¡Queridos hermanos y hermanas del planeta Tierra! ¡Soy SERAPHIS BEY!
Lograr el equilibrio no es tarea fácil. Estar en equilibrio en medio de tantas atracciones, distracciones, no es tarea fácil. Incluso podría decir que habéis hecho un gran trabajo. Es como si fuerais esos niños que empiezan a andar; que sienten que caminar es un reto y empiezan a andar apoyados, a veces aun cayéndose, pero levantándose porque saben que es necesario, que formará parte de sus vidas.
El movimiento en ti es el mismo. No hay nada que te muestre que todo este proceso es necesario, importante, real. Pero sigues caminando; te caes, te levantas; te vuelves a caer, te vuelves a levantar. Y con cada caída, con cada levantada, te haces más fuerte.
Alcanzar el equilibrio es un proceso complejo, porque cuando hablamos de equilibrio, hablamos del equilibrio en su conjunto; en tu cuerpo, en tu mente, en tu alma, en cada célula. Entonces podríamos escribir la palabra equilibrio y pegártela. Pero no es así como sucede.
Estás en equilibrio mentalmente, pero tu cuerpo está cansado porque ha recibido muchas energías, y necesita metabolizar todo esto y no sabe cómo, así que gasta mucha energía. Y te sientes pesado, cansado, incluso desanimado. Un buen día te levantas sintiéndote fuerte, animado, pero entonces a tu alrededor surge un problema o varios problemas. Y tienes que resolverlos uno a uno. Y mantenerse animado y alegre en un escenario así no es muy fácil.
Por eso, hermanos míos, somos como padres que enseñan a sus hijos a caminar por la vida. El camino real, el verdadero. Para que, poco a poco, puedas salir de las trampas que te han tendido. Hay muchas trampas. Así que a menudo parece que solo estamos llamando la atención y que no nos importas. En ningún momento ha sido esto cierto.
Precisamente porque os queremos tanto a todos y cada uno de ustedes, a veces somos tan rígidos. No podemos dejar que caminéis despacio y en silencio. Debes estar siempre atento, muy atento. Hay un mundo proyectado a tu alrededor. Cuando decimos que no es un mundo real, es porque está hecho de lo que te llega.
Estás en un planeta enorme. En ese momento, cuando llegan las malas noticias, me hago una pregunta: ¿es todo el planeta? Pero te hacen ver que sí; que es todo el planeta; y que no hay esperanza. Y esto no es la realidad. Es una realidad puntual, perteneciente a un lugar concreto, a una ciudad concreta, a un punto concreto de un barrio, o simplemente algo que siempre ha existido, pero que ahora se publicita y exhibe tanto.
Es importante, hermanos míos, que se den cuenta de que sois como un grano de arena en todo el planeta. Cada mala noticia sobre otros hermanos y hermanas es un grano de arena en relación con todo el planeta. Así que no alimentes estas energías. Porque así es exactamente como construyeron los egregores que están ahí y que tú alimentas con miedo a cada momento.
No, no todo el planeta es así. Hay cosas maravillosas en el planeta. Está el poder de la naturaleza. Existe la fuerza de los cristales, de los elementos. Los elementos están dentro de ti. Lo has olvidado. Solo prestas atención a lo de fuera, no a lo de dentro. Y con eso, el equilibrio, ese equilibrio del que empecé hablando, deja de existir.
Volved hacia dentro. Mirad en vuestro interior. Sois agua, tierra, fuego y aire. Tú eres el planeta. ¿Y dónde está la fuerza del planeta? Fuisteis creados con los elementos del planeta. Así que usa y abusa de la conexión con Gaia, con el planeta. Esta es la fuente del equilibrio.
Gaia es ese apoyo para el bebé cuando está caminando, comenzando su camino. Al principio, camina apoyado. Y a pequeños pasos, sin apoyo, se cae, vuelve a coger el apoyo, se vuelve a caer, hasta que un día camina sin apoyo. Tú aún estás en la fase de apoyo. Así que apóyate en el planeta.
Tocas el planeta todo el tiempo. No importa si vives en un piso alto. ¿Dónde está anclado el edificio, la casa, lo que sea? En el planeta, nada vuela, nada está suspendido. Vives apoyado en el planeta. Así que el suelo de tu casa, de tu piso, de donde sea, está en el planeta.
Así que detente unos segundos. Puede ser de pie, sentado; tu pie está en el suelo. Mentalmente echa raíces. Raíces que invaden el cuerpo del planeta y piden mentalmente: «Gaia, equilíbrame. Ayúdame a mantener el equilibrio».
Es un proceso sencillo. Ni siquiera necesitas decir nada. Puedes estar en la cola del autobús, en la cola del tren, cerrar los ojos y en 10 segundos mentalizarás todo esto y conseguirás el equilibrio. Porque Gaia te dará toda la energía que necesitas y se llevará con ella lo que esté en exceso o te cause desequilibrio. Es sencillo, ¿verdad?
Es un ejercicio sencillo y práctico que puedes hacer en cualquier parte. Porque Gaia está en todas partes. No solo en la Tierra. Puedes estar en cualquier parte. ¿Estás trabajando? ¿Tienes algún problema? Haz este pequeño ejercicio. Y veréis aparecer las soluciones como por arte de magia.
Hermanos míos, tenéis el poder. Tenéis las armas de la Luz. No sé si es porque te falta confianza, pero no las usas. Las tienes, pero no las usas. Así que aprende a confiar en las armas que has adquirido, en las herramientas que has aprendido, con las que has empezado. Usa algunas, usa todas, no importa. Lograd el equilibrio.
El equilibrio, hermanos míos, lo es todo. No queráis alcanzar la perfección. No quieras ser extremadamente exigente contigo mismo. Porque eso causa desequilibrio. Lo importante en este punto del viaje es ser consciente. Consciencia de lo que piensas, de lo que dices, de cómo actúas y de lo que emanas.
Esto es sumamente importante y hay que mirarlo a cada segundo, para que crees ese camino iluminado y florido que tienes por delante.
Pero no seáis demasiado exigentes. Volved siempre a esta imagen: sois bebés, acabáis de empezar vuestro camino. A menudo caen, pero levanten y seguís adelante, no se rinden. Y un día, estarás preparado, realmente preparado, para no tener más apoyo. El único apoyo que tendréis será el poder de cada uno de ustedes.
Para el Código de Luz de hoy, os dejo con las siguientes frases:
«Soy un alma evolucionada.
Soy un ser poderoso.
Soy un ser con conciencia.
Soy un ser en equilibrio».
Después de estas frases, di la siguiente palabra
¡Caprelírium! ¡Caprelírium! ¡Caprelírium!
No olvidéis, hermanos míos, que el equilibrio lo es todo. Ni mucho, ni poco. Equilibrio. Esta es la clave. Este es el camino. La conciencia. Vivir el momento presente. Estar abierto a recibir. Utiliza tus armas de Luz. Usa y abusa de todos esos dones que tienes. Y verás cómo cada vez te resulta más fácil, como a un bebé, caminar sin apoyo, caminar en equilibrio.
Traducción: Regiani Maria Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza
