¡Amados hijos e hijas! ¡YO SOY SANANDA!
Estoy con ustedes todo el tiempo. Cada palabra que ha sido dicha aquí ha sido mía. Cada palabra que ha sido traída a ustedes aquí ha sido traída por mí. Tenéis que entender que este momento es un punto de inflexión, como mi experiencia cuando Juan el Bautista me bautizó. ¿Y qué significa sumergirse en las aguas? Un lugar donde no tienes control. Un lugar donde no puedes respirar. Un lugar donde tienes que conectarte y confiar en lo que estás haciendo.
Juan me metió y me sostuvo bajo el agua. La transformación fue mía. Mi deseo de conocer el camino y las propiedades de mi alma. ¿Qué es sumergirse hijos e hijas? Es lo que hace todo el mundo. Pero aquí no necesitas el agua, necesitas tu determinación, tu voluntad. Yo puedo tomar a cada uno y bautizarlo. ¿Y qué sentido tiene si no estás conectado y solo quieres decir que has sido bautizado?
El camino al desierto es lo que hace todo el mundo. Tu desierto. Llegarás a conocerte en tu Presencia Divina. En Luz, en paz, en Amor. Aquí todos buscan. La vida no se detiene aquí. Todo el movimiento que hay aquí, todo está funcionando. Pero en el camino hacia tu propio desierto, significa conectar con tu profunda, Divina Presencia. En tu camino, en tu camino.
En este momento, amados hijos, os coloco a cada uno de ustedes bajo las aguas. Vuestras aguas. Para que os deis cuenta de que sois dignos y que estáis aquí porque vuestra alma ha elegido este momento. Desnudarse de todo el proceso significa dejarse llevar, porque todo lo que habéis vivido ya no existirá.
Porque en la nueva jornada hay otras energías. Tienes que tener tus 40 días en tu propio desierto. Pero tienes que vivir este aspecto ahora. A partir de este momento, todos los que me escuchan aquí y en tus casas están siendo bautizados. Bautizados, en el sentido de vuestra unidad de reconocer quiénes sois. Y a partir de hoy, durante los próximos 40 días, os toca vivir este aspecto, en este momento de vuestra vida. Afrontando vuestro trabajo, vuestro día a día, pero como mente, sin vivir en los aspectos del juicio, sino sintiendo en la fuerza del corazón.
El camino de 40 días es tuyo, fue mío. Vas a aportar, vas a ver, vas a sentir, vas a oír, vas a intuir, todo lo que necesites, tan grande como tú. Y cuando deje el desierto, el camino comienza. Los 40 días son de preparación. Todo lo que has hecho hasta ahora ha sido para ser bautizado, en el sentido de energía. No en el contexto de tu vida, del bautismo, que ha sido incluido en todos.
Dependerá exclusivamente de eso. En este sentido, la Chispa estaba dentro de mí, y no en mi interior. Pero yo tenía la Chispa dentro de mí. Esta pequeña puerta que se abrió.
Amados, sentid el poder de este Amor, de esta Luz.
Traducción: Kelly Neri
Revisión: Regiani M. Bugalho