¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡YO SOY EL MORYA!

Estamos aquí… no, no soy sólo yo quien está aquí en este momento. Estamos todos aquí, sólo uno se adelanta para transmitir un mensaje.

La evolución de este planeta está ocurriendo, Gaia se está transformando cada día en un ser espiritual más elevado y su cuerpo, el planeta, se está volviendo un poco más limpio cada día. Entendemos que para ti es difícil pasar por todo este proceso sin sufrimiento y sin dolor.

Así que vamos a darnos cuenta de esto: el dolor y el sufrimiento siempre han existido en su planeta, desde que las sombras llegaron aquí y tomaron el control. Retrocedamos muchos, muchos siglos, incluso diría milenios. Las guerras, las barbaridades, las matanzas, sucedían en todos los puntos del planeta y no había difusión de los acontecimientos, solo existía el momento presente, cuando el enemigo se acercaba y el comienzo de una guerra era inminente.

Pocas personas sabían lo que ocurría en el resto del planeta, pero las guerras estallaban en todo el planeta. Muerte, muerte, muerte. ¿Con qué propósito? Avaricia, poder, matar en nombre de Dios, porque algunos no seguían el camino que los poderosos establecían. Hoy mirabas al cielo y te preguntabas: ¿Por qué tanta violencia?

Quizás no creas lo que voy a decirte, pero nada es peor, todo ha sido siempre así. Hay mayor violencia, hay mayor comunicación, hay interés de las sombras en que todo lo que ocurra, lo más bizarro posible, llegue a vuestros ojos y oídos.

Las comunicaciones pertenecen a las sombras, manipulan a los poderosos de las grandes redes de comunicación. No vamos a establecer aquí que todos los que trabajan bajo este techo tienen el corazón negro, no hagas eso. Están ahí siguiendo las órdenes de sus superiores, como cualquiera de ustedes, que sigue las órdenes de los jefes, aunque sea a regañadientes. Para eso están las jerarquías, para mandar, para provocar, y pocos se toman la molestia de entender lo que pasa en el nivel más bajo.

Así que dejemos de repetir que todo va a peor. Cada vez que se dice eso, se echa más leña a algo que ya está ardiendo. Nada está empeorando, todo ha sido siempre así, sólo que no había comunicación, no se transmitía el impulso a todo el planeta. Todo ocurría a escondidas, pero ocurría y pocos tenían voz para quejarse. Hoy todos tenéis voz porque tenéis un pequeño aparato en vuestras manos que transmite a todo el planeta lo que queráis, en el momento en que está ocurriendo.

Así que los poderosos ya no controlan lo que mostráis, pero hay un pequeño control. Otros se empeñan en difundirlo para generar más miedo, más desánimo, más incredulidad de que exista un mundo mejor.

Así que cada uno debe analizar qué creer. ¿Está empeorando realmente el mundo? Yo diría que hay lugares más violentos que otros, ¿y por qué? Porque hay miedo, discordia, desorden, todo lo contrario, lo que genera más energía negativa. Así que cada uno recoge lo que siembra. Tomen los números totales de su planeta y vean cuántos mueren cada día. No vivís en un intenso Salvaje Oeste, como ocurría hace mucho tiempo, hay agresiones, hay violencia, la hay. Y yo diría que cada uno la atrae a su manera.

¿Por qué hay personas que nunca han sido agredidas, que nunca han sufrido violencia, por qué? Porque no emanan miedo, confían en sus protecciones, saben que el mundo no es lo que se muestra. Ahora bien, aquellos que emanan miedo, que lo comentan todo el tiempo, atraen, exactamente, lo que temen.

Esta es una lección difícil, que la mayoría no quiere aprender. No lo creen y siguen fomentando los comentarios, la ira, la rabia, contra los gobernantes, contra todos aquellos que les hacen daño. ¿Dónde está el perdón, dónde está el Amor incondicional? Se os olvida que no estoy aquí intentando justificar la acción de nadie. Los que provocan la violencia pagarán por sus decisiones, ninguno quedará impune. Incluso pueden quedar impunes ante las leyes de los hombres, pero no ante las leyes universales.

Ahora bien, si cada uno de ellos, emana ira y odio, y comenta y fomenta y difunde, de lo mismo se atraerá, no hay forma de evitarlo. El universo que te rodea es lo que tú emanas, aprende eso. Si emanas Amor, emanas Luz, tienes una palabra cariñosa para cada momento de problema que tengas, la tendencia es que ya no atraerás nada de eso en tu caminar. Porque sólo estás emanando Luz y quien emana Luz atrae Luz, atrae soluciones, atrae prosperidad, atrae abundancia. Y como por arte de magia, los problemas se resuelven.

Ahora, si te quejas, hablas mal, lo pones todo a tu alrededor, tus palabras vuelven a crear la energía. ¿Qué atraerás? Más del mismo problema. Te gusta comentar lo malo, ¿por qué? Haciendo esto vuelves a generar el mismo egregor de aquello que te molesta, otra vez a tu alrededor. ¿Y qué atraerás? Más de lo mismo, más malestar. Ese malestar solo crecerá, porque no miras lo positivo.

Te digo que hasta en los problemas hay cosas positivas, que son experiencias de aprendizaje, que son nuevos caminos a seguir. Pero no, tú sigues quejándote de lo que te molesta y cada vez que te quejas solamente atraes más de lo mismo. Así que entiende que lo que ocurre a tu alrededor es el resultado de lo que tú emanas. No hay otra alternativa, eres lo que emanas, recibes lo que emanas, no hay otra forma de vivir.

Así que tu mundo es como es porque sólo te quejas. Pocos agradecen un momento de alegría, pocos agradecen tener un techo sobre sus cabezas, una cama donde dormir, un lugar donde bañarse, suficiente comida en la mesa, armonía en sus hogares… No, sólo os quejáis. Cada uno recoge lo que siembra; si unos son más pobres que otros, hay lecciones que aprender. Hay que pasar por algunos contratiempos para aprender a vivir. Pero ustedes no lo entendéis, sólo os quejáis y nunca olvidáis que quejarse es pedir más de lo mismo.

Este es un hábito que yo diría que es más que urgente que pierdas. Es extremadamente urgente que dejes de quejarte. Quieres cambio, quieres mejora, quieres abundancia y sólo arrojas cosas malas a tu campo energético. ¿Cómo llegará la abundancia? ¿No eres Luz, no emanas Luz, sólo emanas malestar, quejas, desarmonía, ira, revuelta?

Piénsalo, a cada momento, cuando sientas el impulso de quejarte de algo, cierra la boca y detén tus pensamientos, míralo y busca un punto positivo. Ah, te garantizo que existe. Míralo y agradece ese pequeño punto. Y te digo, si lo haces constantemente, esos puntitos de gratitud crecerán y verás qué rápido se resuelve todo. Porque ya no estás atrayendo las cosas malas de las que te quejabas en el pasado. Ahora estás siendo agradecido por cada pequeño punto positivo que llega a tu vida y eso hará que tu egregor crezca y toda la abundancia venga a ti. Un egregor quiero decir un egregor positivo.

Experimenta, haz una prueba, haz este ejercicio. Cuando vayas a quejarte, busca un punto positivo y da las gracias. Te garantizo que en muy poco tiempo verás una gran diferencia.