Bien, vamos a comenzar nuestra Meditación. Ten la Tableta frente a ti.
Así que ahora vamos a empezar nuestra Meditación.
Todos con la Tabla frente a ustedes. Podéis colocar la Tabla delante de ustedes sobre la mesa o sobre vuestro regazo, como queráis. Y primero coloca tus manos en forma de oración.
Abrid las manos por encima de la Tabla, y sentid el planeta girando entre vuestras manos, este hermoso planeta azul que se mueve en este momento, girando entre las manos de cada uno de ustedes.
Repitan conmigo:
«Envío, Amor y Luz al planeta Tierra.
Envío Amor y Luz al planeta Tierra.
Envío Amor y Luz al planeta Tierra».
Siente cómo la energía sale de tus manos y penetra en el cuerpo del planeta.
Imagina en ese momento que el planeta es una gran Bola de Luz Azul Cristalina. Cree el planeta en el azul más claro, y que está girando como una gran bola de cristal.
En este momento, clavo mi espada de arriba abajo en el centro del planeta.
Sigue girando y mi espada ilumina todo el interior del planeta. La luz azul de mi espada sobrepasa la luz cristalina del planeta, haciéndolo más azul, un azul brillante.
Mi espada en ese momento llena el planeta de Amor y Luz. Y todo el resplandor que sale a través del planeta penetra en vuestros cuerpos, llenándolos de Amor y Luz.
Repitan conmigo:
«Soy uno con el planeta Tierra.
Soy uno con el planeta Tierra.
Soy uno con el planeta Tierra».
En este momento, toda esta luz que está siendo emanada por mi espada se concentra en el centro del planeta, y tú comienzas a emanar la Luz Azul que se ha apoderado de tu cuerpo.
Así que ahora estás emanando la Luz Azul.
En este momento, retiro mi espada del planeta y este vuelve a ser el planeta azul que siempre ha sido.
La energía azul sigue fluyendo de las manos de cada uno de ustedes.
En ese momento, el planeta comienza a disiparse entre vuestras manos.
Y colocas las manos sobre la Tabla para detener el envío de energía.
Date cuenta de que el envío de hoy ha sido más rápido, pero ¿por qué? Todavía tenéis la energía de la Meditación de ayer, del Portal 09/09, así que tenemos que respetar vuestros cuerpos, tiene que haber un equilibrio.
El viernes volveremos a la intensidad normal. Porque cuando emanas Amor y Luz, también vuelve a ti, es como si Gaia fuera un mamparo donde tú lo envías y ella lo devuelve. Y no quiero que nadie se sobrecargue de energías de manera que enferme o se desequilibre. Pero la misión de hoy se ha cumplido, Gaia ha recibido todo el Amor y toda la Luz de cada uno de ustedes, estad seguros de ello.
Dejo a cada uno de ustedes en este momento con el corazón lleno de Luz, como una bola de Luz iluminada que rodea los corazones de todos ustedes. Que cada uno de ustedes mantenga esta bola, alimentando la Luz en vuestro Templo Interior, aumentando aún más el poder de vuestra Presencia Divina.
Gratitud, hermanos míos, por nuestro encuentro de hoy, mucha gratitud.
Traducción: Regiani Maria Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza
