¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡SOY KUTHUMI!
Llevamos tiempo diciendo que el momento se acerca. Aquellos cuyos corazones están realmente preparados, profundamente involucrados en todo el proceso, se preparan cada día, se mantienen en el camino; o al menos, intentan mantenerse en el camino.
¿Por qué es tan importante que digamos que el momento se acerca? Ustedes todavía están involucrados en las redes de la Matrix. Y toda ella está compuesta con un único objetivo: alejarlos de la Fuente, alejarlos de la Luz, alejarlos del camino de la evolución.
Entonces, si no decimos nada, es como si se olvidaran de la misión que tienen. Se olvidaran de la elección que hicieron al encarnarse. Se olvidaran del propio camino que han recorrido en este tiempo. Pensando siempre que… «Algún día llegará, pero no se sabe cuándo, así que lo dejamos estar».
Este tipo de actitud es alentada por las distracciones que ellos ponen. Entonces, cuando hemos dicho que el tiempo se acerca, no es que estemos mintiendo. El tiempo se acerca. El tiempo de la Nueva Era se acerca. Pero es necesario que cada uno de ustedes esté listo hoy, no mañana, no la semana que viene, no el mes que viene; es hoy.
Es necesario ser consciente del camino que se está recorriendo. No se trata de dejarlo para más adelante. Se trata de ser consciente, de estar presente, en cada momento. Se trata de ser consciente de lo que está bien y de lo que está mal, pero no dentro de la conciencia dual que os han enseñado. Se trata de todo lo que lleva a la ascensión y todo lo que no la lleva. Entended esto como lo correcto y lo incorrecto.
Entonces, si buscáis manteneros en el camino, manteneros en la Luz, estáis haciendo lo correcto para ir hacia la ascensión, cualquier otra cosa no os llevará hasta allí. No se hagan ilusiones. Están acostumbrados, cuando tienen algo que conseguir, a ir despacio, y cuando se acercan, deciden actuar sobre todo; y no siempre hay tiempo. Entonces recurren al «genitivo», lloran, patalean, intentan comprar, sobornar para conseguir lo que quieren. Así es su mundo. Así es como se les ha acostumbrado. Pero este no es el camino hacia la Luz.
La Luz es que cada uno tenga su propia responsabilidad. No depender del otro para nada. Y cuando digo nada, es nada. Por supuesto que habrá excepciones. Pero si estás sano, caminas, piensas y actúas, no puedes depender de nadie; tienes que ser tú mismo. Y no me vengas con argumentos del tipo: «Ah, no estoy preparado. Ah, no sé. Ah, necesito ayuda». ¿Por qué?
Porque te acomodas. Porque sabes que siempre habrá alguien a tu alrededor que te ayudará. Y entonces te pregunto: ¿en el momento de la ascensión, que será un momento solitario, tendrás a alguien que te ayude? ¿O tendrás que arreglártelas solo?
No se lo toman muy en serio. Y siguen dependiendo de los demás. Y lo peor es que muchos piensan que los demás tienen la obligación de hacerlo. Nadie tiene la obligación de nada. Y mucho menos de hacer algo por ti. Así que te digo: prepárate ayer, porque hoy ya llegas tarde.
Sed conscientes de cada pensamiento, cada palabra, cada paso, cada acto realizado. Si no es un acto que esté dentro de lo necesario para el ascenso, canceladlo, dad marcha atrás. Rehacedlo correctamente. Ese es el camino. Estar siempre presente en cada momento.
Hacer todo de una vez, todo al mismo tiempo, no es estar presente. Es desviarse del camino. «Ah, pero lo necesito porque tengo muchas cosas que hacer». Nunca harás nada bien hecho. Lo harás todo a medias. Y si te desconectas de la línea del tiempo, podrás hacerlo todo.
Cuanto más te acoplas a la línea del tiempo, menos tiempo tienes. Aprended a romper estas líneas. Y no hace falta mucho para ello. Basta con ignorarlas. No dejéis que os conduzcan. El tiempo es para vivirlo. No para estar atado a él. Existe el momento adecuado, en el que es necesario que algo suceda. Muy bien, preparad vuestra mente para ese momento. «En ese momento estaré donde tengo que estar».
Hasta que llegue ese momento, olvida que existe el tiempo. Práctica esto. Rompe las líneas del tiempo, porque no existen. Fueron creadas para aprisionar ustedes.
Para manteneros siempre dentro de esta cajita, donde todo hay que hacerlo deprisa, superficialmente, sin estar presentes.
Cambiad vuestras actitudes. Cambiad vuestro camino. El tiempo se acerca. Estad preparados. Cada uno de ustedes tiene la conciencia de si está preparado o no. Muchos se engañan, pero en el momento «h» sabrán lo que es la ilusión y lo que es la verdad. No hace falta mucho para saber si está en el camino. Mire su propia vida. Y si todavía hay contratiempos, desequilibrios, ocúpese de resolverlos; ayer. Para que su cociente de Luz aumente más y más cada día.
Y para aquellos que se propusieron, se dispusieron a recibir energía, sea cual sea, es el momento de sacarla del cajón. Aunque sea para ti mismo. No es necesario actuar para los demás. Pero hazlo por ti. Usa la herramienta que has aprendido en ti mismo. Y ya estarás haciendo por el Todo. Mírate a ti mismo. Ha llegado el momento.
Para el Código de Luz de hoy, dejo las siguientes frases:
«Yo soy un ser consciente.
Yo soy un ser responsable.
Yo soy un ser en camino hacia la evolución.
Y yo soy un ser siempre listo para la ascensión».
Después de estas frases, di la siguiente palabra:
¡Caprecórtium! ¡Caprecórtium! ¡Caprecórtium!
Y recuerden, hermanos míos: el camino lo hacen ustedes. No es el otro, no es la vida, no es Dios Padre/Madre. El camino se construye con cada elección que hacen, o que hicieron algún día. No utilicen a los demás como argumento. No utilicen a los demás como apoyo. El camino es suyo. Encuentren sus propios apoyos.
Traducción: Regiani M. Bugalho
Revisión: Ana Maria Sousa
