Queridos hermanos del planeta Tierra: ¡SOMOS LOS ATLANTES!
Muchos de ustedes, aún tras mucho tiempo de marcha, después de muchos procesos, de muchas limpiezas, de cambios de conducta, todavía, ustedes, se culpan de muchas cosas; todavía se juzgan a sí mismos. Hay muchos, todavía…, incluso podríamos decir que todavía se crucifican. No nos pongamos aquí a recordar la historia.
Muchos de ustedes vivieron en la Atlántida, vivieron en Lemuria. De alguna manera pasaron y renacieron en la Atlántida. Vivieron en Atlántida durante mucho tiempo. Hasta el momento final, que todos ya conocemos. ¿Vamos a hablar de culpa aquí? ¿Vamos a hablar de decisiones equivocadas?
Nosotros todos cometimos errores. Nosotros todos nos dejamos involucrar en todo ello. Algunos, yo podría decir que superficialmente, pero otros, profundamente por toda esta energía que llegó al planeta. ¿Y qué pena se merece esto hoy, aquí y ahora, ponernos a mirar hacia atrás, azotándonos para deshacernos de esos errores? ¡De nada servirá! La mirada hacia atrás debe tener una única función: ¡El perdón! Sólo eso. Llenar el corazón de Amor y pedir perdón.
Fueron muchos años, siglos, milenios intentando limpiar todo lo que se había hecho. Pero debido a la propia estructura del proceso, logramos muy poco. Porque la conciencia estaba bloqueada. No se nos permitió aprender, saber, comprender; y los errores se repitieron. Así que vuelvo a la pregunta: ¿Tiene algún sentido crucificarnos ahora?
¡No!, no sirve de nada. Todo lo que hicimos, ¡hecho está! No hay cómo revertirlo. No hay cómo deshacerlo. Todo lo que se puede hacer es modificar la energía del momento. Es modificar el dolor que causamos o el dolor que nos causaron. ¿Y cómo se hace esto? Ya lo dije, a través del perdón!
Cuando el perdón se hace desde el corazón, desde lo más profundo del alma, estas energías se vuelven livianas, casi que desaparecen. Y nuestra marcha pasa a ser mucho más ligera y más iluminada. ¿Qué es el perdón? Es el reconocimiento más profundo de un error cometido. Y cuando se actúa así, en la mayoría de las veces se aprende la lección. Es casi como si cerráramos una caja con ese problema dentro. Y eso nunca más nos asombrará. Podrá pasar delante de nosotros, pero no nos conectaremos con él, porque aquello está superado. Esa lección fue aprendida.
Así que el tiempo ahora ha sido de perdón; perdonar y pedir perdón. Nunca es demasiado, nunca es en exceso, porque son milenios de existencia; muchas conexiones, muchas actitudes. Millones de actitudes y errores. Así que es necesario, como… casi que a diario, pedir perdón y perdonar; para que nuestras almas puedan irse iluminando, dejando todo esto para atrás.
Cada punto que todavía necesita ser revisado para obtener el perdón, siempre volverá. El propio universo te lo traerá de regreso, para que tú te des cuenta de que hay un punto crítico en tu jornada. Y que necesitas mirarlo.
Eran otros tiempos, otras eras, otras costumbres. Lo que se hizo en ese momento fue lo mejor que pudimos hacer. ¡Erramos mucho! ¡Sí, erramos! ¡Todos erramos! Pero ahora ha llegado el momento en que Dios Padre/Madre, en su infinita sabiduría, nos dice: «Hijos míos, pidan perdón y perdonen. Y todo este pasado será encerrado de una vez por todas.
Reciclen las energías; transfórmenlas en puro Amor y Luz, en Armonía, en Paz. Y cada uno de ustedes estará contribuyendo con todo este proceso».
Así que esto es lo que debemos hacer: perdonar y pedir perdón. Pruébalo. Y ustedes verán lo cuánto más ligeras se volverán sus almas.
Para el Código de Luz de hoy, les dejo las siguientes frases:
“El libre albedrío no siempre trae la mejor elección.
Siempre tuvieron opciones y alternativas; bueno y malo.
Con consecuencias buenas y malas.
Pero Yo Soy un ser divino.
Y como tal, pido perdón y perdono, a cada persona que sea necesario”.
Tras de estas frases, diga estas palabras:
¡Amoperatinum! ¡Amoperatinum! ¡Amoperatinum!
Muy pronto todos podrán conocer su historia. Todos conocerán cada paso dado en su jornada. Prepárense para el no juicio. Será en ese momento cuando el perdón dado o el perdón solicitado surtirá efecto o no. Porque mirarás esa escena y nada más te conmoverá. Porque tú ya habrás destruido la energía que estaba ligada a ese momento, a través del perdón. Es necesario! No se olviden de hacer esto.
Traducción: Ingrid Elena Sanchez Schnoor Nunes
Revisión: Ana Maria Souza
