¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡SOY ISIS!
Llevo una pequeña pirámide en mis manos. Represento a todos y cada uno de ustedes con esta pirámide. Está apuntando hacia el cielo. La punta de la pirámide es la cabeza de cada uno de ustedes. La punta de la pirámide conecta con el universo y recibe de él todas las emanaciones necesarias para el momento.
Por lo tanto, considérate siempre como una pirámide, conectada directamente con Dios Padre/Madre. No pienses que esto es absurdo. Esa creencia de que Dios Padre/Madre es un ser inalcanzable, intocable, incomunicable, no existe. Cada uno de ustedes está conectado a él por la Chispa Divina. Así que sus cuerpos, o pirámides, están ligados directamente a él, recibiendo cada día todo el amor, toda la bondad, todos los sentimientos que un padre misericordioso y maravilloso puede transmitirles.
Siéntete poderoso, por esta conexión, porque lo eres.
Siéntete amado, por esta conexión, porque lo eres.
Siéntanse cuidados, por esta conexión, porque lo eres.
Véanse como pirámides con bases anchas y estables. Véanse siempre en equilibrio. Y sobre todo, véanse como seres iluminados, donde su pirámide, o ustedes, recibe toda esta Luz, pero también emana Luz. Es como si, por un momento, ustedes estuvieran cargados, llenos de la Luz de Dios Padre/Madre. Y te vuelves fuerte y brillante. Después de un tiempo, toda esta carga de Luz comienza a emanar. Y te conviertes en un emanador de Luz. Haciendo tu parte en este planeta, en este tiempo, en tu camino.
Sois como pirámides. Fuertes y equilibradas. No os sintáis diferentes. No te sientas más pequeño, más débil o desequilibrado. Sois como pirámides. Cada vez que algo sacuda tu mente o tu corazón, detente un momento, levántate y mírate exactamente como una pirámide. Absorbe la luz. Permanece en ese estado durante unos segundos. Y verás como poco después, estarás emanando Luz. Y sobre todo, estarás en equilibrio.
Sé fuerte. Sé Luz. Sé pirámide.
Para el Código de Luz de hoy, os dejo con las siguientes frases:
«¡Yo soy Luz!
Soy una Chispa de Dios Padre/Madre.
Soy una pirámide.
Soy un ser en equilibrio.”
Después de estas frases, di la siguiente palabra, 3 veces: ¡Pantólenum! ¡Pantolenum! ¡Pantolenum!
Si quieres, compra una pequeña pirámide de cualquier cristal que te guste. Tenla siempre a la vista. Y siempre que te sientas desequilibrado, mírala. Y dije tres veces: «Soy una pirámide». Y verás la diferencia. Créetelo. Ten confianza en lo que haces, y verás los resultados.
Traducción: Ana Maria Souza
Revisión: Regiane M. Bugalho
