¡Queridos hermanos y hermanas! ¡YO SOY ADAMA!
Hoy vamos a comentar el capítulo 3 del libro III del Telos.
En este capítulo, Aurelia habla con Sananda de sus dificultades para seguir una lección. Del mismo modo, voy a llamar tu atención sobre este punto.
Hay un guía para cada alma, que es el Yo Superior. Él sabe lo que es necesario que cada alma siga en el camino de la evolución, y en este momento para seguir el camino de la ascensión. ¿Pero el Yo Superior impone siempre algo? No. Respeta la voluntad y el camino del alma. Y siendo un poco más específicos, el camino de cada uno de los fractales del alma.
Por supuesto, no se queda de brazos cruzados, siempre deja que el alma elija el camino que quiere seguir. En algunos momentos interfiere. Es como ese padre que deja a los niños jugar en el patio durante mucho tiempo, pero cuando llega la hora de entrar a bañarse, dejan de jugar y el niño entra. El Yo Superior hace lo mismo. Deja al fractal libre para que haga lo que quiera, luego analiza y pone en el camino del fractal todo lo necesario para corregir todo lo que el fractal ha cometido en dirección contraria a la Luz.
El punto señalado por Aurelia y Sananda en este capítulo es muy interesante, y es que muchos de ustedes, todavía a causa de su ego, siempre piensan y creen que todo el mundo está en su contra. Si alguien hace algo que os molesta, es personal, está contra ustedes. Tú siempre tienes razón y los que te atacan siempre están equivocados. Esta es una visión de dualidad. Esta es una visión del ego, en la que siempre te colocas como el ser principal en todo, como el que siempre tiene razón y los demás siempre están equivocados.
De lo que se habla en este capítulo es de espejos. ¿Espejos? Sí, espejos. ¿Qué ocurre cuando te miras en un espejo? Refleja tu imagen y, a menudo, ves una imagen diferente de lo que realmente eres, porque estás viendo tu imagen invertida, no la imagen real de lo que eres.
A través del espejo puedes analizar puntos de los que antes no te habías dado cuenta. Pero ahí también entra el ego, hablando de belleza y presentación, y ese no es el enfoque de este tema. Cuando hablo de espejos, ¿cómo presentó Sananda a Aurélia? Cada persona que aparece en el camino de otro ser, que la molesta, la importuna, la hace sentir mal, ¿esa persona realmente lo planeó? Se despertó y decidió: Voy a molestar a fulano. Y viene a ti y te molesta. ¿Es así como crees que suceden las cosas?
La mayor parte del tiempo, sí, piensas que eres la víctima perpetua, el victimario perpetuo. Y si te diera otra imagen de todo esto, te despertarías con algo que necesita ser tratado, algo que necesitas mirar, algo que necesitas corregir, algo que necesitas evolucionar. Así que estás a cargo, estás emanando esa energía. Así que la energía que emanas, o más bien que estás emanando, atraerá a la persona adecuada para contrarrestar exactamente lo que has emanado.
Y entonces no te gustará ver a esa persona, pero no es más que ese espejo, esa imagen del espejo que tú emanaste. Mucha gente me está diciendo ahora mismo: “Eso no es real. Eso no está bien. La gente me llega. Pues muy bien. Seguiréis dejando que vuestro ego os haga creer que sois el centro del universo, que sois ustedes, los que siempre sois agraviados, atacados, maltratados. Pero, ¿qué pasa con lo que emanas?
Recuerda siempre: toda acción tiene una reacción. Así que lo que emites, lo recibes de vuelta exactamente igual. Puede que no seas capaz de entenderlo en este momento, puede que no seas capaz de verlo, puede que no seas capaz de aceptarlo, pero esta es la pura verdad. Todos los que vienen y te molestan, o te hieren, o te atacan, de alguna manera están devolviendo lo que tú emanaste. No contra ellos, sino que tú emanaste lo mismo y estás viendo en esa persona exactamente lo que tú hiciste y lo que tú eres.
¿Es difícil aceptarlo? Imagino que sí, que es muy difícil admitir tantas cosas feas que ves en los demás, pero que en realidad forman parte de ti. Todo esto son lecciones, hermanos míos. Tenéis que comprender que todos sois uno. No hay diferencias entre ustedes. Lo que distingue a cada ser es su conciencia, pero todos sois iguales, todos cometéis errores. Pero el objetivo aquí no es señalar los errores, no es seguir recordándoos el error. El gran propósito es hacerte ver dónde tienes que cambiar.
Todo a lo que atraes refleja lo que estás emanando. No es fácil ver esto, porque crees que eres perfecto, que no cometes más errores. “Oh, yo no soy así. Yo no hago eso”. Siento decirte que eres así y haces eso. Esa persona que fue el instrumento para asumir el papel de tu espejo tiene su problema, y si algún día aprende la lección es su problema. Comprende que recibió tu emanación y te la devolvió de la misma manera.
Así que ambos necesitan ser curados. Pero no es tu papel curar al otro. Tu papel es curarte a ti mismo. El papel es que mires a cada persona que te molesta o te ha molestado en algún momento del camino, y la mires en el espejo. Mira en el espejo lo que ves que esa persona emana hacia ti. Y que sepas que ahí hay un punto al que tienes que hacer frente, tienes que mirarlo.
Así que siempre que te sientas enfadado con alguien, o herido, o cualquier otro sentimiento, mira a la persona al otro lado del espejo; ellos son tú, están siendo algo que tú emanaste, simplemente te lo están devolviendo para mostrarte lo que hiciste. Y de esta manera puedes sanar, puedes cambiar. Y como ya hemos dicho, si has herido a alguien, si has herido a alguien de alguna manera, no necesitas ir físicamente a pedirle perdón. El perdón es de corazón a corazón, no de mente a mente. Así que llena tu corazón de perdón y pon todo este perdón en su corazón.
Ahora bien, eso no significa que la otra persona te vaya a perdonar, pero ese no es tu problema, es parte de su camino, pero tú has hecho tus tareas. Así que aprended, hermanos míos, cada persona que os moleste, miraos frente a un espejo y ellos al otro lado; son sus reflejos. Así que todo lo que te han hecho, tú lo has emanado. Así que intenta curarte a ti mismo, intenta no repetir esa acción, intenta cambiar tus pensamientos y no dejar que el ego te guíe en cada paso del camino.
Ustedes no son perfectos, y les digo que no alcanzarán la perfección antes de estar en la Quinta Dimensión, pero el camino hacia ella es todavía largo. Seguirá siendo bastante difícil de recorrer, pero lo más importante en todo esto es que seas consciente de cada energía que emanas.
Traducción: Rita Silvana Monteiro
Revisión: regiani Maria Bugalho