¡Queridos! ¡YO SOY EL ARCÁNGEL MIGUEL!

¡Lo que quiero deciros hoy! ¡El proceso ha comenzado! ¡El encuentro ya está planeado y está sucediendo! Por lo tanto, me gustaría pedir a aquellos que se quejan de todo, que todo lo que hacen siempre tiene un problema, ¡que aprendan a calmarse! Empiezan a darse cuenta de que precisamente por esa aura que le ponen a todo, siempre resulta en un problema. Así que esto, hermanos míos, ¡también es un proceso de aprendizaje! ¡Aprender a confiar en lo que estás haciendo! ¡Aprender a liberar la buena energía! 

Todo lo que comienza con mala voluntad o mala energía, ¿cuál es el resultado? Les garantizo que no es bueno. Así que tengamos paciencia y calma, porque es con equilibrio que todo se resuelve. No vale la pena quejarse como un niño. ¡No tiene sentido gritar como un desesperado! ¡Porque el desequilibrio engendra más desequilibrio! Así que ¡mantén la calma! Todo está sucediendo cómo debe. ¡Y ya puedo decirte que va a ser maravilloso! No hay de qué preocuparse.

Pero hoy quiero sacar un tema que creo que está en la mente de muchos – ¿qué camino está tomando el planeta?

Muchos de ustedes no seguís las noticias, os aisláis completamente -no digo que estéis equivocados, es vuestra elección-. Pero también queréis vivir en un mundo imaginario. Por supuesto, tenéis que ser capaces de discernir lo que oís, discernir lo que veis y tener siempre protección a vuestro alrededor. Pero yo diría que aislarse, no querer saber nada es conveniente y cómodo. Es como ese ermitaño que se mete en una cueva y no tiene ningún problema, no sabe lo que pasa en el mundo exterior y está allí con una vibración muy alta. ¿Está equivocado? Yo no diría que está equivocado, porque lo correcto y lo incorrecto es un concepto de dualidad. Pero diría que está en una situación muy diferente a la de alguien que está en medio de un incendio, alguien que está en medio de un vendaval.

Y entonces te hago una pregunta: 

¿Quién aprenderá más de la vida?

¿Quién sabrá afrontar mejor las situaciones? 

¿Quién sabrá cumplir mejor sus lecciones? 

Ese ermitaño, que está ahí aislado, ni siquiera tiene la oportunidad de aprender las lecciones, porque se ha aislado en una burbuja. Entonces, ¿cómo le llegaron las lecciones? Por supuesto que le llegaron algunas. Pero es como si se moviera a cámara lenta, las cosas suceden muy despacio para él. Los que están ahí, en medio de la confusión, en medio del fuego, saben mirar cada problema y aprenden a ver la verdad o no. Aprenden a salir de las situaciones, porque tienen que hacerlo. 

Entonces, ¿quién gana en esta historia? 

¿Quién evoluciona más rápido?

¡Lo que traigo aquí es para meteros cosas en la cabeza! Como decís ustedes, pulgas detrás de las orejas (de verdad que no entiendo cómo alguien quiere pulgas detrás de las orejas, pero es un decir lo que decís). 

Así que, hermanos míos, siempre vuelvo a una palabra que me encanta: 

¡Equilibrio!

Ni tanto allí ni tanto aquí, ¡el centro es lo ideal!

Así que no se trata de aislarse de todo. “¡Oh, no quiero saber nada! 

No quiero saber lo que pasa en el mundo”. 

Tampoco se trata de estar pegado a las noticias las 24 horas del día.

Hace falta equilibrio, sentido común y perspicacia.

¿Por qué perspicacia?

¡Para saber si lo que se muestra y se dice es verdad o no! Pero tú te aíslas de todo, no quieres saber nada, así que ¿cómo vas a adquirir perspicacia?

¿Cómo vas a saber si lo que estás viendo y oyendo es verdad o no?

Te has aislado, ¡no quieres saber nada! No te interesa porque vives en la Luna, ¡no vives en la Tierra! Así que no te importa nada de lo que pasa en la Tierra, ¡no te concierne!

