¡Queridos hermanos y hermanas del planeta Tierra! ¡YO SOY KWAN YIN!
Desciendo de los cielos con mis dragones blancos, trayendo amor y equilibrio a cada corazón que me escucha.
No temáis nada, hermanos míos. No podemos decir aquí que las noticias son excelentes, que todo permanecerá florido, ordenado; que todos se tomarán de las manos y sonreirán; que todos despertarán y estarán listos para la ascensión. Lamentablemente, no podemos hacer eso, porque no sería la verdad, la realidad.
No te traemos buenas noticias en el sentido de lo que vas a experimentar. Pero no puedes tener miedo. No dejes que el miedo se apodere de ti ni un segundo. Necesitas confianza y fe en el camino que has recorrido. Es como si hubieras viajado por senderos que te han conducido a altas montañas, a lugares seguros que te mantendrán protegido de la avalancha que caerá en el valle.
Por desgracia, la Luz lleva tiempo en el planeta. Muchos se niegan a mirarla. Muchos se niegan a seguir la Luz porque no quieren perder todo lo que les da la Tercera Dimensión. Los placeres efímeros; la falta de reglas; el poder tener libre albedrío para actuar como quieran, sin importar si lastiman o no a un hermano o hermana; si lastiman o no a otro ser.
A muchos no les preocupa eso; les preocupa vivir, ser libres y no preocuparse por las consecuencias. Porque en sus mentes, no existen. Pueden hacer lo que quieran. Dios Padre/Madre puede castigarlos, en su filosofía, pero eso tampoco les preocupa demasiado.
Así que, por desventura, todo ha quedado demostrado. Hubo muchas oportunidades de avanzar hacia la Luz, de elegir el camino de la Luz. Pero la gran mayoría no lo miró. Algunos miraron y no les gustó lo que vieron, porque vieron control, vieron la pérdida de muchas cosas; donde no se dan cuenta de que el mayor control es exactamente con lo que viven.
Así que, hermanos míos, no se quedarán en el planeta, tendrán que irse. Y tal vez ese sea el espectáculo que no será bonito de ver, pero será necesario, para que esas almas aprendan que estaban siendo controladas. Que lo que les ofrecíamos era Libertad; que los placeres que experimentan solo les aprisionan más y más. Y que todo lo que experimentarían en la Quinta Dimensión no tendría comparación con lo que experimentan aquí.
Pero los momentos de elección están llegando a su fin. Muchos aún despertarán. Pero serán aquellas almas que acaban de llegar aquí. Y que ya están preparadas; no tuvieron que pasar por todo el recorrido que ustedes hicieron. Bastará un giro de llave para que recuerden quiénes son y cuál es su misión. E inmediatamente destacarán entre la multitud; saldrán de la Matrix.
Por otra parte, también tengo que decir que muchos no se irán. Porque están tan impregnados de todo lo que ofrece Matrix que no serán capaces de seguir adelante. Permanecerán atrapados en la Matrix, atrapados en la Tercera Dimensión.
Así que, hermanos míos, no os arrepintáis de nada, porque el camino que habéis creado os ha sacado del lodo, os ha sacado de lo que está por venir. El camino sigue siendo duro. El camino no será sencillo. El camino no será fácil. Pero tendréis problemas diferentes; no es lo que les ocurrirá a los que se queden atrás.
Cada uno está en un punto diferente del camino. Y cada uno vivirá lo que es inherente al punto en el que se encuentra. Algunos están al frente y superarán todo con facilidad. Otros están al principio de su camino y verán cómo todo ocurre un paso por detrás de ellos; pero conseguirán mantenerse al margen.
Así que ahora no es el momento de tener miedo. El momento es de estar agradecido contigo mismo. Se trata de estar agradecidos a vuestras almas por haberos sacado de ahí. No importa por lo que pases. Será ínfimo comparado con el resto. Aún tienes muchas posibilidades de ir a la Quinta Dimensión. Los que se quedan, no. Ya habéis tomado sus decisiones.
Así que sé agradecido todo el tiempo. Pase lo que pase, agradece el camino que has elegido recorrer y que te ha llevado hasta donde estás. No importa lo lejos que estés en el camino. No importa lo lejos que tengas que ir. Lo que importa es que has elegido la Luz; has elegido seguir la Luz. Y esto te hace diferente del resto.
Así que, hermanos y hermanas míos, no tengáis miedo, porque el miedo os arrastra hacia atrás. El miedo os arrastra en medio de la confusión. Creedme, lo superaréis todo porque habéis elegido la Luz y la Luz no os abandonará. Sed firmes, sed agradecidos y continuad el camino. Seguid adelante. No os permitáis volver atrás.
El caldero está hirviendo en el centro. Y ustedes están en los bordes, lejos de todo el proceso. No os dejéis arrastrar por la fuerza del caldero, porque sigue siendo fuerte. Permaneced en la Luz. Agradeced a sus almas.
Y confiad.
Ustedes llegarán.
Traducción: Regiani M. Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza