¡Queridos hermanos y hermanas! ¡YO SOY ADAMA!

Hoy vamos a comentar el capítulo 10 del libro III de Telos.

En este capítulo hablo de la inmortalidad y el rejuvenecimiento. No, no esperes que te dé ninguna fórmula mágica para conseguirlo.

A lo largo del tiempo, la humanidad se ha autodestruido de todo tipo de formas, pero el mayor poder destructivo está en sus mentes, en sus pensamientos y sentimientos. Mira a una persona triste; está enferma, enferma en el alma principalmente, pero también enferma en el cuerpo físico. Mira a una persona alegre; puede que no tenga una salud perfecta, pero parece muy sana.

Antes de la caída, nuestros cuerpos eran perfectos, no había ningún tipo de enfermedad que pudiera atacarnos. Porque nuestras células estaban en equilibrio. Vivíamos por muchos años. No había preocupación por la muerte. Vivíamos cada momento, día a día.

La caída de la conciencia ha hecho que los pensamientos de origen negativo empiecen a dominar nuestro cuerpo. Es como un vaso de agua. El agua es pura y cristalina, pero si le echas una gota de barro, al principio parece limpia, pero si la analizas microscópicamente, el agua ya no es pura. Y si sigues goteando una gota de barro en ese vaso de agua todos los días, empezará a enturbiarse y a depositarse en el fondo, y dejará de ser esa agua pura y cristalina.

Vuestros cuerpos también. Empezasteis un proceso de autodestrucción hace mucho tiempo. El primer paso que disteis en esta dirección fue comer animales. La energía de cada animal es incompatible con vuestros cuerpos. Pero con el tiempo, incluso puedo decir que sus cuerpos han aprendido a consumir esta energía y a aprovecharla al máximo. Pero esto también degradó sus células.

Porque es como una máquina que funciona cuando está bien regulada, cuando está bien lubricada. Si pones un aceite de mala calidad, que no tiene la viscosidad adecuada, las piezas se degradan con el tiempo, pierden la fuerza y la potencia que tenían antes. Y un día esta máquina se para. Y ese eres tú.

Todo este proceso de contaminación de tus células conduce al envejecimiento, conduce al cansancio de tus células, porque tienen que trabajar más allá de su capacidad para metabolizar energías que no conocen, que no han sido preparadas para procesar. Y con el tiempo, todo se ha ido sumando a este hábito. Bebidas, dulces, sustancias que se ponen para mejorar su aspecto, para mejorar su crocanti, y que hoy les están haciendo tanto daño.

Por eso envejeces y mueres. Tus células están agotadas de tanto trabajar. Pierden su vigor porque fueron hechas para trabajar, pero si trabajaran en un ambiente limpio, podrían soportarlo todo el tiempo y no les pasaría nada. Pero trabajan en un entorno insalubre, sucio, contaminado y con una energía que no pueden manejar. Por eso se cansan, envejecen y pierden fuerzas.

¿Es una norma? No, no lo es. Hay muchas personas que tienen vitalidad, incluso en la vejez. ¿Por qué? En primer lugar, por su mente, en primer lugar, porque no se permiten estar de acuerdo con todo lo que les dicen cuando su cuerpo envejece, van a contracorriente. Se dicen a sí mismos: “No, yo no soy así. Voy a seguir teniendo el poder que siempre he tenido”. Entonces la mente se impone y consiguen aparentar su edad y estar sanos, incluso a una edad avanzada.

E intentas resolver estos problemas externamente. Se gastan fortunas en cremas, baños, pastillas y suplementos para intentar mantener el cuerpo más joven y sano. Pero te diré por qué estás metiendo más basura en tus células para que la metabolicen. Porque todo es artificial, nada es natural. Y todo lo que no es natural, tus células no lo reconocen, tardan muchísimo en metabolizarlo y no siempre lo consiguen. Y de ahí vienen las enfermedades, que son la acumulación de todo lo que consumes y piensas.

Sí, nunca jamás podemos olvidar el efecto de los pensamientos. Nunca. Son muy importantes, porque si son pensamientos suaves, tranquilos, es como si las células recibieran un tónico, algo que les da más fuerza para seguir viviendo. Ser una persona alegre, optimista, que no piensa en cosas malas, marca una gran diferencia; las células te lo agradecen. Ahora bien, todo lo que va en contra de esto sobrecarga las células y las enfermedades aparecen cada vez con más frecuencia.

Hermanos míos, todo reside en el cambio: en cambiar los hábitos, en cambiar los pensamientos. Cerrad la llave del futuro. Preocupaos menos por lo que os espera. Piensa siempre: lo que siembro hoy, lo cosecharé mañana. Entonces no hay nada de que preocuparse. Preocuparse es poner más carga de trabajo en tus células. Vivir en el presente es confiar, saber que todo sucederá en respuesta a lo que estás emanando.

¿Cuánto tardará? Depende de tu emanación. Todo sucede por lo que emanas. Si emanas con fervor, con Amor, sucede rápidamente. Si emanas sin mucha fuerza, sin mucha creencia, tarda un poco más. La respuesta es proporcional a lo que emanas. Cuanto más Luz emanas, más rápido la recibes. Cuanto menos emanas, menos recibes y más tardas en recibir.

¿Cuál es el camino a seguir? En primer lugar, deshacerte de todo lo que no sea natural, alimentos procesados, alimentos en conserva. Toda la comida que no se estropea no es buena; hay algo en ella que te perjudicará. Intenta comer lo más natural posible. Sé que no es fácil. Comprendo que incluso los alimentos que compras hoy, que son naturales, ya han sido completamente modificados en favor de la durabilidad y la producción. Y aunque sean naturales, ya no son los alimentos que Gaia creó específicamente para ustedes, los humanos. Se han convertido en alimentos modificados, no para hacer bien a los humanos, sino para causar más problemas.

El agua no es pura. Ni siquiera el agua mineral que compras es pura. Tendrías que ir de vez en cuando a un manantial natural de las entrañas de Gaia. Entonces te diría que tienes agua pura, cristalina, energética, ya hecha por Gaia. Pero sé que esto no es posible. Sería un ataque a todos los manantiales y perecerían. Entonces, ¿qué debemos hacer?

¿Hay algo que hacer? Siempre lo hay. Toma un vaso de agua en tus manos y échale mucho Amor. Imagina ese vaso iluminado por tu Amor, y ten por seguro que todo lo que no sea bueno para tus células será destruido. Lo mismo con los demás alimentos. No, no tienes que hacerlo en cada uno de ellos.  Tú pones la comida en tu plato para comer. Así que lanza ese Amor y esa Luz en el plato, y toda la comida allí perderá sus efectos dañinos en tu cuerpo.

Pero debo advertirte: Esto es para alimentos naturales. Usted eliminará las modificaciones genéticas realizadas en los alimentos. No estoy hablando de alimentos procesados, enlatados o en conserva. Estoy hablando de alimentos naturales. La carne de cualquier tipo no recibe esta Luz, simplemente porque es lo que es. Así que todo este proceso que te he enseñado se aplica a la fruta, las legumbres y las verduras. No se aplica al resto.

Entiendo que es muy complicado para ti cambiar tu dieta de un momento a otro. Pero minimiza la cantidad. Redúcela poco a poco y verás como mejora tu estado de ánimo. No te sentirás tan cansado por las energías que están entrando. Porque esto es una sobrecarga para tus células. Tienen que trabajar para metabolizar lo que comes, lo que sientes y lo que entra. Es una sobrecarga enorme.

Luego, al final del día, no olvidéis imaginaros dentro de una burbuja verde. Pidan a Hilarión o a Rafael que limpien sus cuerpos, que ayuden a sus células a recuperarse. Ahora, no tiene sentido consumir muchas cosas equivocadas y luego pedir que os limpien. Lo diré de nuevo: Sólo lo que ha sido consumido naturalmente será limpiado, el resto permanecerá en su cuerpo. Como ese vaso de agua con barro, y cada hora le echas un poco más de barro.

Recuerda siempre esta imagen. Cada cosa no natural que comes llena de barro tu vaso de agua, que eres tú. ¿Cómo está hoy tu vaso de agua? Para muchos de ustedes, diría que está casi vacío. ¿Hay alguna forma de limpiar este desastre? Siempre lo hay. Cambia tus hábitos. Cambia tus frecuencias emocionales. Y como por arte de magia, el barro empezará a desaparecer.

Este es un proceso, hermanos míos, al que deben prestar atención, de lo contrario toda esta energía que estará llegando, y que será cada vez más intensa, los tirará en una cama, sin fuerzas para levantarse, porque sus células no podrán soportarlo. Sé consciente de lo que consumes e intenta comer alimentos más naturales.

Traducción de Rita Silvana Monteiro

Revisión: Regiani Maria |Bugalho