Pero tú vives en la luna, ¿no? Así que, hermanos míos, ¡es hora de pensar! ¿Qué está bien y qué está mal, ya que estáis en la Tercera Dimensión? ¿Qué está bien y qué está mal? Lo repetiré: 

No hay bien ni mal, ¡hay equilibrio! 

Hay que poner la cara en la ventana, no cerrar la ventana y no ver nada. Porque cuando acercas la cara a la ventana puedes sentir si el aire está limpio o no, y entonces tienes la opción de cerrar la ventana. Pero si siempre tienes la ventana cerrada, ¿cómo sabes cómo será el aire de fuera? Nunca lo sabrás porque siempre la tienes cerrada. 

Hermanos míos, para nosotros, el momento actual del planeta es hermoso. 

Entonces me diréis: 

“¡Espera, Arcángel! ¿Crees que lo que está pasando en el planeta es hermoso? ¿Tantas cosas destruidas, tanta gente muriendo, tantos desequilibrios en la naturaleza?”.

Y yo responderé

¡Gaia está evolucionando! ¡Gaia se está limpiando de las energías negativas que habéis puesto en ella!

Hablemos un poco del fuego. Fuego, el Sol puede generar fuego. ¿Y qué hace el fuego? Consume, transmuta, ¡reconstruye! No, no estoy diciendo aquí que alguien vaya a salir a quemarlo todo, “¡porque el Arcángel dijo que quemar es bueno!”. ¡No tergiversen mis palabras! Existe el fuego malo, que destruye, destruye por destruir, porque tiene la mano del hombre, tiene la mano del mal. Ahora está el fuego etérico, el que no quema, el que transmuta. Y muchas veces necesita transformarse en fuego físico para que la limpieza sea completa.

¿Y cuál es la diferencia entre uno y otro? 

Cuando es un fuego necesario, empieza y termina donde tiene que terminar. Cuando es un fuego maligno, no termina, ¡simplemente se extiende! Lo mismo ocurre con el agua. El hombre ha cambiado el curso de los ríos, ha construido presas, ha cambiado la forma de ser de Gaia en relación con el agua. Entonces, cuando se inunda y todo el mundo lo pierde todo, ¡piensas que es un castigo o que Gaia está enfadada! ¡No! Gaia está devolviendo (no en venganza), toda acción tiene una reacción y Ella sólo está practicando la reacción. Los vientos están fuera de control, ¡todo está exacerbado! ¡El planeta entero está en total cambio! ¿Y qué es todo esto? La evolución del planeta. ¿Y por qué es tan difícil esta evolución? ¡Tú la has hecho difícil! ¡Compreendê-lo!

Para ascender, Gaia necesita remover sus entrañas, necesita transformar su interior, y esto llegaría a la superficie de todos modos. Sólo que si fuera algo equilibrado, sería suave, sería pacífico, podríamos decir que sería en regiones deshabitadas. Pero con todos los cambios que has hecho, todo lo que Gaia necesita hacer, ya estaba dentro de ella, ¡porque sabía que un día ascendería! ¡El programa estaba listo! Sólo que al seguir este programa, ¡tú estabas en medio de él! Lo cambiaste todo. ¡Así que no te quejes ahora! 

¿Y qué tiene que ver esto con lo que he empezado a hablar? Todos te hemos estado diciendo que cada uno tendrá su propia cuenta, ¡que no será igual para todos! Pero todos tienen lecciones que aprender sobre el planeta, ¡todos sin excepción! 

Así que, volvamos al tema inicial. Aislarte de todo, no querer saber nada, no te quita cuota, ni te enseña a pensar qué hacer en determinadas ocasiones. Es como si te creyeras demasiado poderoso. “¡Oh, soy mejor que todo el mundo! ¡No necesito saber nada por qué no aprobaré!”. Ten cuidado, ¡podrías equivocarte! ¡Mirar lo que pasa también es una lección! A algunos les duele el corazón. A otros no les importa. Otros piensan: “¡Oh, es su problema! No es mi problema, ¡así que todo está bien!”. Como si vivieran en la Luna y no en la Tierra. Así que, hermanos míos, llevamos tiempo diciendo:

¡Has pasado por momentos difíciles! ¡Están ahí, sucediendo a la vista de todos! ¡Excepto para aquellos que no ven nada, que no quieren involucrarse en nada, que quieren estar aislados! No quieren saber, viven en la luna, ¡no viven en la Tierra! Ahora, una pregunta que dejo para que cada uno responda:

¿Qué es toda la humanidad en la Tierra? ¡Es una sola cosa! Así que no tiene sentido rehuir el problema de otro, ¡porque el problema que hoy es de otro, mañana puede ser tuyo! 

¡Así que hoy voy a dejar muchas pulgas detrás de muchas orejas! ¡Porque hay mucha gente que no entiende nada! ¡Y el tema es para pensar, no para entender! Sólo quiero que recuerden siempre esta palabra: ¡Equilibrio, eso es todo! Equilibrio no es ese niño que nunca se mete en la tierra porque su mamá no quiere que se ensucie. Equilibrio es meterse en la tierra, ensuciarse, ¡ser feliz! Entonces, ¿de qué lado estás? ¿Los que quieren ser ermitaños en relación con el planeta? ¿O los que son unos mamones de las noticias, que leen todo lo que aparece y, lo que es peor, se lo creen todo? ¿De qué lado estás?

Oigo a mucha gente pensar “¡Pero si tú mismo has dicho que no hay que escuchar las noticias!”. Sí, lo he dicho y lo repito. ¿He dicho alguna vez que no deban escuchar nada? ¿Qué deberíais aislarnos del mundo? ¡No he dicho eso! Recuerdan siempre: ¡No quiero marionetas! ¡Quiero seres pensantes que incluso puedan desafiar lo que digo! ¡Y eso me encanta! Porque sé que ahí hay alguien que piensa y que incluso puede encontrar otra salida a lo que le he dado, ¡y eso me encantará aún más! Porque eso demuestra que están evolucionando, que no son lo que se dice vaquitas, meneando la cabeza ante todo. Entonces, hermanos míos, ¿cuál es la sabiduría? Yo diría: ¡miradlo todo con el corazón! ¡Analicen todo con mucho cuidado! Y diría más, ya lo he dicho aquí y lo diré de nuevo: 

No quiero grupos meditando a cierta hora, ¡no quiero! O mejor dicho, digo que no es bueno, ¡por eso no lo quiero! ¡Siempre es importante tener un ser de luz contigo!

Así que, continuando. ¿Qué haces cuando ves todo este desequilibrio en el planeta? ¿Te quedas mirando? ¿Te asustas? ¿Lloras? ¿Qué hacéis? Entonces, yo diría que si cada uno de ustedes en su casa, en su momento, en su tiempo, mirara todo eso y emana luz, emana amor, ¡estaría haciendo un gran bien a sus hermanos y hermanas! ¡Mirar todo destruido y sentir pena, por ello no hace ningún bien! Ahora mira todo con tu corazón y emana mucha luz para que todos en ese lugar puedan encontrar un camino iluminado y fácil. ¡Piensa cuánto podrías ayudar! Porque ya ves, no es alguien que te ha dicho. “Ah, en tal y tal lugar” ¡No! ¡No! Esa energía llegó a tu corazón, ¿de qué manera? No lo sé, pero lo hizo. Así que puedes hacer algo con lo que sentiste.

