¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡SOY MAITREYA!
En este momento, llenen su corazón de Luz, sientan la fuerza Crística en su pecho, trayendo alegría, trayendo paz y equilibrio.
Que el Amor reine en su corazón.
Que cada paso que den sea de Luz.
Que cada pensamiento sea iluminado.
Que cada palabra sea de esperanza.
Que cada acción sea también iluminada.
Es necesario, hermanos míos, que se vistan con mucho Amor, con mucha Luz. No crean que les estamos advirtiendo innecesariamente. Sabemos lo que vendrá. Serán tiempos muy turbulentos. Pero solo para aquellos que hoy se empeñan en no seguir el camino de la Luz; se empeñan en no hacer cambios. Pensar que todo esto es una gran tontería.
Para los demás, todo dependerá mucho de cómo cada uno mire hacia adelante. Puede ser que sus ojos solo vean un horizonte soleado, ignorando todo lo que sucede a su alrededor. Puede ser que vean un horizonte soleado, pero con algunas nubes que cubren un poco el sol. Y puede ser que no veas el horizonte soleado, porque solo usted ve nubes oscuras, como una gran tormenta que se acerca. ¿Y cómo saber lo que usted verá?
¿Qué usted emana hoy? ¿Qué estás haciendo hoy, en este momento? En este momento de ahora, estás construyendo el final de este camino que ves en el horizonte. Entonces, aprende a construir tu camino. No te dejes envolver por nada. Hay que mirar todo con ojos de Amor.
No juzguen, ni critiquen, no idolatren, no tomen partido por nadie. Lo que cada uno pasa, es parte del camino construido por él. No juzguen lo que no saben. No tengan lástima ni compasión por nadie. Cada uno pasa lo que ha sembrado. Esta es la Ley del Retorno; implacable, inmutable.
¿Cuántas retribuciones has tenido en tu vida? ¿Todas usted entendió? Pero espero que al menos hayan aprendido. Puede que no hayas conocido el origen, pero espero que hayas aprendido la lección. Para construir ese sol brillante en el horizonte.
Entonces, las acciones de hoy definen el mañana. No tomen el dolor de nadie. No eres juez para juzgar a nadie. Ni para absolver a nadie. No existe un tribunal. Solo existe la Ley del Retorno. Entonces, lo que cada uno pasa es la construcción de sí mismo.
Abran sus corazones con Amor. Amor puro. Y no teman nada. No teman nada.
Para el Código de Luz de hoy, les dejo las siguientes frases:
«Yo veo un horizonte soleado.
Hoy creo este horizonte.
Hoy soy un ser consciente de cada paso,
de cada pensamiento, de cada acción y de cada palabra vivida por mi mismo».
Después de estas frases, digan la siguiente palabra. ¡Procântenum! ¡Procântenum! ¡Procântenum!
No teman nada, hermanos míos. Confíen en su propio camino. Confíen en lo que han construido. Pero las lecciones tendrán que ser aprendidas por todos, incluso por ustedes.
Traducción: Manuel Vargas
Revisión: Ana Maria Souza
