¡Queridos hermanos y hermanas! ¡SOMOS LOS DRAGONES MILLENNIALS!
Hoy os traemos el elemento del aire.
Mucha gente no entiende cuando decimos que su cuerpo contiene todos los elementos. El aire es la fuerza vital que os mantiene vivos. Es a través de los elementos que entran en el aire que respiráis que tiene lugar todo el metabolismo en sus cuerpos. A través del aire, recibís la energía vital necesaria para manteneros vivos. Entonces, ¿dónde está la duda? Todos los elementos están en sus cuerpos.
Ustedes producen aire en sus cuerpos; gases. Y muchos se están produciendo ahora mismo. Son expulsados con cada respiración que hacéis. Así que el aire está ahí. Es parte de todo el contexto. Y es muy importante en vuestros cuerpos.
La fuerza del elemento aire en vuestros cuerpos está ligada a la mente; está ligada a las ensoñaciones; al exceso de pensamientos; a las mentes agitadas; a las mentes que no pueden parar ni un segundo. Todo esto proviene de la fuerza del elemento aire en ustedes.
Tu mundo exige atención plena en todo momento, pero desgraciadamente no es atención al momento presente. Es atención a todo lo que hay que hacer, a las tareas que hay que completar, a los objetivos que hay que alcanzar. El momento presente nunca está en tus pensamientos. Debería ser al revés. Porque al estar en el momento presente, tienes mucha más capacidad para analizar y llevar a cabo cada tarea que hay que realizar.
Entonces, ¿por qué vuestras mentes están tan agitadas? Porque no os tomáis el tiempo de mirar el momento presente. Y yo diría que os perdéis muchas cosas buenas que el universo os trae a menudo, pero a las que no prestáis atención. Porque estás más preocupado por lo que tienes que cumplir o atender.
Entendemos que hay trabajo, hay compromisos, hay tareas diarias. Pero es importante que, al menos de vez en cuando, vuelvas al momento presente. Que te detengas un minuto. Sólo un minuto. Respira hondo durante ese tiempo.
Te garantizo que no retrasará ninguna tarea, ningún trabajo que tengas que hacer. Porque en ese minuto, al respirar, te llenas de energía vital. Y trae soluciones, calma, pensamiento claro, que incluso te ayudará a resolver esos problemas que parecen no tener solución.
Hazlo varias veces al día. Date ese tiempo. Y el universo sabrá que tiene que actuar en ese tiempo para ti. Y lo que tenga que venir, vendrá en ese tiempo. Porque el universo también conspira a tu favor. Si hay tiempo presente, tiempo quieto, el universo sabrá: “¡Este es mi momento!”; y actuará.
Pruébalo. No cuesta nada. Y todo el mundo puede hacerlo. No hay contraindicaciones. Y yo te diría: enséñaselo a tus hijos. Te digo que aprenderán más rápido que tú. Tomar un descanso, un minuto. Quedarse quieto, solo respirar. Concentrarse en la respiración. Intentando no pensar en nada más, solo respirar. Inténtelo. Tus hijos te sorprenderán. Crea momentos interesantes, “¡momento de parar!”. Y todo el mundo se para. Es importante que los adultos lo hagan juntos. Para que los niños se den cuenta de que es algo que pueden imitar.
Nombra el momento como quieras. Y hazlo. Te garantizo que, con el tiempo, aprenderás y., durante este minuto, a mantener la mente en blanco. Aprenderás a conectar realmente contigo mismo, con tu esencia, con tu alma. Y esto traerá la oportunidad de muchos mensajes.
Un minuto es muy poco. No para el universo. No para que un ser de Luz transmita un mensaje. Es más que suficiente. Así que inténtalo. Solo respira. Profunda o normalmente, no importa. Y concéntrate en tu respiración. En cómo tu cuerpo se expande y se contrae con cada movimiento de la respiración.
Observad sus cuerpos. Cuanto más hagas este ejercicio, más aprenderás a vaciar tu mente, a mantener la calma, a parar en el momento adecuado. Inténtalo. No te arrepentirás. Y una vez más, te darás cuenta de que todos los elementos forman parte de tu cuerpo. Y el aire es uno de los más interesantes. Porque es a través de la respiración, como te calmas, como vuelves al equilibrio.
Pruébalo. Y si quieres aumentar este tiempo, hazlo, si puedes, pero auméntalo poco a poco. No pienses que es un ejercicio fácil. Porque la mente seguirá insistiendo. “No, no puedes parar ni un minuto. Estás perdiendo el tiempo. Lo estás retrasando todo. No pares”. La mente seguirá parloteando. Y tú dirás: “¡Ahora tienes que callarte!”. Y aprende a callarte.
Todo es un ejercicio. Pruébalo. Y verás los resultados.
Traducción: Regiani M. Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza