Queridos hermanos del planeta Tierra: ¡SOY ADAMA!
En este momento, estamos todos reunidos alrededor de un círculo, y tenemos la representación de este planeta en el centro. Estamos creando una gran egregora de Luz, que en este momento, involucra a todo el planeta, llevando la Luz a cada ser vivo en este planeta. Es como si estuviéramos en cada corazón, encendiendo la pequeña mecha de la Chispa Divina.
Por supuesto que ella ya está encendida, pero lo estamos iluminando con una Luz mucho más brillante, mucho más intensa. Algunos incluso pueden sentir calor en sus corazones. Y esta Luz permanecerá allí, porque está emanando directamente de Dios Padre/Madre.
No tengan miedo, mis hermanos. Las transformaciones, los cambios, siempre traen novedades, descubrimientos; y principalmente, interfieren con lo que intentas mantener como olvidado, resuelto. Podemos decir que estamos haciendo una limpieza más profunda en sus almas.
Están llegando aquellos momentos más difíciles, en que ustedes tendrán que ver, sentir, e incluso revivir muchas energías, para poder sabiamente liberarse de ellas. Es importante que cuando algo se presente en forma de problema ustedes no se desesperen. Él puede venir fuerte, intenso y, aparentemente insoluble, pero será en ese momento que tú, sabiamente, lo mirarás con tanto Amor, con tanta seguridad, de que eso será tan fugaz como el tiempo de un segundo. Y que nada te hará tambalear.
No alimenten estos problemas. No se desesperen. Es necesario que ellos sean aceptos, con Amor en el corazón, para que ustedes tengan la capacidad de eliminar rápidamente esa energía, y hacer cada uno de ellos desaparecer. Es necesario que en cada proceso, cada energía que llega, haya el perdón. No se preocupen a quién o a qué perdonar. Sólo pidan perdón; por cualquier cosa que hayan hecho, que haya generado esa energía.
Pidan perdón a todos los involucrados en ese momento. Pero esto tiene que hacerlo con mucho corazón. Hay que hacerlo con mucha entrega. Y ustedes verán con qué rapidez algo que parecía irresoluble se irá. Y lo más importante: el problema desaparecerá, como si nunca hubiera aparecido.
Hay que estar atento. Es necesario no engañarse. Puede ser que algunos problemas reales, de esta vida, de este momento, te hagan confundir el problema actual, con el que está llegando. Actúen de la misma manera ante cualquier problema; los actuales, los viejos, los del pasado, no importa! Actúen de la misma manera; envuelvan el problema en una bola de Luz y pidan perdón.
Y ustedes verán cómo que, mágicamente, todo empezará a volver al equilibrio. No se dejen engañar. No existe problema insoluble. No existe ningún obstáculo intransponible. Nada es imposible. Basta con que todo esté envuelto en Luz, mirado con Amor y haya un pedido de perdón por lo que sucedió. No importa que no lo sepas.
Busquen hacer este proceso con cada problema que ustedes estén enfrentando hoy. Luego me digan el resultado. Créanme, haganlo con fe. Y ustedes verán los problemas sumiéndose y las soluciones apareciendo rápidamente. Confíen. Todo está siendo arreglado para que sus almas se limpien cada vez más.
Y otro punto importante, muchos tienen el don de la visión, y podrán ver exactamente a qué se refiere lo que está llegando. No alimenten esa energía. Destrúyanla rápidamente. No la alimenten, porque son energías poderosas. Son energías de tiempos oscuros, que si son alimentadas, ahí sí, podrán traer muchos problemas, no sólo aquel al cual se refieren.
Porque por ser una energía extremadamente negativa, ella tiene este poder; de contaminar todo lo que la rodea. Así que, no se apeguen a lo que vean, sientan o lleguen a saber en sus mentes. Encierren todo en una bola de Luz. Mírenla con Amor y pídanle perdón. La Luz que está prendida en este momento, en cada Chispa Divina, es fuerte suficientemente para eso; para transmutar todo lo que está llegando.
Nada teman. Pero si tienen miedo, si no pueden hacerlo solos, llamen inmediatamente a cualquiera de nosotros. Y estaremos listos para ayudarlos en este proceso.
Para el Código de Luz de hoy, dejo el siguiente mensaje:
“Mi marcha es antigua”.
“Caminé por verdes pastos y por montañas negras”.
“Pero no importa lo que yo haya hecho”.
“Hoy Yo Soy Luz”.
“Y como Luz, caminaré.”
Después de estas frases, diga la siguiente palabra tres veces:
Libertarium! ¡Libertarium! ¡Libertarium!
Y no se olviden, mis hermanos, no juzguen. Lo que está hecho, hecho está. Es necesario cambiar la energía. Es necesario limpiar la energía. Sólo eso. Éste no es el momento de hacer juzgamientos. Dios Padre/Madre no está juzgando a nadie. ¿Por qué lo harías tú? El momento es de perdón, de limpieza. Olvídense de los juicios.
Traducción: Ingrid Elena Sanchez Schnoor Nunes.
Revisión: Ana Maria Souza
