Queridos hermanos del planeta Tierra ¡SOMOS LOS ATLANTES!
Muchos aún creen que somos una leyenda. Que nuestras tierras nunca existieron. Que todo lo que se cuenta son cuentos, cuentos, cuentos, cuentos. Pero yo os digo que esas historias son verdad.
Vivimos aquí, en el planeta. Y por una serie de razones que ahora no caben, sucumbimos. Pero aprendimos la lección. Y hoy estamos encarnados en millones de ustedes en todo el planeta. Millones de ustedes saben que proceden de la Atlántida. Y cada uno de nosotros reavivará esa llama muy pronto.
Cada semilla estelar que esté encarnada en el planeta en este momento recibirá de vuelta todo lo que una vez tuvo. Y serán conscientes y sabrán exactamente qué hacer. Porque cada uno de nosotros tendrá un papel. Cada uno de nosotros no se reencarna en este momento sólo para completar el número de personas en el planeta. Todos tendremos un propósito, todos tendremos una función que cumplir en el momento de la ascensión.
Cada uno de ustedes recordará quién era en la época de la Atlántida. Y lo mismo ocurrirá con los lemurianos y todas las demás razas que están encarnadas aquí. Todas las semillas estelares recordarán quiénes eran, recordarán quiénes son. Y sobre todo, recordarán la función y el propósito por el cual están reencarnadas ahora.
Nosotros seremos los que dirijamos todo este proceso de ascensión para aquellos que no son semillas estelares. Sí, muchas almas terrestres están preparadas para la evolución. Han encontrado el camino y lo están siguiendo. Así que las guiaremos hasta el momento final. También guiaremos a los demás. Pero de forma que salgan del planeta a través de la Luz.
Tengan la seguridad de que tenemos mucho trabajo por delante. Nuestro papel no es sólo hacer números, como ya he dicho; nuestro papel será muy importante en todo este proceso. No sólo las almas descendientes de Atlantis, sino todas las semillas estelares que están encarnadas aquí.
Muy, muy pronto, cada uno de ustedes conocerá su papel y su objetivo a cumplir. Pero, como siempre se dice, tenéis libre albedrío. Lo cumpliréis si queréis. Si no queréis, no pasa nada. Nadie será castigado por ello. Pero recuerda que tenemos un propósito aquí. Hicimos un trato cuando reencarnamos, cada semilla estelar.
Así que esperamos que cada uno de ustedes cumpla este acuerdo. Cumplan este camino. Será necesario y muy importante en la ascensión de todo el planeta. No somos muchos en relación con el número total de humanos en el planeta, pero somos suficientes para liderar el proceso junto con los seres de Luz y junto con Gaia.
Que cada uno de ustedes se prepare. Y que sepáis que ser una semilla estelar no es sólo tener una etiqueta, es tener una misión y, sobre todo, es tener corazón.
Aquí os dejamos nuestro Código de Luz. Representa todo nuestro amor, toda nuestra experiencia y toda nuestra conciencia de nuestro papel en todo este proceso. Recibanlo con mucho amor y gratitud.
Traducción: Ana Maria Souza
Revisión: Regiane Maria Bugalho