¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡SOY ASHTAR SHERAN!

El proceso está en marcha y muy acelerado. ¿Y por qué no ven nada? ¿Y por qué no se enteran de nada? ¿Y por qué parece que todo está parado? Estas son algunas de las preguntas que me hacen a mí y a otros seres a diario.

Les pregunto a cada uno de ustedes: durante todo este camino, de preparación, de colocación en esta jornada de ascensión, ¿en algún momento tuvieron algo palpable en lo que apoyarse? ¿En algún momento tuvieron la certeza palpable de que el proceso de ascensión realmente existe? ¿O solo lo sintieron en el corazón? ¿O solo sintieron el cambio interno que hicieron? ¿O se dieron cuenta de que se convirtieron en mejores seres humanos?

Espero que hayan respondido que se dieron cuenta de todo eso. Porque se dieron cuenta de que están ahí, evolucionando, aumentando el cociente de Luz, cada día. ¿En nombre de qué? ¿De nada? ¿Lo están haciendo porque está de moda, les parece bonito, les parece interesante? Pero el cambio les está haciendo bien, ¿no? Entiendo que sí, porque si se están convirtiendo en mejores seres humanos cada día, hay algo en el aire que no perciben. Hay algo sucediendo en el planeta que no perciben. Pero se han comprometido, han entrado en este proceso y ven la diferencia.

Lo que ocurre en el planeta en su conjunto no es visible. Nuestro trabajo no es visible. No hay máquinas trabajando, no hay seres trabajando en algún lugar para que podamos demostrarles que estamos haciendo algo. Nuestro trabajo es mucho mayor, porque trabajamos con energías. Trabajamos en la destrucción de egregores. Trabajamos en la destrucción de todo lo que se ha creado en este planeta para emanar energía negativa hacia ustedes.

Pero ustedes no ven esto. Y, en consecuencia, piensan que no está pasando nada. Muchos tienen una sensación inexplicable de que algo va a suceder en cualquier momento. ¿Qué sensación es esa? No hay nada que indique que algo vaya a suceder. Pero ustedes lo sienten, ¿y por qué? ¿Por qué piensan que algo va a suceder? No hay respuesta, porque no hay nada tangible a lo que aferrarse.

Entonces, lo que estoy diciendo aquí es que el proceso efectivamente está en marcha y se está acelerando. ¿Y qué proceso sería ese? El proceso de limpieza del planeta, de las egregoras del planeta. El proceso de emanación de Amor, de Amor puro, al que muchos en el propio planeta están contribuyendo. ¿Y por qué? ¿Por qué están contribuyendo a este proceso de emanar Amor? ¿Qué va a hacer esto? Va a ¿Detener una guerra? ¿Será posible? ¿Serán capaces de hacerlo? ¿Traerán realmente la paz al planeta? ¿Esta emanación de Amor cambiará los corazones de los gobernantes? ¿Será posible? Piénsenlo.

Entren en un ambiente donde solo hay discusiones, desarmonía, competencia. Podría decir que este ambiente es el ambiente de trabajo de muchos de ustedes. Pero intentad un día llegar un poco antes que vuestros compañeros y emanad Amor a este ambiente. Llenad el ambiente de Amor, de Luz. Es como si creaseis una Luz etérea y la colocaseis en cada punto de ese ambiente. Regalad a cada compañero esa Luz brillante. Y colocadla en la mesa de cada uno. Y el ambiente comenzará a brillar, con mucha Luz. Observad lo que sucederá. Hagan esta experiencia.

«Ah, pero ¿cómo crear una luz etérea?». Ustedes saben lo que es una lámpara. En sus mentes, vean la lámpara encendida. ¿Está sujeta a algún casquillo? No, solo están viendo la lámpara encendida. ¿Se dan cuenta de que en sus mentes pueden crear cualquier cosa? Entonces, creen una lámpara. Solo que no tendrá la Luz de vuestro mundo; tendrá una Luz blanca cristalina, que es la Luz de lo etéreo.

Entonces, solo eso. Pensad en una lámpara, con la forma que queráis; y llenadla de Luz cristalina. Y ponedla sobre la mesa de cada compañero. Ponedla en el techo, varias en el techo. Después me diréis la diferencia. El único problema es que esta Luz se disipa. ¿Y por qué se disipa? Porque consume toda la energía negativa del ambiente. Es como si fuera un… un pequeño animal hambriento. Y va comiendo toda esa energía, solo que come y se autodestruye. Y al final del día, o tal vez mucho antes, las lámparas ya se habrán apagado. Pero, ¿cómo quedó este ambiente?

Esa egregora de energías negativas ha sido consumida. Puede que no haya sido consumida totalmente, pero una buena parte sí. «Ah, ¡pero los compañeros siguen emanando energía negativa!». Sí. Y tú seguirás generando bombillas a diario para ellos, para el ambiente. ¿Os dais cuenta de que es una guerra casi sin fin? ¿Entendéis a dónde quiero llegar?

El planeta tiene egrégoras de millones de años, que están siendo consumidas por nuestra energía. Porque en este momento, Dios Padre/Madre, así lo ha definido; que este planeta ascenderá. Entonces es necesario que Gaia esté limpia. Pero la energía generada por ustedes es constante. Por lo tanto, necesitan emanar Amor y Luz constantemente. Para que combatan y nos ayuden a combatir todas esas egrégoras.

