, cada acción, cada palabra, está moldeando lo que experimentarás, un poco más adelante o quizás mucho más adelante. Todo dependerá de lo que es, de lo que se está haciendo.
No te ates al tiempo. No te angusties por el tiempo. No te enfades, porque el tiempo pasa rápido. No quieras detener el tiempo. Simplemente vive. Estate dentro del tiempo, sin prisas, sin estrés, sin querer acelerar el tiempo, sin preocuparte por lo que vendrá. Vive el momento presente. Vive siempre en el momento presente.
Esto es bastante difícil para ti. Siempre estás un paso más allá, un pensamiento más allá, un deseo más allá. Y a menudo, este pequeño lapso de tiempo más allá crea cosas que no estabas preparado para experimentar, o que no estaban definidas en tu línea temporal. Las creaste precisamente a partir de la ansiedad, la preocupación y los pensamientos relacionados con ese momento que aún está por llegar.
Tú creas muchas de las cosas que experimentas. Creas toda esa desesperación que experimentas, porque siempre vas por delante. Como si aceleraras el tiempo. Y todo se vuelve más rápido. Las cosas que no estaban listas empiezan a estarlo. Pero no estaban en tu camino, tú las creaste; y rápidamente.
Así que date cuenta de lo poderoso que eres. Tú creas gran parte de lo que experimentas. No son cosas definidas por Dios Padre/Madre. No son cosas definidas por tu alma cuando encarnaste. Son cosas que sus mentes han creado, para este aspecto acelerado y preocupado que viven.
Deja que el momento suceda. Ríndete al universo. Ríndete al flujo. El flujo siempre traerá lo que ha sido definido, lo que una vez fue creado por ti, sí, pero lo traerá en el momento adecuado, sin velocidad, sin aceleración. Así que intenta vivir en el momento presente, siempre.
Deja que el universo traiga todo en el momento adecuado. No aceleres nada. No crees cosas con las que no estés preparado para vivir. Vive el momento presente. No importa lo que te espere. Confía. Si estás caminando por el sendero de la Luz, confía en la Luz. Y verás los resultados.
Para el Código de Luz de hoy, te dejo con las siguientes frases:
«Soy un ser poderoso.
Soy un ser con una Chispa Divina.
Soy un ser capaz de crear mi camino.
Y siempre deseo que este camino esté plenamente iluminado».
Después de estas frases, pronuncia tres veces la siguiente palabra:
¡Cordecolium! ¡Cordecolium! ¡Cordecolium!
Y recuerda siempre: acelerar el tiempo, preocuparse por lo que vendrá, siempre crea situaciones que no fueron definidas, no fueron planeadas. Por eso se vuelven distorsionadas y muchas veces perjudiciales para tu salud.
Así que vive el momento. Ríndete a la Luz, ríndete al flujo. Y todo sucederá dentro del equilibrio de la Luz misma.
Traducción: Regiani M. Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza
