¡Queridos hermanos y hermanas! ¡YO SOY ADAMA!
Hoy vamos a comentar el capítulo 6 del libro III de Telos.
Una vez más, Aurelia mantiene una conversación con el Dragón Antharus. Y el tema central de esta conversación es la magia. Esto ya se ha mencionado, pero nunca se insistirá lo suficiente en ello.
Los cuentos de tus hijos siempre muestran seres de todos los tipos. Hay quien tiene el corazón estrechamente ligado a la magia y cuenta las historias de esos seres que antes llamabas leyendas. Pero hoy, con la expansión de la conciencia, empezáis a daros cuenta de que no eran historias inventadas, sino que provenían del alma misma de quienes las escribieron.
Ya lo hemos dicho aquí, que apreciamos algunas cosas que se hacen en vuestra dimensión, e incluso algunas películas que muestran una época antigua, sin fechas, pero una época de mucha lucha, muchas guerras, y sobre todo mucha magia; yo diría que se pueden mirar estas películas y ver un 50% de verdad. Desgraciadamente, estas películas traen miedo a muchos, y por supuesto no podían dejar de tener algo impregnado que hiciera crecer ese miedo.
Pero para los que tienen un corazón vivo, miran estas películas y de alguna manera se ven a sí mismos en ellas. Es como un regreso al pasado. La mayoría de los que estáis aquí escuchándome habéis vivido tiempos oscuros, en los que reinaba la magia negra. El poder por el poder era la norma, por eso había tantas guerras.
El crecimiento de los dominios era la savia de quienes ocupaban posiciones de poder. Y en cierto modo, el mundo que ves hoy se creó así; los reinos, los territorios, todo nació de estas invasiones y guerras. Pero no estoy aquí para hablar de guerras, sólo comento la magia que existía en aquella época. Así que además de seres vivos que luchaban entre sí, había seres que eran invocados por la magia negra.
Ustedes vivieron esa época, y muchos de ustedes, como he dicho, se ven reflejados en algunas de las escenas que se ven en esas películas. Pero, ¿a dónde quiero llegar? Quiero devolveros a todo lo que habéis vivido; a la magia que habéis experimentado. No sólo la magia infantil de la que Antharus habla con Aurelia, sino la magia que domina, la magia que mata, la magia que destruye.
Es importante que cada uno de ustedes acepte en su corazón lo que hicieron hace mucho tiempo. Puedo deciros aquí que casi todos ustedes fueron magos alguna vez. Algunos trabajaron con magia negra, y con el tiempo vuestras almas evolucionaron y empezaron a trabajar con magia limpia, de la Luz. Esto fue una evolución de vuestras almas.
Hay que darse cuenta de que no se puede juzgar a nadie. De hecho, esto se ha dicho durante mucho tiempo. Condenáis a los hermanos y hermanas de vuestro mundo, pero puedo deciros que muchos han hecho cosas mucho peores. Así que ha llegado el momento de mirar a la magia y darse cuenta de que da poder, pero debe usarse con Amor, con mucho Amor.
Así que lo que quiero decirle no es que hay hadas, duendes, unicornios, eso ya lo sabe; lo que quiero decirle hoy es que tiene magia en su corazón. La habéis vivido. Habéis trabajado con ella. Así que ha llegado el momento de que retoméis todo lo que hicisteis entonces, todo lo que aprendisteis entonces.
Sus almas conocen las fórmulas, los caminos, las palabras adecuadas, pero para trabajar la magia limpia, la magia de la Luz. Como dijo Antharus, los dragones son grandes aliados en este sentido, porque trabajan con los cuatro elementos. Y tú también puedes trabajar con ellos, sólo tienes que creer en ello, solo tienes que creer que tienes este poder en tus manos.
Empieza a utilizar la magia que llevas dentro. Descubre el camino para llegar a ella. Pedid al Ser Superior que os muestre a cada uno de ustedes el camino hacia la magia, para aprender a manejarla. No es un castigo, como mucha gente dice; es algo innato en tu alma, es algo que puedes usar para tu propio beneficio, siempre y cuando nunca hagas daño a nada ni a nadie. Es solo para tu propio beneficio y para ayudar a los demás. Nunca al revés, porque entonces estarías usando magia negra otra vez.
Haced esta retrospectiva en sus almas. Pidan ayuda a su Yo Superior. Pidan ayuda a sus Maestros Akáshicos. Pidan ayuda a los dragones. Pero como dijo Antharus, tengan cuidado cuando invoquen a un dragón. Tu corazón debe estar inmerso en la Luz. Pídele a tu Ser Superior que traiga un dragón para ayudarte, él sabrá quién viene.
No te digo que tengas miedo, pero debes tener cuidado, estar atento. Pero ha llegado el momento de que uses tu magia. Ha llegado el momento de que ayudes a Gaia. Ha llegado el momento de que ayudes a tus hermanos y hermanas. Tenéis esta conciencia. Fuisteis magos una vez. Y no, no tiene sentido decir: “No, no lo fui”. Lo fuisteis. Todos experimentasteis la magia, porque existía; no era algo elegido, simplemente existía.
Así que úsalo en tu propio beneficio, para ayudarte en tu camino, pero siempre con peticiones desde el corazón, siempre con peticiones que te ayuden a evolucionar. Puedes pedir lo que quieras, pero nunca lo olvides: toda acción tiene siempre una reacción. ¿Puedes pedir riqueza? Sí, siempre y cuando utilices esta riqueza adecuadamente, no sólo por codicia.
Así que hermanos míos, empezad a tratar con su propia magia. Empezad a actuar a través de la magia, y veréis como tu camino se vuelve un poco más infantil, un poco más ligero, porque cuando activas la magia, todos los seres que crees o que una vez creíste que eran leyendas vendrán a tu encuentro para ayudarte a renacer a ese niño interior que jugaba con ellos sin ningún tipo de miedo o cualquier otro sentimiento negativo.
Déjate llevar por la magia. Pero nunca lo olvides: toda acción tiene siempre una reacción.
Traducción: Rita Silvana Monteiro
Revisión: Regiani Maria Bugalho