¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡SOY SERAPHIS BEY!
Es con gran alegría que traigo en este momento la energía del equilibrio, del Amor y de la paz a los corazones de todos.
Tener paz en el corazón no es algo fácil. Encontrar el camino correcto hacia el equilibrio no es fácil. El mundo exterior te desequilibra constantemente. El trabajo, la familia, la casa, los hijos, los compañeros, todo puede desequilibrarte. Y esto ocurre constantemente. Casi cada segundo. Porque cuando no es una cosa, es otra.
Entonces, ¿cómo aprender a mantener el equilibrio en un mundo tan convulso, en un mundo tan difícil de vivir? Solo hay una manera: mirando todo con alegría y amor. Sí, reírse de los problemas es la mejor solución. Tomárselo todo a broma es la mejor solución. Pero también hay que tener sentido común. No se trata de tomárselo todo a broma y no resolver nada. Se trata simplemente de tener una forma ligera de ver los problemas.
Parecéis malabaristas, que tenéis muchas pelotas en las manos y no podéis dejar caer ninguna. Por eso tenéis que elegir en cada momento qué pelota sujetar. Y así es vuestra vida. Entonces, ¿por qué no dejarlas caer todas? ¿Y cogerlas una a una? ¿Por qué es necesario acumular tantas pelotas en las manos?
Tómate una cada vez. «Ah, pero tengo que resolverlo todo al mismo tiempo». No, no es necesario. Puedes resolverlo uno por uno. Si algo que vas a resolver te lleva tiempo, pon la bolita en un lugar a la espera, pero no la tengas en la mano. Coge otra y empieza a actuar. Esa está esperando su momento y no está en tu mano. Y harás lo mismo con cada una de ellas. Y las resolverás una a una.
Las que tengas que esperar, ve apartando en el tiempo, en el orden indicado. Y coge otra. No cojas todas las bolas a la vez, porque ahí es donde pierdes el equilibrio. «Ah, viene otro problema. Ahora no lo voy a ver. Cuando pueda, lo veré». «¡Pero es urgente!». ¿Por qué es urgente?
Alguien decidió que era urgente. Y porque alguien decidió que era urgente, ¿tienes que aceptar que es urgente? Entonces digamos que, efectivamente, es urgente. Dejarás lo que estás haciendo, pondrás la bolita que tienes en la mano en ese espacio de espera y atenderás lo que efectivamente es urgente. Cuando termines, retomarás lo que estabas haciendo.
Parece tan sencillo, parece tan fácil, pero ustedes no lo hacen. Atacan todas las pelotas a la vez. Y con eso pierden el equilibrio, se estresan, pelean, discuten, se desequilibran. Quienes están a su alrededor reciben esa energía de desequilibrio y también se desequilibran. Entonces, vean lo que se crea con el simple acto de acumular todo al mismo tiempo.
Entonces, aprendan a seleccionar lo que es urgente y vayan colocando las bolitas en el orden de atención. Y tomen una cada vez. Y verán cómo, de repente, lograron atenderlas a todas, en equilibrio, sin desesperarse. Es importante buscar siempre el equilibrio.
Y ustedes tienen una aliada muy importante en todo este proceso. ¿Se han desequilibrado? Respiren. Calmen el cuerpo y la mente respirando. Pero es esa respiración profunda, muy profunda, la que hace que sus cuerpos se detengan, se desaceleren. Pruébenlo.
Nada es tan urgente que no pueda esperar. Porque, aunque sea urgente, alguien tendrá que hacerlo. Y hacerlo lleva tiempo. Así que no se dejen llevar, por lo que otros dicen que es urgente. Sepan preguntar: «¿Por qué es urgente? ¿Por qué lo quieres o por qué es necesario?». Y eliminarán la urgencia de muchas cosas. Se lo garantizo.
Para el Código de Luz de hoy, dejo las siguientes frases:
“Inspiro Luz y exhalo todo lo que me molesta.
Inspiro Luz y exhalo todo lo que me molesta.
Inspiro Luz y exhalo todo lo que me molesta”
Después de estas frases, diga la siguiente palabra:
¡Equilibrio! ¡Equilibrio! ¡Equilibrio!
Y recuerden, hermanos míos, cada segundo es único. Vívanlo con equilibrio, para que el mañana sea equilibrado.
Traducción: Regiani Maria Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza


