Queridos hermanos y hermanas del planeta Tierra, ¡soy el arcángel Gabriel! Muchos me conocen por traer buenas noticias. No, no esperen que les traiga noticias nuevas o de suma importancia. La noticia que les traigo hoy es la culminación y el cumplimiento de este ciclo que termina. Un ciclo turbulento, pero necesario, porque derribó todo aquello que no tenía como base el Amor y la Luz. Y seguirá derribándolo.
Nada que se haya construido sin cimientos sólidos permanecerá. Medias verdades, engaños, estafas, malas acciones: todo quedará al descubierto. Y verán que no hay idolatría. Ni siquiera nosotros, ni siquiera Dios Padre/Madre, aceptamos la idolatría. Él nunca la pidió. Nunca pidió a sus hijos que se sacrificaran en su nombre, que se autoflagelaran, que se castigaran en su nombre. Dios Padre/Madre es Amor inmensurable. Él jamás haría eso.
Así, muchas creencias, muchos dogmas, serán presentados y disueltos. Muchos comprenderán. Muchos no aceptarán. Muchos enloquecerán por no admitir que han entregado su vida a mentiras y locuras.
La verdad a menudo parece mala, perversa, causa sufrimiento, causa dolor. Pero no hay nada más puro que la verdad. Porque es la acción pura y total de la Luz; donde la Luz expone cada punto, cada rincón, y no hay forma de permanecer oculto allí.
Este es el momento de que cada uno busque su propia verdad, lo que aún intenta ocultar. Les hago una pregunta:
¿Son 100% sinceros?
¿O aún usan esa máscara para engañar a muchos, para protegerse, para evitar ser descubiertos? ¿Son 100% sinceros en sus sentimientos, en sus conexiones? Cuando aman y dicen que aman, ¿aman de verdad o lo dicen superficialmente para complacer, para mimar, para mantener el control, para demostrar afecto?
¿Eres 100% sincero?
Así que, en este momento, te responderé: No, no lo eres. Porque has aprendido a vivir una mentira. Has aprendido a asumir otros personajes que te representan ante el mundo exterior. Te comportas según tu entorno; por interés propio, por acomodación y por intentos de adaptarte.
¿Eres 100% sincero?
Entonces este ciclo termina. Uno nuevo comenzará. Y en él, no hay lugar para máscaras. No hay lugar para mentiras. No hay punto para subterfugios. Solo habrá espacio para la verdad, para el Amor y para la Luz plena.
Simplemente te digo: Se acabó el tiempo de complacer a los demás. Se acabó el tiempo del ego dominante. Debes ser parte del Todo. Es tiempo de unidad. Para que todos vivamos con un solo propósito: la Luz. Porque es tan completa, tan inteligente, tan poderosa, que barre con todo lo que no es Amor y no es verdad.
Ella expone, elimina, ilumina. Y al iluminar, ya no hay sombras. Ya no hay forma de esconderse en las sombras. Porque todo es Luz, todo es Amor. No temas descubrir cuánto aún no eres 100% auténtico. Quítate las máscaras. Arranca los modelos que creaste para estar en el medio. Sé esencialmente tú mismo.
El objetivo ahora es iluminarte, no complacer a los demás, no vivir para los demás. Sé tú mismo, solo tú mismo.
Para el Código de Luz de hoy, les dejo las siguientes frases:
“La luz trae esperanza.
Porque elimina todo lo invisible.
La luz expone.
La luz da a luz al ser casi perfecto que fuiste creado para ser”.
Después de estas frases, digan la siguiente palabra:
¡Mentógintum! ¡Mentógintum! ¡Mentógintum!
Todavía hay tiempo. Aprovecha que el ciclo termina y deshazte de todo lo que ya no quieres experimentar en el nuevo ciclo. Déjalo ir. Y verás con qué facilidad te permitirás alcanzar la iluminación.
Traducción : Ingrid Elena Schnoor Nunes
Revisión: Regiani Maria Bugalho