Así que, en conclusión, hermanos míos. Aislarse, no querer saber nada en este momento, en este punto de la ascensión de Gaia, ¡no es la mejor solución! Es como si estuvieras siendo llamado a actuar. ¡Es como si Gaia te estuviera gritando! Gaia llora cuando todo lo que está sucediendo afecta a sus hijos, pero Ella no puede hacer nada porque tiene que seguir su camino. Un camino que ya fue trazado en el momento de la creación de este planeta, no hay forma de cambiarlo. Simplemente, no está yendo según lo planeado debido a las acciones del hombre. Así que Gaia está sufriendo y llorando mucho. Por lo tanto, si cada uno de ustedes mira dentro de su corazón y siente lo que está sucediendo allí, ¡envíen mucha luz! ¡Emanen mucho amor! ¡Y no importa la hora que sea! No importa. Lo que importa es tu actitud hacia lo que está sucediendo. No se trata de aislarse y pensar que no pasa nada. Es mirarlo todo y darte cuenta de que “ahí está mi energía”, ¡porque es la suma de toda tu energía la que causa todo esto! Así que ¡pon tu granito de arena! ¡Muéstrale a Gaia que la estás ayudando en este viaje dándole tu amor, tu luz! ¡Y todos esos hermanos y hermanas que están pasando por esos problemas han recibido esta luz! “¡Ah, pero yo soy uno!” Te digo esto: ¡puedes ser uno, pero tu conciencia se extiende! Y dentro de poco no serás uno, porque creas una gran red, creas una gran atmósfera de luz. Pero necesitas uno para empezar, necesitas uno para iniciar el proceso. ¡Y déjanos ayudar a que tu energía se extienda!

Mira un campo en llamas y llena tu corazón de nubes, nubes llenas de agua, y siente en tu corazón esas nubes desplomándose sobre ese fuego.

Mira un lugar inundado y en tu corazón siéntete rescatando a todos, hombres y animales, que estaban allí. 

¡Mira un huracán en acción y en tu corazón lanza un cálido viento de amor y ve aplacando la furia de ese huracán!

Hermanos míos, hermanos míos, ¡no tenéis ni idea del poder que tenéis! ¡Pero lo que hace falta es que actuéis! No penséis, no creáis y no estéis seguros: “¡A mí nunca me pasará!”. Nadie puede decir eso. La Tierra es una, no hay varias Tierras. El viento que sopla en el otro lado puede soplar aquí. ¡El temblor que ocurre en el otro lado puede temblar aquí! Así que nunca pienses que es problema de tu hermano y que tú no tienes nada que ver.

Y yo diría un poco más, hacer y hacer mucho para que su cuota con Gaia disminuya y realmente pueda crear un camino ligero y fácil. Pero no se puede hacer nada con la mente. “¡Oh, así que voy a hacerlo para librarme de mis problemas!”. ¡No servirá de nada! ¡Gaia siente lo que cada uno de ustedes está pensando! ¡Así que hacedlo! ¡Actuad mientras aún estáis a tiempo! 

¡Yo diría que cada vez más todo lo que está sucediendo sucederá! ¡Porque este es el camino! ¡La reacción ya ha comenzado y no hay quien la pare! Así que pon tu granito de arena aislado, solo. Pero ten por seguro que si tu amor y tu luz emanan del corazón, todos estaremos a tu alrededor, amplificando enormemente tus sentimientos. Y con el tiempo, seguro que pasarás por algunos contratiempos, pero todos serán muy fáciles de resolver.

Ahora depende de ti. 

¿Quieres permanecer aislado, sin querer saber nada, porque no te gusta, porque no quieres sufrir, porque no quieres involucrarte? Muy bien, ¡esa es tu elección! Pero recuerda: 

Nada se aprende de forma aislada. Las lecciones se aprenden en medio de la batalla, no viéndola desde la barrera. Sólo los que están dentro pueden decir: “¡Yo aprendí!”. ¡Y tú ciertamente lo hiciste! Ahora bien, los que se limitan a mirar, los que no ceden, los que no se preocupan, ¡también están creando su propio camino! No lo dudes.

La elección es suya, hermanos míos. Pero no olvidéis nunca una palabra importante, que es mi símbolo: ¡equilibrio! Pensad siempre en la balanza, que siempre tiene que estar equilibrada para poder dosificar correctamente. ¡Elegid! ¡Elegid sus caminos y actitudes! Y de una forma u otra, ¡siempre estaremos aquí, ayudándote en todo lo que podamos! Pero, sobre todo, amplificando, difundiendo y provocando el crecimiento de todos los sentimientos positivos que emanas.

Traducción:: Bernadete Maria Marafon

Revisión: Regiani Maria Bugalho