Queridos hermanos del planeta Tierra ¡SOY MAITREYA!
Mucha alegría y gran satisfacción en mi corazón por estar hoy aquí. Un nuevo ciclo comienza para todos en este planeta. Este nuevo ciclo será un ciclo intenso, revelador y transformador, pero sobre todo será un ciclo de cambio interior, será un ciclo de sanación de todo aquello que no os ha traído bien a cada uno de ustedes, y desgraciadamente para muchos será la decisión definitiva de permanecer en la Tercera Dimensión.
Dios Padre/Madre al crear un alma en el universo no crea un alma para nada. Las metas existen para cada alma: popular un orbe, popular un planeta, popular una estrella, no necesariamente tienen que ser seres físicos, son almas, que pueden estar en cualquier forma, de cualquier manera en cualquier punto del universo.
Están las almas aprendices, las que traerán las lecciones, las que mostrarán al universo lo que está bien y lo que está mal; están las almas superiores, las que vienen a mostrar la Luz, a mostrar el camino, pero ningún alma es creada para nada; ningún alma es creada sin propósito.
En este momento no se juzga a nadie. No estamos sentados aquí alrededor de una gran mesa juzgando a cada ser de este planeta, más bien estamos observando a cada ser, observando cada elección para que podamos ayudar a aquellos que piden nuestra ayuda y que verdaderamente desean seguir el camino de la Luz.
Hay quienes dan la espalda a la Luz, quienes siguen hacia las sombras, pero nosotros los vigilamos, no los abandonamos; al contrario, siempre estamos ahí esperando un pequeño resquicio que puedan dar para que podamos actuar, para que podamos mostrarles el camino, para que podamos mostrarles la Luz. Así que para estos tenemos mucha más atención y mucho más trabajo. Para los que siguen el camino de la Luz ya sabemos que han hecho una elección y actuamos cuando se nos llama, cuando se nos pide.
Así que no hay alma en este planeta que no conozcamos. Y un punto importante: no sólo estamos activos en este planeta, no somos seres centrados exclusivamente en el planeta Tierra; hay otros orbes que se están preparando para recibir la gran oleada de almas que saldrán de aquí. Así que estamos trabajando en varios puntos del universo, llevando la expansión a estos orbes, a estos planetas porque recibirán muchas almas a la vez y tenemos que prepararlos para que no haya desequilibrio en ese lugar.
Nuestro trabajo ha sido intenso, no hemos parado ni un solo minuto; minuto, en vuestro tiempo, para nosotros es el momento presente, no hay secuencia temporal. Como dije al principio, este será un año de transformación en el que el enfoque ya no está en el Todo, el enfoque está en cada uno de ustedes; es lo que cada uno de ustedes elegirá para su camino, porque la Luz está excavando más profundamente cada día en sus células cerebrales trayendo conciencia, trayendo sabiduría para estos nuevos tiempos.
Muchos están teniendo las revelaciones de sus propios caminos que se están haciendo, y francamente no lo están disfrutando en absoluto; se encuentran lamentando todo lo que alguna vez han hecho mal, pero este no es el momento para juzgar, ni es el momento para la autocompasión. Ha llegado el momento de mirar tus errores, utilizar el perdón y avanzar, evolucionado, transformado; esta es la intención de esta gran Luz que está llegando. Cada uno recibe su parte de Luz en función de su frecuencia: cuanto más vibras la Luz, más recibes, más atraes la Luz, para que la transformación se produzca rápida, intensa y eficazmente.
Los que no vibran la Luz, por el contrario, se exponen cada vez más; es como si la Luz apagara efectivamente lo que ellos son. Ya no pueden enmascararse, ya no pueden disfrazarse. No es que la Luz no les ayude, lo hace, porque hoy pueden ver lo que realmente son, lo que realmente hacen y piensan. Y hay un momento de reflexión: “¿Es esto correcto, qué estoy haciendo? ¿Estoy siguiendo el camino correcto? ¿Es esto realmente lo que quiero?”
Y cada uno está haciendo su elección, continuar siguiendo ese camino o tener el intento de cambiar, hacer la elección de cambiar. Así que será un año de transformación. ¿Por tu planeta? Obviamente lo hará. Gaia estará removiendo muchas cosas, estará aplicando sus propias lecciones, porque necesitas aprender mucho en relación con el planeta. No será un año fácil, no será un año tranquilo. Tu clima estará cada vez más descontrolado, pero no descontrolado sin propósito; el descontrol es exactamente para mostrar el efecto de todo lo que has hecho a lo largo del tiempo.
Cada uno recibirá su cuota, cada uno recibirá lo que ha provocado. No es un castigo, no hay castigo; es el retorno de la energía que tú mismo has sembrado. Plantas en relación con los demás y plantas en relación con el planeta. Por supuesto, hay una dosis de perdón por parte de Gaia, porque os han inducido a hacer muchas cosas; os han inducido a hacer lo que le hacéis al planeta y lo que habéis hecho, pero cada uno de los que hoy estáis conscientes, ¿cómo estáis cambiando, qué estáis haciendo para dejar de cometer los mismos errores, qué estáis haciendo para cambiar?
Muchos sólo hablan, no hacen. Así que cada uno recibirá su parte, cada uno recibirá aquello que le hará pensar exactamente lo que ha hecho, para que pueda cambiar o no; también dependerá de la elección de cada uno. Así pues, no será un año fácil en ningún punto, ni en los cambios internos ni en los externos del planeta. Será un año muy difícil, pero sin duda de mucho aprendizaje. Y tendrás mucha ayuda. Los galácticos estarán aquí, ayudando a aquellos que deseen cambiar efectivamente el planeta, ayudar al planeta, reparar muchas de las cosas que ustedes han hecho.
Ahora, muchos de ustedes se preguntarán: “¿Pero qué sentido tiene que el planeta entre en la quinta dimensión? Así que respondo, cada ser en este planeta que se está moviendo hacia la Luz tendrá su momento de ascensión, pero cada uno a su tiempo, cada uno a su propia velocidad. Entonces, ¿sería justo que todos nos cruzáramos de brazos y dejáramos que todo pasara para que los que siguen aquí evolucionando sufrieran por todo? No, por eso tenemos que pensar siempre que algunos evolucionarán, pero otros permanecerán aquí aún evolucionando.
Por lo tanto, hay que hacer muchas cosas para que sobrevivan, de lo contrario no habrá supervivencia en este planeta. Tendrás que cambiar muchas cosas, tendrás que hacer muchas cosas para que todo no se convierta en un caos, porque la cosecha llegará. Digamos que has tardado millones de años en destruir el planeta y ahora lo recuperarás en unos días. Ya no hay tiempo para que pasen décadas o cientos de años antes de que recibas la cosecha. La cosecha será rápida porque Gaia está ascendiendo. Hay un plazo para su ascensión.
Así que todo será muy rápido, todo será muy fuerte, pero cada uno estará donde tenga que estar; cada uno pasará por lo que tenga que pasar; cada uno vivirá lo que tenga que vivir; cada uno sobrevivirá si tiene que sobrevivir; si es la elección del alma, de lo contrario perecerá. Las decisiones ya han sido tomadas por vuestras almas, y cada uno de ustedes está donde debería estar. Ten siempre esta certeza: “¡Estoy donde tengo que estar!” y todo te llegará como tiene que llegar, según tu cosecha.
Nadie será agraviado, nadie será juzgado, nadie recibirá más por culpa del otro; cada uno recibirá su parte. Este es el gran camino que se emprende hoy. Cada uno recogerá lo que haya sembrado, con la intensidad que lo haya hecho, consciente o inconscientemente. Nada estará de más, nada será injusto. Todos recibirán su parte.
Así que hermanos míos, aquí estamos todos con los brazos abiertos, pedirnos ayuda si se os hace demasiado pesado, demasiado difícil, y no encontráis el camino. Estaremos muy agradecidos de miraros a cada uno de ustedes y señalarles el camino, mostraros el camino de la mejor manera posible para que podáis elegir. Recuerda, nunca te decimos el camino, te mostramos varios caminos, entre ellos el camino correcto, y depende de ti, con tu fe, con tu creencia, saber elegir el camino correcto, porque está ahí, te lo ponemos delante, pero muchas veces no lo ves. Pero si no pides nuestra ayuda ni siquiera estará ahí para ser elegida. Así que si pides nuestra ayuda el camino correcto estará ahí, casi iluminado, para que lo veas más fácilmente, pero será tu corazón el que encuentre la dirección correcta.
