¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡SOY ISIS!
En este momento me veo sentada frente a la gran pirámide, recibiendo toda la energía que emana de ella. Y de la misma manera, les pido a cada uno de ustedes que visualicen que están frente a esta gran pirámide y que están a su alrededor, recibiendo toda esta energía. No es necesario que estén muy cerca, manténganse a una distancia segura. ¿Qué distancia? Aquella en la que pueden mirar la pirámide y tenerla toda dentro de su campo de visión, sin necesidad de mover la cabeza.
Es suficiente para que reciban una cantidad adecuada de energía; ni más, ni menos. Esta pirámide está recibiendo mucha energía del Sol Central; y tiene la capacidad de multiplicar esta energía y emanarla por todo el planeta. Así que reciban toda esta Luz. Y cada vez que se sientan desanimados, sin fuerzas, siéntense a esa distancia de la pirámide. Sentirán toda su vibración y se sentirán mucho más poderosos.
Llenen sus corazones cada día de Amor. Cada minuto, cada momento, cada acción, cada pensamiento, cada palabra. No se dejen envolver por energías que…, pueden afectarles indirectamente, por sentir lástima por aquellos que están pasando por todo eso.
Entonces, yo diría: No tengan ese sentimiento. Cuando vean una imagen o una historia sobre alguien que pasa hambre, alguien que está en una situación vulnerable, no sientan pena. Sentir pena es lo mismo que decir: «Lo veo, pero no voy a hacer nada». Eso es lo que significa sentir pena. Entonces cambien su vibración.
Llenen su pecho de Amor, de Luz; y dirijan ese Amor y esa Luz hacia esa escena, hacia ese lugar. Porque el Amor y la Luz sabrán qué hacer para ayudar a esa persona que está allí. Y ustedes, lamentablemente, no tendrán acceso a ella, por la distancia o por no poder hacer nada en ese momento.
Entonces, aprendan, no sientan lástima. Emanen Amor, emanen Luz. Es el mayor regalo que pueden darles a estas personas. No sientan lástima. No sientan pena. Y mucho menos se sientan culpables. Recuerden, cada uno está donde su alma eligió estar. Cada uno está allí porque resonó con la energía de ese lugar. No critiquen, no juzguen. Solo envíen Amor y Luz.
Muchos de los que viven en zonas de guerra, muchos de los que viven en zonas de hambruna, provocaron eso en tiempos pasados. Hicieron pasar hambre a muchos, provocaron guerras en muchos lugares. Hoy solo están recibiendo la energía que emanaron. Sintiendo en carne propia todo lo que un día provocaron. No hay nada que juzgar. No hay nada que criticar. Y no hay que sentir lástima. Hay que enviar Amor y Luz. Solo eso.
Entended que, en cualquier momento, cualquier acción que estéis realizando, hacedla con Amor. No os irritéis. No digáis maldades. No gritéis. ¿Es difícil? Mirad con Amor. No os quejéis. Porque el problema que está ahí, al quejarse, solo aumenta. Entonces, enviad Amor a eso; a lo que sea. Amad lo que estáis haciendo. Y verán que en un instante lograrán romper esa energía que les está causando molestias. Lograrán iluminar eso y ver la salida.
Así es como resuelven el problema: con Amor y Luz. El Amor rompe la energía, la forma-pensamiento, la emanación negativa que está ahí; y la Luz muestra la solución, muestra el camino, muestra la salida. No lo olviden.
Para el Código de Luz de hoy, les dejo las siguientes frases:
«El camino aún está lleno de piedras.
En cada una que piso, recuerdo que tengo que amarla.
Porque si la pisé, no estaba presente.
Necesito estar presente para guiar mi camino.
Para que siempre pueda elegir el camino más cómodo a seguir».
Después de estas frases, di la siguiente palabra:
¡Capretógenum! ¡Capretógenum! ¡Capretógenum!
Hermanos míos, es momento de emanar Amor y Luz. No hay otras actitudes. No hay otros caminos. Sed Amor. Sed Luz. Y siempre encontraréis el alivio y la salida a cada una de las dificultades que aparezcan en el camino.
Traducción: Regiani M. Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza
