¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡SOY MAITREYA!
Cada uno de nosotros tiene una misión. Y hemos cumplido, cada uno la suya, con mucho Amor y con mucho éxito.
No interpretéis el mundo en el que vivís hoy como un mundo peor o como si las cosas estuvieran tomando un rumbo muy extraño. Podemos decir que, hasta hace muy poco tiempo, vivíais en un gran teatro, donde había una pared de cristal pintada con los colores y las formas más hermosas que podríais imaginar.
Pero este cristal se rompió y lo que ocultaba, hoy es visible. Y no les gusta lo que ven, porque estaban viviendo dentro de una gran ilusión. No, las personas no están cambiando. Están siendo verdaderamente lo que son. Sus ojos no veían cómo eran, porque estaban envueltos en un gran velo que solo dejaba pasar cosas bellas, del medio y de las personas.
Los velos han caído, hermanos míos. Ya nadie puede esconderse. Así que, comprendan lo que realmente está sucediendo. Todo está saliendo a la luz. Los golpes, las artimañas, los acuerdos… Y esto es solo la punta del iceberg. Porque las grandes revelaciones aún están por llegar. Por ahora, os escandalizáis, sí, porque interpretan y pensáis que todo está empeorando. No. Todo está como siempre ha estado. Solo que ustedes no lo veían.
Todo está al descubierto. Los velos han caído. Y aún verán mucho más. Este es el papel de la Luz: iluminar, mostrar, exhibir y, al mismo tiempo, derribar los velos. Entonces, el mundo de color de rosa en el que muchos creían vivir, en realidad nunca existió. Ustedes fueron manipulados para convencerse de que era de color de rosa. Pero detrás de los velos, ocurría lo que ven hoy: la realidad; lo que muchos llaman un mundo feo y violento.
Muchas almas encarnadas hoy, están en este planeta desde hace muchas eras. Vienen de épocas sangrientas, bárbaras, podemos afirmar. Muchas han evolucionado. Dejaron que el Amor naciera en sus corazones y comprendieron que ese camino no era el camino. Se liberaron de las tinieblas, de los acuerdos, de los contratos que hicieron con los seres no evolucionados. Y hoy viven como seres civilizados, respetando las leyes y con mucho Amor en sus corazones. La gran mayoría de ustedes.
Se han preparado a lo largo del tiempo para este momento. Son almas muy elevadas que, en el pasado, sin juzgar, se dejaron envolver por el entorno. Pero muchas despertaron y comenzaron un largo camino de recuperación. Repito, hoy están aquí.
Pero muchas de esas almas no quisieron cambiar. Y no, no es que no hubieran tenido la oportunidad que ustedes tuvieron. Todas la tuvieron. La oportunidad de cambiar, de limpiar sus corazones. Pero eligieron continuar por el camino de la no Luz. Eligieron continuar actuando como en aquel entonces: con violencia, con maldad, con una total falta de Amor en el corazón.
Y están ahí, en su mundo. Ustedes las conocen. No individualmente, pero saben que existen. Y dan su «pequeño espectáculo» a cada momento; atacando, violando, matando, siendo las almas que siempre han sido. Y no piensen que no ha habido muchos intentos de sacarlas de ese camino. Muchos.
Entonces, estos serán los primeros que, por elección propia, abandonarán el planeta. Porque todo este proceso de violencia terminará. No habrá más. Poco a poco, este planeta comenzará a limpiarse de armas; y solo existirán los seres humanos, los animales, todos los reinos, excepto las armas.
Entonces no habrá guerra. No habrá disputas. Y quienes insistan en seguir este camino, seguirán el mismo camino que los demás. De esta manera, a muchos se les dará una gran oportunidad de ver que el mundo no es solo lo que ven. El mundo, el universo, es mucho más grande. Y cada uno es responsable de sus elecciones.
Entonces, hermanos míos, la elección de ascender o no ascender depende únicamente de vuestra vibración, no depende de ninguno de nosotros, no depende de Dios Padre/Madre. No pongáis su ascensión en manos de Dios. Dios os mira con toda certeza, pero no os acaricia la cabeza. Ustedes son responsables de sus actos y sus elecciones. Y serán esas elecciones las que les permitirán o no evolucionar hacia la Quinta Dimensión.
No pongan esta alternativa en manos de nadie, ni del otro, ni del reino espiritual. Es su elección. Es su acción. Nada más. El camino de la evolución es constante, es diario, cada minuto, cada segundo. Tengan la certeza de ello.
Para el Código de Luz de hoy, les dejo las siguientes frases:
«Mi mirar era turbia.
Hoy, mi mirar es cristalino.
Veo lo que es necesario.
Y asimilo lo que es evolutivo».
Después de estas frases, diga la siguiente palabra: ¡Tecoríntinum! ¡Tecoríntinum! ¡Tecoríntinum!
Más velos caerán, hermanos míos. Más seres serán expuestos. Y muchos traerán mucha sorpresa, mucha revuelta, mucha indignación. Pero no les corresponde a ustedes juzgar. Ellos serán juzgados, sí, con toda certeza, por las Leyes Universales, porque todos aquellos que cometen actos contra un grupo o más, en un planeta o en un orbe, responden por sus actos.
No solo recibirán el retorno de sus propias elecciones, sino que se les aplicarán las Leyes Universales. Y estas no son tan indulgentes como las suyas. Son leyes extremadamente severas y que ustedes encontrarán un poco excesivas. Pero nosotros no vivimos en su mundo. Las Leyes Universales se aplican en todo el universo. No solo en este planeta.
Así que solo esperen. Los velos siguen cayendo.
Traducción: Ana Maria Souza
Revisión: Regiani M. Bugalho


