¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡SOY KUTHUMI!
En este momento, miro este planeta y veo un planeta iluminado, casi listo para su ascensión completa. Ya no es ese planeta oscurecido, bloqueado, listo para sucumbir a las energías negativas.
En este momento, el gran foco de todos nosotros es la civilización humana. La Luz llega intensamente. Muchos están despertando. Muchos están tomando conciencia de muchas cosas, como si despertaran de un largo sueño, de un tiempo de mentiras e ilusiones.
Desgraciadamente, gran parte de este planeta, de la humanidad, no despertará; no de la forma que nos gustaría. Abriendo sus corazones íntegramente a la Luz y al Amor. Renunciando a los placeres efímeros, a los vicios, a los comportamientos inadecuados; porque se han vinculado tan profundamente a las enseñanzas que les han sido transmitidas que no admiten construir nuevas ideas en sus mentes.
Ninguna religión ha traído la Luz por completo. Muchas predican el Amor, sí, pero lo predican de forma errónea. Predican el Amor dependiente; el Amor que impone; el Amor que subyuga; el Amor que domina. No ven a los hombres y las mujeres como seres equilibrados, con los mismos poderes. Subyugan al sexo femenino, agreden, violan, torturan, menosprecian. Del mismo modo, aquellos que se salen de la norma por sus opciones sexuales son combatidos, asesinados, agredidos, humillados.
Entonces, la mayoría aún tiene un largo camino por delante. Porque no pueden ver todo con Amor. Solo ven con juicio, con crítica; basándose en verdades aprendidas, difundidas, dentro de las mentes de otros humanos. Ninguna verdad fue dicha por los Seres de Luz, no estas que propagan. En su mayoría, fueron manipuladas y modificadas para que aprendieran a mantenerse en el camino equivocado.
Muchos suelen decirnos: “¡No fue culpa nuestra! Nos enseñaron así”. Pero yo les hago una pregunta: ¿Les gusta que los humillen? Entonces, ¿Por qué humillan a un hermano? ¿Les gusta que los critiquen? Entonces, ¿Por qué critican a un hermano? ¿Les gusta que hablen mal de ustedes, que se burlen de ustedes, que se rían de ustedes? Entonces, ¿Por qué hacen lo mismo con un hermano?
Entonces me dices que no fue culpa tuya. Pero, ¿Dónde está tu discernimiento? ¿Dónde está tu corazón? No te gusta que te hagan eso a ti, pero te sientes bien haciéndoselo a los demás. ¿Qué enseñanza es esa? ¿Dónde está tu sentido común? ¿Dónde está el amor en tu corazón?
Entendemos, sí, que se creó un mundo de ilusión, un mundo de mentiras. Pero, ¿Por qué muchos despertaron? Y algunos me responderán: “Ah, pero son almas evolucionadas y ya sabían que todo eso era mentira”. No. Porque te afirmo que muchas almas que nunca estuvieron en la Quinta Dimensión, hoy están despertando. Están volviendo a sí mismas y viendo los errores que cometieron.
Entonces, ¿Qué argumento vas a usar ahora? ¿Que no fue culpa tuya? La propuesta para el cambio está ahí. Muchos la aceptan. Muchos la aceptaron. Pero la gran mayoría no. Y siguen con este subterfugio: “Me enseñaron así”. Entonces, ¿Por qué te enseñaron a hacer daño a alguien, vas a seguir haciéndolo? ¿Solo porque te lo enseñaron?
¿Dónde está tu sentido común? ¿Dónde está tu corazón? ¿Dónde está tu propia mente? ¿Te dejas llevar por la mente de los demás? Ah, sí, ¿Eres parte de esa masa manipulable que sigue ciegamente a alguien que está al frente hablando, expresando su opinión, tal y como él la entiende? ¿Y tratando de transmitir esa misma opinión a los demás? Entiendo, eres parte de esa masa.
Hermanos míos, no me vengan con esa frase hecha: “Así lo aprendimos, por eso no tenemos la culpa”. Eso no existe. Son elecciones. Todo son elecciones. No intenten redimir sus errores simplemente diciendo: “No fue culpa mía”. Siempre han tenido libre albedrío. ¿Y qué es el libre albedrío? Es el poder de tomar sus propias decisiones. Es el poder de hacer sus propias elecciones. No las elecciones que les mandan hacer.
Entonces, no sigan usando esa retórica de que no sabían, de que aprendieron mal, porque eso no sirve para justificar, hoy, que sigan haciendo todo eso. Lo que hay que hacer es asumir los errores. Es pedir perdón. Es perdonar. Ese es el movimiento. Es aceptar. “Tomé decisiones equivocadas. Actué mal. Usaré el perdón para corregir”. Eso es. Ese es el camino.
Seguir insistiendo en la retórica de que no tuvo la culpa, por lo tanto no necesita hacer nada, no lo llevará a ninguna parte. Es necesario que tomen las decisiones correctas. Es necesario que el Amor inunde sus corazones por completo. No es momento de dejarse llevar por “A” o “B”, por la creencia “A” o “B”, por las opiniones de “A” o “B”. Tomen sus propias decisiones. Solo así podrán evolucionar.
Hay que aceptar que se ha cometido un error; hay que cambiar, tomar nuevos caminos y nuevas posturas. No existe una línea divisoria en la que se pueda poner un pie en la Quinta y el otro en la Tercera. Tu cuerpo es uno solo. Tiene que estar de un lado o del otro. No hay término medio. Así que aprende a tomar tus propias decisiones. La Luz te lo está mostrando todo. No finjas que no lo ves.
Para el Código de Luz de hoy, dejo las siguientes frases:
“Cada elección, un resultado.
Cada camino, una vivencia.
Cada actitud, una devolución.
Tengo libre albedrío.
Necesito, y debo, tomar buenas decisiones”.
Después de estas frases, diga la siguiente palabra:
¡Tretilútinum!¡Tretilútinum! ¡Tretilútinum!
No hay justificaciones, hermanos míos. ¿A quién se están justificando? No necesitamos eso. Dios Padre/Madre no lo necesita. No serán sus justificaciones las que les harán evolucionar, sino sus actitudes y sus elecciones. Recuérdenlo siempre.
Traducción: Kely Neri
Revisión:Regiani Maria Bugalho
