¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡SOY GAIA!
Cada día mi preparación se intensifica. Aún queda mucho por hacer para limpiar muchas energías que aún están atrapadas en este planeta, en mi cuerpo.
Hermanos míos, mucha sangre se ha derramado sobre mi piel, muchas almas han sido aprisionadas por el miedo, la magia y los contratos. Pero todas están siendo liberadas. Sin embargo, toda la energía del dolor y la violencia debe ser limpiada para que la frecuencia del planeta se eleve cada vez más.
Muchos se preguntan: si voy a la Quinta Dimensión, ¿Por qué esta limpieza? Precisamente por eso, cada uno de ustedes está siendo limpiado. De todas las energías que llevan sus almas, energías que pesan sobre el alma, que impiden que el alma evolucione. Y entonces yo hago la misma pregunta: “¿Para qué necesitan ser limpiados?”.
Para que puedan alcanzar el grado de frecuencia necesario para la ascensión. Del mismo modo, yo como planeta en su conjunto. No puedo ascender con tantas energías negativas en mi cuerpo. Es necesario que esas energías sean limpiadas, sean transmutadas en Luz pura.
En ningún momento hay ningún sentimiento de venganza por lo que se ha hecho contra mi cuerpo. Solo que habéis alterado energías muy poderosas y estas necesitan volver a equilibrarse. Entended que todo lo que ocurre es necesario.
Muchos me han preguntado si todo lo que ocurre en el planeta es obra mía o de aquellos que están en la superficie manipulándolo todo. Sí, hay movimientos humanos; los hay, y son profundos. Pero todos esos movimientos son observados por todos, no solo por mí, sino por todos los seres que están cuidando del planeta.
Lo único que necesitan es la conciencia del corazón. Para estar seguros de lo que están viendo y de quién está realmente allí. No se dejen engañar. Se están preparando muchos espectáculos y muchos creerán. Pero es necesario que miren con los ojos del corazón. Y en ese momento sabrán que es una farsa, una gran mentira.
Por lo tanto, es un momento muy serio, muy importante. Para que incluso aquellos de ustedes que ya están despiertos y en el camino no se dejen engañar por todo lo que se mostrará, por todo lo que se dirá. Habrá mucho teatro. Por lo tanto, tengan la certeza de que todo lo que sucede es necesario y permitido por Dios Padre/Madre.
Estoy en el camino de mi evolución, de mi crecimiento; de volver a una era que yo misma viví un día. Y pronto, todos estaremos allí. Pero para que esto suceda, necesito limpiar mi cuerpo. Necesito elevar las frecuencias de todos esos lugares, y dentro de ellos, las almas. Cuando hablo de almas, me refiero a ustedes, los humanos.
Nunca lo olviden: cada uno de ustedes está donde debe estar. Cada uno de ustedes pasará por lo que tenga que pasar. Para elevar su propia vibración y para ayudarme a elevar la mía. Sí, porque cuando elevan sus vibraciones, también elevan las mías.
Entonces, ¿Vamos todos juntos con el mismo propósito, el mismo objetivo? El ascenso. Ahora, tengan mucho cuidado con los sentimientos, con las palabras, con las acciones. Se están dejando llevar muy fácilmente por la ira, el miedo, la agresión. Cuidado con los sentimientos, con las acciones y con las palabras.
Este no es el camino de la Luz. El camino de la Luz es el camino del Amor, de la paciencia, de la tranquilidad, de la armonía. Y solo recibiréis eso cuando lo emanéis. Recordad siempre: recibís lo que emanáis. Y dejad de juzgar a los demás. Dejad de condenar a los demás. Ustedes no sois los demás. Nunca lo habéis sido ni lo seréis jamás.
Entonces no lo juzgues. No lo condenes. No eres juez, ni nunca lo serás. Mira todo con amor, con paciencia, con cariño y verás la diferencia.
Para el Código de Luz de hoy, dejo las siguientes frases:
“Soy un ser en evolución.
Mi camino está junto al camino de Gaia.
¡Juntos ascenderemos!
¡Juntos ascenderemos!
¡Juntos ascenderemos!”
Después de estas frases, diga la siguiente palabra:
¡Caprogênticum! ¡Caprogênticum!¡ Caprogênticum!
Mirad, hermanos míos, todo con amor. No juzguéis, no condenéis. Y nunca olvidéis tampoco que todo lo que os sucede es fruto de lo que emanáis. Es fruto de lo que emanáis. No fue el otro, no fue el universo, no fue Dios Padre/Madre quien lo provocó. Fuisteis ustedes mismos. Por lo tanto, analizad profundamente cada situación que estéis viviendo.
Traducción: Kelly Neri
Revisión: Regiani Maria Bugalho


