¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡YO SOY MARÍA!
Una vez más hoy, estoy con todo el planeta envueltos en mis brazos y transmitiendo todo mi amor, para que cada habitante sienta esta energía amorosa dentro de su pecho. No se dejen engañar, hijos míos, no se dejen llevar por lo que escuchan, nada es lo que parece. Todo es lo que debe ser. En este momento, cada uno de ustedes debe mirar su camino, debe mirar a la cara a cada una de sus sombras, comprenderlas y sanarlas, dejando todo lo demás de lado. Vuestra principal preocupación tiene que ser vuestro propio viaje, no os apartéis de este camino.
Olvida lo que se dice por ahí, olvida lo que se vive por ahí. Podemos decirte que se están representando varias obras en tu mundo. No en los teatros, sino en las calles, en los barrios, en las ciudades. Una gran obra, aburrida y violenta, una gran obra sin enseñanza, que sólo emana miedo. Cuando veáis que se representan estas obras, haced vibrar a Luz por ese movimiento, para que más gente se dé cuenta de que es una obra de teatro, no la realidad. Podemos decirte que cada día oirás más y más obras de teatro siendo escenificadas, porque no hay otra manera de desequilibrarte. Se acabó. Sólo hay una, y saben cómo hacérosla llegar a todos y cada uno de ustedes: el miedo, el temor, la desarmonía, la certeza de que todo lo que decimos es mentira, porque está ocurriendo exactamente lo contrario.
Lo que está escrito en el guion de esa obra se está diciendo, y todos lo han memorizado y lo están interpretando muy bien. No te dejes engañar por caras bonitas, por falsos gobernantes que intentan mostrar que aman al mundo. Cuando en realidad lo quieren destruir. Ten mucho cuidado con tus juicios. No es el momento de crucificar a nadie, ni de señalar con el dedo, olvídalo. Ahora es el único momento, es el momento de mirar tu viaje, de pararte en esa boya y observar cómo está el río por delante: tranquilo, apacible, caudaloso, peligroso, a eso es a lo que tienes que prestar atención.
Olvídate del mundo exterior. Todo el tiempo se representan obras de teatro y cada vez más gente disfruta de este teatro, se entusiasma con él, se concentra en él y los resultados, de hecho, no son buenos. Preocupaos por vuestro corazón. ¿Qué emana de vuestro corazón en este momento? Armonía, amor, gratitud, o ira, resentimiento, amargura, discordia, arrogancia. ¿Qué está emanando tu corazón en este momento? Esta es la gran baza de aquellos que están despiertos, que son conscientes de lo que hay ahí fuera. Así que mirad hacia dentro, mirad vuestros corazones y no permitáis que vibren con sentimientos negativos.
Ya conocéis muchos mantras, muchas frases. Empieza siempre con YO SOY y rompe esta cadena a la que estabas, y algunos todavía están, atados al mundo exterior. Empieza a desconectarte de este mundo, empieza a alejarte de las cosas que no tienen sentido. De los excesos, excesos en las cosas, excesos en las actitudes, excesos en las adicciones. Ten cuidado. Empieza a vivir como si estuvieras en la Quinta Dimensión, este es un buen ejercicio. Y cada vez que notes que has vibrado bajo, detente y reconoce qué causó esa vibración, y sana ese punto para que no vuelva a ocurrir.
Te digo que el viaje es todavía muy largo. Todavía tienes mucho que aprender. Pero si sigues exponiéndote a que con cada paso en falso, con cada resbalón, te detengas, analices y te sanes, esto atraerá más sombras, más de esos problemas con los que tendrás que lidiar. Y llegará un momento en que empezarán a escasear, ya no los verás. Y entonces te darás cuenta de que estás casi curado de todas esas experiencias y pensamientos que te llevaron a cometer errores. No te preocupes por el volumen de problemas que surgirán. Nada viene que no puedas recibir y tratar. Recibe cada problema, cada comprensión con mucho amor y verás lo ligero que te vuelves después de mirarlo de frente. Y cada vez serás más ligero. Ten cuidado de no flotar. Permaneced enraizados en Gaia. Buscad, hijos e hijas míos, buscad dentro de vuestros corazones lo que necesita ser sanado. Buscad la sanación, buscad la sabiduría y la comprensión, este es el camino hacia la Quinta Dimensión, esta es la forma correcta en la que debéis comportaros.
No os crucifiquéis si cometéis un error. El gran aprendizaje cuando te das cuenta de un error es tener la conciencia de no repetirlo. Refunfuñar, entristecerse, enfadarse por el error cometido no cambia nada. El error ya ha ocurrido, ya ha salido al universo. Así que ese desliz te ha costado caro, sin duda, todo tiene una reacción. Pero si aprendes de él y no lo repites, estarás seguro de que el desliz no volverá a ocurrir. Y vuelve a tu camino, vuelve a tu Luz.
No te juzgues. Acepta todo lo que tengas que tratar con amor. Has acumulado muchas actitudes erróneas, así que no sería de un plumazo que lo tiraras todo por la borda. Hay que aprender, hay que caminar, así que simplemente camina, déjate llevar por la corriente, no intentes bloquear nada. El río, si por alguna razón sufre un obstáculo, el agua se junta, se junta, se junta y cuando consigue atravesar ese obstáculo, es un desastre. Lo mismo puede ocurrirte a ti. Si te niegas a mirarte a la cara, tal como eres. Ten por seguro que si acumulas, el resultado será muy desastroso. Así que afronta cada una de las que se te presenten. Adquirirás sabiduría y aprendizaje y verás cómo aparentemente todo ha salido a la luz, y de hecho así ha sido, pero cada día te darás cuenta de que puedes resolverlo más y más fácilmente. Y esas cosas que han estado flotando desaparecerán y ganarás peldaños y peldaños en el camino hacia la Quinta Dimensión.
Traducción: Regiani Maria Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza
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