¡Queridos! ¡YO SOY EL ARCÁNGEL MIGUEL!
¡Hoy voy a ser muy directo! No voy a pasarme todo el vídeo hablando y hablando. Cada uno se coloca en el camino que quiere. Cada uno se ocupa de su camino de la manera que cree conveniente y así será para cada uno de ustedes. ¡Mirad con atención! ¡Mirad con amor! ¡Mirad con gratitud! Y continúa tu camino, recibiendo de vuelta exactamente lo que emanas. ¡Es saber situarse en cada momento! Es saber percibir lo que te rodea, lo que te manipula – eso es lo importante. Y cada uno puede seguir dando a Gaia todo el tiempo que quiera. Recordad siempre, hermanos míos, ¡que no os obligamos a nada! ¡Así que todo tiene que hacerse desde el corazón! No lo hagáis por obligación. ¡No lo hagas porque lo hace tu compañero! Hazlo porque te lo pide el corazón. «¡Oh, hoy no me apetece!». ¡Bien hecho! No lo hagas hoy. ¿Mañana tampoco te apetece? Tampoco, ¡no lo hagas! ¡Hazlo cuando te lo pida el corazón! Porque todo lo que se hace sin corazón no funciona, es una pérdida de tiempo. Así que ¡hazlo con el corazón!
Así que hoy vamos a hacer una gran meditación, colaborando con toda esta energía que se ha liberado hoy en el planeta. Así que cada uno de ustedes, en este momento, sentaos cómodamente y cerrad los ojos. Guarden sus aparatos, porque quien está leyendo lo que ustedes están escribiendo y quien lo está escribiendo no está participando. Así que ¡no pasa nada! Pero quien quiera participar, que cierre los ojos. Y en este punto llevaré a todos al lugar donde estábamos la última vez. Ya no es ese campo verde, ¿recuerdan? Pero hoy, excepcionalmente, habrá un campo verde, porque parte de nuestra meditación es verde, la vida en el planeta Tierra. Solo que hoy no estáis alineados unos detrás de otros, estáis en un gran círculo. Estáis alineados, sí, pero más allá de este círculo. Así que estáis en el exterior de este gran círculo y puedo deciros que es enorme, ¡muy enorme! Y estáis a su alrededor, en un gran círculo alrededor de los bordes de este círculo. Creo que captas la idea. En el centro de este círculo, la tierra, pero tendremos que hacer algunos movimientos antes de llegar al punto culminante de nuestra meditación. Entonces, en este punto, invito a algunos dragones, precisamente cuatro dragones enormes, y se posicionan detrás de ti, porque son muy grandes. Y les pido a todos ellos que lancen sus llamas sobre este círculo vacío frente a ti. No, ¡este fuego no está quemando la tierra! Este fuego está transformando la tierra. Cualquiera que tenga la capacidad de ver verá que la tierra no se ha convertido en ceniza; al contrario, parece como si la tierra estuviera fresca y viva. Y este pedazo de tierra ha sido limpiado de cualquier energía que pudiera haber estado impregnada en él. Ha sido limpiado por el fuego de los dragones, el fuego etéreo de los dragones. ¡Bien hecho! Ahora vamos a llamar a un equipo muy acostumbrado a trabajar con la tierra, los gnomos, las gnominas. Puedes verlos o no, no importa. Hay miles de ellos dentro de este enorme círculo frente a ti. ¿Y qué están haciendo? Están removiendo la tierra. ¡Están esponjando la tierra! Están haciendo que la tierra respire, haciendo que la tierra se esponje, lista para ser cultivada. Así que estos elementales de la tierra están preparando la tierra, preparando la cuna del futuro. Cualquiera que pueda ver podrá ver la tierra moviéndose, incluso podrá ver a los gnomos más adelante. Pero no hay problema para los que no pueden ver, ¡solo tienen que creer en lo que digo! Si crees en mí, creerás en lo que digo. ¡Bien hecho! La tierra ya está bien removida y bien aflojada. Así, hemos tenido a los elementales de fuego, que han trabajado en la tierra, limpiándola a través del fuego etéreo de los dragones, hemos tenido a los elementales de tierra, los gnomos y gnominas, limpiando la tierra, removiéndola, haciendo que la tierra respire. Ahora una dulce brisa, incluso podría decir que un viento ligeramente fuerte, empieza a formarse alrededor de este círculo, trayendo vida, trayendo polen, trayendo esporas, trayendo semillas, trayendo todo lo que hace germinar las cosas, todo lo que hace brotar la tierra, todo lo que hace crecer las plantas. Los elementales del aire, los elfos, están todos allí, trayendo las semillas para que penetren en la tierra. Ahora que la tierra está bien hermanada con todas las semillas… no, aún no ha brotado, la tierra tiene las semillas plantadas. Así que ahora tendremos a los elementales de agua, mojando esta tierra, haciendo que abarque cada semilla, cada espora, cada polen y poniendo cada uno en su lugar correcto, cada uno en el camino correcto para germinar. Y hacer que todo esté listo para que la vida renazca, ¡para que la vida nazca de nuevo en la tierra!
Y luego, os pido a cada uno de ustedes que repitan conmigo:
¡De la Tierra he venido! ¡Volveré a la Tierra! Soy hijo de Gaia y tengo el deber en mis manos de cuidar de mi madre, de cuidar de este planeta, de cuidar de este planeta porque me lo da todo, me da algo que comer, me da algo que beber, me da el aire que respirar, me da una casa en la que vivir. Mi papel era cuidar de mi madre, ¡pero fracasé! Y aquí estoy hoy, mi madre Gaia, pidiéndote perdón por todo lo que hice y por todo lo que no hice para ayudarte. Pero hoy, en este momento, ¡soy consciente de todo el daño que te he causado! Y seguro que, ahora y en el futuro, sufriré las consecuencias de lo que he hecho. Pero hoy mi conciencia está cambiando, madre mía, y ahora te hago una promesa: que haré todo lo posible para tenerte más amor y cambiar mis actitudes, siendo consciente y estando seguro de que si no cumplo esta promesa mi futuro será muy incierto. Pero ahora mismo, ¡también os dejo todo mi amor! Y que este círculo que está frente a mí representa toda tu superficie y que todo el amor que está siendo depositado aquí te ayude a renacer de las cenizas y te permita seguir alimentándome y dándome las condiciones para vivir en tu casa. ¡Perdóname, madre mía! ¡Perdona a mi madre! ¡Perdona a mi madre!
Si miras ahora el círculo (quien pueda ver, claro) verás que ha brotado mucho, florecitas, frutas, arbolitos, ¡todo está brotando y así será en todo el planeta! ¡Porque la luz ya ha ganado! ¡No se llevarán tu comida! ¡No ganarán! ¡Recuerda siempre que eres más fuerte que todo y que tienes el poder de cambiar! ¡Tienes el poder en tus manos! Deja que cada uno haga su papel, ¡no esperes al otro! No tienes que unirte al otro, ¡deja que cada uno haga su parte, en pequeñas acciones, en pequeños gestos, en la conciencia que se crea y aumenta cada día! ¡Demuestra la conciencia que tienes hoy! Y no penséis que será fácil quemarlo y que todo volverá, porque podría llegar un punto en el que no volvería. Así que todo el mundo tiene que hacer su parte, emanando luz, emanando amor, emanando ayuda a Gaia para que responda de esta manera, ¡para que tenga la fuerza y renazca de las cenizas! Porque si juegas con ello, llegará el momento en que Gaia no haga nada más, ¡y entonces la situación se volverá muy crítica! Así que ¡sabed nutrir el amor del planeta! Gaia misma ha dicho que lo que estáis haciendo no es por ella, ¡es por ustedes! Estáis creando las condiciones para que ella se recupere, de lo contrario ella seguirá su camino y ustedes os quedaréis atrás. Hay que tomar conciencia. ¡Tienes que tomarte en serio lo que está pasando! Y daros cuenta de a dónde os lleva todo esto, a vuestra destrucción, al hambre, a la desesperación, a los conflictos. Este es el futuro que quieren para ti. ¿Y cómo lo cambias? ¡No dejándose manipular por ellos! Emanando luz. Siendo realmente un pilar de luz. No siendo ese pilar que no presta atención a nada y se deja manipular, porque entonces les estás dando fuerza. Tienes todo en tus manos, así que ¡sé cómo usarlo! ¡Saber usarlo!
Desgraciadamente, podemos hacerlo aquí, actuaremos a través de tu fuerza. Ahora tienes que dar el primer paso, porque no podemos coartar tu libre albedrío. Si no haces nada, no lo haremos. Ahora, cuando des el primer paso, volveremos atrás y lo maximizamos todo, como se está haciendo y como se ha hecho hoy. Así que ¡sabed cómo hacerlo! ¡Sepan cómo hacerlo! ¡Sepan ser pilares de luz eficaces! El proceso no se ha detenido, pero cuanto más avance, más os atacarán, porque aumenta la desesperación. Entonces, ¿qué necesitáis? ¡Que os hagáis cargo del proceso! ¡Que seáis realmente la luz! ¡Y que no os dejéis manipular! ¡No os dejéis engañar por nada! ¡Solo sed luz!
Esta meditación se puede repetir en cualquier momento y sin cambiar de hora, porque yo la dirigiré. Ahora, no hagan citas para hacerla de vez en cuando, ¡todos la harán juntos, todos la harán en su propio tiempo! Cada uno lo hará cuando le apetezca, cuando pueda, ¡cuando quiera! Espera a que separe la meditación del resto de lo que se está diciendo y podrás repetirla cada vez.
¡Haz de las palabras que he dicho una oración! Pero no esas oraciones que repites a medias, porque hay que decirlas con el corazón para que tengan valor, para que Gaia se dé cuenta realmente del amor que le tienes. Si no, no lo hagáis, ¡porque no servirá de nada! Y que cada uno use lo que tenga, que use la técnica que tenga. ¿No tienes técnica? Usad vuestra propia energía durante cinco minutos y seguid haciéndolo. Será importante, muy importante, que sigáis haciéndolo a cualquier hora, cualquier día, ¡pero hacedlo! Será tu contribución al planeta, pero sobre todo a ti mismo, para que puedas darle a Gaia la fuerza para resurgir de sus cenizas. De lo contrario, ¡no ocurrirá nada! Así que pensad bien lo que vais a hacer, pensadlo muy bien. ¡Y dejad de ser masas de maniobra para la no-luz! Porque hay una mayoría de ustedes aquí que habláis a lo grande, decís que estáis haciendo cosas y haciendo que sucedan cosas, ¡pero estáis siendo una masa de maniobras para la no-luz! ¿Por qué digo esto? Haced un autoanálisis y lo sabréis, es todo lo que voy a decir. ¡Porque cada uno de ustedes sabe exactamente lo que está haciendo! Así que mirad dentro de ustedes mismos y ved lo que estáis haciendo, si estáis haciendo lo correcto o no. La conclusión a la que lleguéis está bien, la elección será solo tuya.
Que cada uno de ustedes duerma realmente con esta conciencia de su papel en el planeta. Esto será de suma importancia para vuestro futuro. Pensad en ello.
Traducción: Bernadete Maria Marafon
Revisión: Regiani Maria Bugalho
