¡Queridos hermanos y hermanas del planeta Tierra! ¡YO SOY KUTHUMI!
Muchos regalos han llegado a ustedes. No tienen que usarlos todos a la vez. No tienen que recordarlos todos a la vez. Lo importante es que sepáis que existen y los utilicéis siempre que sea necesario; con mucho amor, con mucha gratitud.
Hoy os traigo una nueva conciencia: la conciencia del Ser de Luz que cada uno de ustedes, pero no esa creencia superficial y casi impotente que tenéis. Una creencia que os impide estar con el Yo Superior, con la Presencia Divina. Una creencia de que no te lo mereces; de que tienes demasiados errores; de que no puedes conectar con nada ni con nadie. Porque no sería verdad, estarías escuchando cualquier otra influencia, excepto las de aquellos que realmente se preocupan por ti.
La conciencia que traigo es para que cada uno de ustedes comprenda, definitivamente, que las energías de Luz, las energías que os protegen, no juzgan, no critican; no disminuyen ni aumentan el amor que tienen en función de vuestras acciones. Os amamos incondicionalmente. Recordadlo siempre. Esta es una máxima que debes repetir como un mantra: “YO SOY amado o YO SOY amada, incondicionalmente, por los Seres de Luz que me protegen”.
No se trata de una determinación diaria. Es algo que debes repetir siempre que te apetezca; siempre que te apriete el corazón y necesites ayuda. Antes de pedir ayuda, di estas palabras para que tu corazón y tu mente crean en lo que realmente estás pidiendo.
Mis hermanos y hermanas, la Chispa Divina, está dentro de ustedes. Está dentro de todos nosotros. Somos un pedacito de Dios Padre/Madre. Él no está afuera, juzgándote, mirándote. Está dentro de tu corazón. Con una sola acción: amándote. No voy a decir que cuando haces cosas que no debes, es casi como si cerrara los ojos para no ver, pero sigue ahí, con todo su amor, sin juzgarte. No cambia su forma de quererte porque hagas algo que no debes.
Incluso aquellos que siguen el camino sin luz, la Chispa está ahí. No se apaga por falta de Amor. Está casi extinguida porque es consumida por las sombras. Es como si estuviera colocada en una gran caja oscura donde la Luz no puede pasar. Pero está ahí. El amor de Dios Padre/Madre sigue ahí, incluso en ese hijo que no lo quiere como su representante.
Así que creedme: sois Seres de Luz. Sois seres capaces de todo. Pensad siempre: ¿Qué habéis traído a vuestra vida? No fue nadie más quien lo trajo, fuiste tú. “Ah, pero mi vida es mala”. Acéptalo. Tú lo has atraído. Este es el gran obstáculo que pones en tu vida todo el tiempo. Poner la responsabilidad de algo que no es bueno para ti, en los demás o en Dios Padre/Madre. Es como si ellos fueran responsables de traerlo a tu vida. Y no lo son.
Tú te lo buscaste. A través de tus creencias, tus actitudes, tus pensamientos, tus palabras. En esta vida y en otras vidas. No importa. Todo lo que experimentas hoy, sea bueno o malo, fue creado por ti. Lo atrajiste de alguna manera. Así que, yo diría, piensa profundamente en el poder que tienes. Date cuenta del poder que tienes. Para atraer cosas a tu vida. Tú tienes ese poder. Nadie atrajo nada, fuiste tú.
Así que, del mismo modo que tú has atraído situaciones que no te gustan, muchas personas están agradecidas por todo lo que tienen, por todo lo que experimentan. ¿Y por qué? ¿Son privilegiados? No. Supieron recorrer el camino. Supieron plantar buenas energías, que vuelven como buenas energías también. Y viene la prosperidad, viene la felicidad, viene la alegría. Todo viene junto.
Así que, para repetirlo, hoy quiero traerte esta conciencia: Eres un ser poderoso. Repite eso también. “Yo soy un poderoso Ser de Luz”. Te enseñan a repetir mantras del sánscrito o del hinduismo, y los repites varias veces y te parecen interesantes. ¿Por qué no repetir mantras en tu propio idioma? “Yo soy un poderoso Ser de Luz”.
Repite 7 veces.
“Yo soy un poderoso Ser de Luz.”
“Yo soy un poderoso Ser de Luz.”
“Yo soy un poderoso Ser de Luz.”
“Yo soy un poderoso Ser de Luz.”
“Yo soy un poderoso Ser de Luz.”
“Yo soy un poderoso Ser de Luz.”
“Yo soy un poderoso Ser de Luz.”
Y siente la energía que se apoderará de tu cuerpo. Cree lo que dices. Como este, puedes crear muchos mantras. Repítelos 7 veces cada uno; tantas veces como quieras. Pero mantras que traigan Luz, sabiduría. Empieza siempre por: “Yo Soy”. Y dale un atributo positivo. Aprende a hacer eso. Y estarás plantando semillas de Luz. Y en el futuro, recogerás los frutos, que serán mucha más Luz.
No te apegues a las cosas pequeñas. Los mantras deben girar siempre en torno a ti. Aquí tienes algunos ejemplos de mantras que ustedes pueden desarrollar.
Soy capaz de amarme a mí mismo.
Soy capaz de crear un camino iluminado.
Soy capaz de conectar con cualquier Ser de Luz.
Soy hermoso y poderoso. Sí, eres hermoso; a los ojos de Dios Padre/Madre, todo el mundo es hermoso.
Estoy agradecido por todo lo que tengo.
Estoy agradecido por todo lo que vivo.
Estoy agradecido por mi familia.
Estoy agradecido por todo el Amor que recibo.
Son todos mantras positivos, que puedes elegir al azar o crear mantras nuevos. Dales siempre la capacidad: “Soy capaz…”. Y empieza a creer lo que dices. No es hablar por hablar. Es creer lo que dices.
Ahora hay un mantra que puedes hacer cada noche antes de irte a dormir. “Yo Soy, mi Divina Presencia”. No, no se repite. “Yo soy mi Divina Presencia”. Empieza a hacer este mantra 7 veces antes de irte a dormir. Y os garantizo a todos y cada uno de ustedes que todo el miedo, todos los sentimientos de inferioridad que tengáis sobre hacer cualquier tipo de conexión, desaparecerán. Siempre y cuando lo hagan con amor y crean en lo que se está diciendo.
¡Vamos, hermanos míos! ¡Crezcamos en Luz! Vibremos en Luz. Cada mantra atrae Luz hacia ti y tú hacia ella. Y empiezas a emanar más Luz. Así que dejemos que cada uno desempeñe su papel. Que cada uno crezca en Luz. Y que cada uno confíe en que es capaz de ser un ser muy, muy poderoso.
Traducción: Kelly Neri
Revisión: Regiani M. Bugalho