¡Queridos hermanos y hermanas! ¡YO SOY ADAMA!
Hoy vamos a comentar el capítulo 16 del libro III de Telos. Este viaje está a punto de terminar. Y como dije antes, no será el final de nuestras reuniones, continuarán, pero no de esta manera. Pero en nuestra próxima reunión explicaré cómo lo haremos.
El tema de hoy es la Llama de la Resurrección, cuyos Chohanes son Sananda y Nada. Como vengo haciendo, no voy a explicar aquí todas las enseñanzas del libro. Es importante que lo leas, pero que lo leas con atención.
Me gustaría hacer hincapié en un tema que se repite desde hace mucho tiempo, pero que muchos siguen sin entender. ¿Cómo empieza todo? Cuando decimos que tú creas, o que nosotros creamos, o quien sea cocrea algo, ¿cómo sucede? La fuerza de Dios Padre/Madre, la inteligencia, la conciencia, comienza a partir de un electrón. No importa lo que parezca. Muchas personas tratan de imaginar, tratan de entender y terminan perdiéndose en este camino innecesario.
Es una pequeña partícula que contiene Conciencia Divina, solamente necesitas saberlo. Esta partícula, siendo Conciencia Divina, se desdobla en aquello hacia lo que está orientada. Así que todo lo que existe en el universo, más particularmente en este planeta, fue creado de esta manera. Cada flor, cada animal, cada planta y tú; todo ha sido creado a partir de esta única partícula.
Entiéndelo como si fuera una partícula con un gran poder, pero que responde a lo que se le pide. Así que cuando deseas algo, con gran intensidad, con el corazón abierto, lleno de Amor, esta partícula empieza a atraer a otros, y ese deseo, si es intenso, si es bueno para tu camino, se hará realidad. Porque pones Amor en ello, no hay sentimientos negativos involucrados.
Pero existe el otro lado. Si emites un sentimiento negativo, esa partícula también se multiplica, también atrae a otras partículas para que cumplan la misma función. Lo importante ahora es que todo lo creado por cada alma en este universo le pertenece, tiene su firma electrónica grabada en ese electrón, o mejor dicho, en esos electrones. Así que si creas, atraes, cosas buenas, todo volverá a ti de la misma manera. Si creas cosas malas, también volverá a ti, porque esa energía es tuya, tú la creaste.
Lo que es muy difícil de entender para muchos de ustedes es que nadie está haciendo nada contra ustedes. Nadie es responsable de ningún sufrimiento, de nada, de lo que os ocurra. Las personas son como instrumentos de esa energía que una vez emanasteis. Es como si esas personas contuvieran la misma energía, pero en este momento está volviendo a ti. ¿Lo entiendes? Nadie hace nada contra ti. Tú atraes todo lo que te ocurre.
Tienes que tener cuidado con cada paso que das, con cada energía que emanas, porque volverá. Si es positiva, enhorabuena, volverá de la misma manera, pero si no lo es, desgraciadamente también volverá, porque tú la creaste, y si tú la creaste tú la recibirás, es un regalo tuyo. Nadie lo creó para ti. Nadie crea los problemas en tu camino. Los problemas aparecen porque una vez creaste esta energía, y ahora está volviendo a ti. El universo te la está devolviendo. ¿Y cuál es tu papel?
¿Coger esta energía y aumentar la negatividad, no querer aprender, no querer comprender, juzgar a los demás y culpar a los demás? Muy bien, le diste una buena carga y volvió al universo, pero volverá aún más fuerte, porque en vez de mirarlo con Amor y como una lección, como resultado de algo que tú causaste, decidiste culpar a los demás, juzgar a los demás, pensar que todos están en tu contra, y amplificaste esa energía con más energía negativa. Espera que vuelva, incluso con más intensidad.
Este es un concepto que a muchos de ustedes les cuesta entender, o más bien no quieren entender. Os resulta más sencillo, más fácil, pensar que todo el mundo está contra ustedes, pensar que los que les rodean son los que les hacen sufrir, los que les rodean son los que les hacen daño. Así que mira a cada persona que crees que te hace daño como la materialización de esa energía que emanaste. Tiene que volver de alguna manera.
Como energía no la entenderás, así que tiene que venir bajo la apariencia de otra persona. Y por eso esa persona te trae este desequilibrio, para que lo veas. No lo han hecho a propósito, lo han hecho para enseñarte una lección. Suena un poco complejo, y lo es. Pero en términos generales, esto es lo que sucede.
Cada uno de ustedes acaba convirtiéndose en un instrumento para dar una lección a alguien. Y en el momento en que te conviertes en una lección para alguien, también tienes esa energía para ser sanado. Comprendedlo. No sois sólo instrumentos. Provocáis esa energía y también volverá a ustedes. Comprendedlo. Es un ciclo que no termina, sólo termina cuando se aprende la lección.
Si eres una persona equilibrada, totalmente equilibrada, y Cariñosa, 100% en equilibrio, no serás el instrumento de nadie. ¿Entiendes? Si eres ese instrumento para que la lección llegue a alguien, es porque también necesitas entender lo que estás haciendo. Nada es por casualidad, y nadie es usado. Todos pasan por lecciones.
Así que hay que aprender a mirarse con afecto, no a juzgarse. No vengas ahora y digas: “Oh, así que me rindo. No tengo remedio”. Eso no existe. Lo que tenéis que hacer es dejar de juzgaros e intentar resolver cada problema que surja. Pero no lo solucionéis con ira, solucionadlo con Amor. Y como dice en este gran capítulo, usad la Llama de la Resurrección. Usadla y abusad de ella.
Así que voy a explicar aquí un punto que está causando un poco de confusión en sus mentes. Las meditaciones son procesos bastante fuertes. Así que os he aconsejado que las hagáis una vez a la semana, un máximo de 2. Ahora bien, el uso de las llamas no tiene límite. Puedes usar las llamas tanto como quieras. Por supuesto, para cada acción hay una reacción. Usar las llamas, es decirle al universo: “Envíame las lecciones y yo me ocuparé de ellas una a una” Y las lecciones llegarán. Cuanto más intensamente las utilices, más intensamente llegarán.
Así que sabed tener sentido común. Sepan vigilarse, dándose cuenta de hasta qué punto son capaces de soportar lo que viene o no. Para eso está la Llama de Resurrección, para corregir muchas de estas energías. Pero estad preparados para mirarlo todo a la cara. No tiene sentido utilizar la llama y enfadarse por lo que veis, no servirá de nada.
Sueles decir que te señalamos con el dedo. No es así. Sólo te estamos mostrando dónde te equivocaste, lo que necesitas aprender. Eso es todo. Así que usa y abusa de las llamas, pero hazlo dentro de lo que puedas soportar mirar. De lo contrario, habrá tantos puntos que tratar a la vez que te perderás.
Todo tiene que ser de sentido común, y todo tiene que escuchar al corazón. Así que trata un punto cada vez. Trata con él hasta que lo elimines. ¿Eliminado? Empieza otro. No hagas demasiados a la vez, porque vendrá la vuelta y tendrás varios platos que sostener al mismo tiempo. Usa las llamas, sí, pero úsalas con sensatez, y aprende a ver las respuestas que obtendrás, de lo contrario no tendrá sentido, todo habrá sido en vano.
Comprended, hermanos y hermanas míos, que todo está ahí para ayudaros. Las 7 Llamas Sagradas están ahí para ayudaros a todos y cada uno de ustedes. Ahora tened sentido común. Es como si tuvierais siete lagos en los que zambulliros. Te sumerges en uno a la vez. No puedes estar en los 7 al mismo tiempo. Ahora puedes zambullirte en uno, salir, zambullirte en otro, salir, zambullirte en otro, salir. Ahora vendrá el regreso, intenso de la misma manera y con la misma intensidad que lo estás haciendo.
Así que ten sentido común y aprende a mirar las respuestas que llegarán. Me doy cuenta de que tienes muchas encarnaciones que corregir, pero no lo conseguirás con desesperación. Porque verás muchas cosas que corregir y no serás capaz de corregir ninguna. Así que aprende a mirar cada una a la vez. Ve a un solo lago y pide que se arregle algo. Insiste en ello hasta que aparezca lo que tienes que tratar. Aparece, lo has tratado, elige otro lago, otra llama. Entonces estarás progresando.
No tiene sentido querer hacerlo todo a la vez. No podréis con todo. Aprended a cuidaros un poco. La Llama de la Resurrección es poderosa, pero no la uséis con malas intenciones. “Oh, sólo quiero volverme inmortal” ¡Cuidado!” Necesitas curarte para eso. La inmortalidad no es un regalo, es la consecuencia de un alma pura.
Así que sepa cómo usar esta llama. Es extremadamente poderosa. Y vale la pena recordarlo de nuevo: Todo lo que haces sin corazón activa ese electrón, que está ahí listo para recibir una orden. Y ten por seguro que, más tarde, volverá con todo lo que has emanado, hacia ti de nuevo.
Traducción:Rita Silvana Monteiro
Revisión: Regiani Maria Bugalho