Es obvio que la raza humana por sí sola no será capaz de eliminarlo todo. Pero os digo: al emanar Amor y Luz, estáis provocando esta energía en vuestro mundo. Estáis provocando esta energía en aquellos que os rodean, en aquellos que entran en contacto con ustedes. Y cada uno de ellos lleva consigo un poco de esta energía, la lleva a sus casas y contamina a los que están en sus casas.

 «Ah, pero la energía se disipa». Sí. Pero tú estás plantando una Luz dentro de cada persona. Y cada día esa Luz está trabajando en esa persona. Y aquellos que se dejan envolver por esta Luz, comienzan a emanar menos energías negativas. Porque algo comienza a cambiar dentro de ellos. No lo comprenden, no saben qué es, pero también cambian. Y se genera menos energía negativa.

Entonces es un trabajo incesante, constante, en el que no pueden parar. Así que ahora les pregunto a cada uno de ustedes: ¿Ven el resultado de su trabajo? ¿Ven a quienes les rodean cambiando, aunque sea en pequeños aspectos? ¿Lo ven? Espero que respondan que sí, porque si no ven ningún cambio a su alrededor, entonces no están emanando Amor y Luz.

Entonces, de la misma manera, ver el resultado es algo muy sutil. Es algo muy delicado, tenue. Pero ustedes quieren ver el resultado de lo que hacemos. Nuestro trabajo es mucho mayor. Es a nivel planetario, no a nivel personal. El nivel personal lo dejamos para ustedes. Nuestro trabajo es limpiar este planeta. Y, en consecuencia, ir destruyendo la fuerza que las egregoras negativas aún imponen sobre ustedes.

Y a medida que se destruyen, más Amor queda en el planeta. Porque todo el amor que emanamos también se consume, porque estamos destruyendo las egrégoras. Pero algo queda y ese Amor se está extendiendo. El día en que este planeta sea solo Amor puro, ustedes ascenderán; Gaia ascenderá.

Entonces, este es nuestro trabajo. No es mostrar, ni dar…, como ustedes dicen, satisfacciones por lo que se está haciendo. Observen a su alrededor. Observen cada uno su mundo. El mundo de cada uno es lo que lo rodea, son las personas que lo rodean, son las personas con las que tiene contacto. Ese es su mundo. Entonces actúan en su mundo. Y no es poco. Porque cada uno, en el que actúan, se convierte en un multiplicador de su energía. Y esta se extiende.

¿Entienden cómo ocurre el proceso? No hay medidores de la cantidad de Amor que se emana. Pero les puedo garantizar que estamos haciendo progresos maravillosos. Porque ha llegado el momento. Entonces, ¿qué pueden hacer ustedes? Ayudarnos a generar Amor y Luz para su mundo. Para que las personas que están en él multipliquen su Amor y Luz. Porque salen de su contacto lleno de Amor y Luz y lo emanan a quienes son su contacto.

Miren con ojos de Amor y verán los cambios, no con ojos de exigencia; no con ojos de incredulidad. Porque si miran con ojos de incredulidad, no ven nada. Es necesario poner Amor en los ojos. Y verán todo el cambio que está ocurriendo en sus mundos. Observen. Pero observen con Amor.

Silencien al ego que insiste en decir: «Estás haciendo esto en vano. ¿Para qué? ¡No ves ningún resultado!». Eso es el ego hablando. Son sus mentes parloteando. Pero no es lo que dice el corazón. Busquen la Presencia Divina. Es a través de ella que emanan Amor y Luz. Y cada vez más fuerte. Porque ella tiene poder.

Entonces amplifica todo lo que emanan. Pero necesitan estar en la Presencia Divina. Entonces, antes de cuestionar, antes de dudar, miren a su alrededor con Amor. Y verán cada una de sus respuestas.

Para el Código de Luz de hoy, les dejo las siguientes frases:

«Creo en la Luz.

Creo en el Amor.

Creo en mi cambio.

Y creo que estoy viviendo este cambio en este momento».

 Después de estas frases, digan esta palabra:

 ¡Senterpótinum! ¡Senterpótinum! ¡Senterpótinum!

Y recuerden siempre: el Amor y la Luz son las armas que tienen en este momento. Si algo les ataca, de cualquier forma: verbal, física; anclen inmediatamente la Presencia Divina y llenen el ambiente de Luz. Si quieren, también, a la persona de Luz. Hagan la prueba.

No quieran dar rienda suelta a través del ego. Serán empujados cada vez más, porque los que están a su alrededor se sienten molestos con su ligereza, con su Luz. Y como no pueden alcanzar esta Luz, intentan desequilibrarles.

¿Cómo van a responder? Emanando más Luz. Deslumbren su mirada. No sigan el mismo camino: replicando, peleando, respondiendo. Eso es ego. «Ah, ¿pero ahora tendré que tragarme todo?» Si todavía piensan que esto es tragarse todo, necesitan cuidar su ego; con urgencia.

Recuerden, esto no los hace menores, inferiores, como muchos podrían decir, tontos, por callarse cuando son agredidos. Esto los convierte en seres cada vez más evolucionados, cada vez más amorosos. Porque es como si ese ser que los está provocando fuera un niño caprichoso. Y la cura para él es simplemente tomarlo en brazos. No decir nada. No hacer nada. Solo mostrarle amor.

 Sigan este ejemplo.

Traducción: Regiani Maria Bugalho

Revisión:  Ana Maria Souza