¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡YO SOY MARÍA!
Realmente estoy observando a cada uno de ustedes. Mi atención ha estado muy centrada en el planeta Tierra en los últimos días, y para ser más específicos, en el país de la gran mayoría aquí. Es tiempo de lucha, es tiempo de que la luz venza al mal, es tiempo de atención, es tiempo de oración. El ambiente es conflictivo, bastante negativo. Hemos estado haciendo todo lo que se nos ha permitido hacer, para disminuir toda la carga que se ha puesto en este país en los últimos días.
¡La Luz ganará! No importa cómo, no importa cuándo, sólo habrá un resultado: ¡la Luz! Por mucho que intenten eliminar, destruir o acabar con las buenas energías de este país, no lo conseguirán, porque estamos aquí, estamos vigilantes. Debemos recordar siempre a todo el mundo que se recoge lo que se siembra, que se recoge lo que se emite y lo respetamos. Tendrás que cosechar dolor y sufrimiento para aprender la lección, para no dejarte engañar por palabras y gestos supuestamente amables.
El tiempo corre, no se detiene, y cada segundo la Luz penetra un poco más en la conciencia de todos en el planeta; trayendo más y más conciencia, más y más verdad. La verdad es a menudo horrenda, es horrorosa; te enferma, te asquea, te repugna, pero es el mayor regalo que el Dios Padre/Madre trajo al universo. Porque sólo con la verdad se puede construir algo, sólo con la verdad se puede construir algo con Luz, sólo con Luz. Poco a poco cada habitante de este planeta comenzará a sentir en su corazón la verdad de todo.
No esperes que sólo cuando lleguen las grandes revelaciones tendrás la verdad. La verdad está en la Luz y la Luz está en sus mentes. Entonces los que se dejen bañar por la Luz verán la verdad, sentirán la verdad, la mirarán y la reconocerán. Nada más los engañará, nada más los engañará, nada más los manipulará. Aquellos que no dejen entrar la Luz serán los que jugarán el papel contrario; tratarán de manipular, tratarán de engañar, tratarán de mentir. Y aquellos que resuenan con esta energía escucharán y creerán, porque para ellos toda esta energía es verdadera.
Entonces se dejan llevar por toda esta energía de manipulación y mentiras. Se vuelven arrogantes, prepotentes, porque piensan que sólo su verdad es la verdad verdadera. Pero todos sabemos que quien tiene la verdad en su corazón no la impone, no la compra, no la sorbona, no la intercambia. El que tiene la verdad en su corazón sólo cree en ella y no la impone a nadie. Hijos e hijas míos, ha llegado el momento en el que necesitáis mirar hacia dentro, necesitáis encontrar vuestras almas, vuestro Yo Superior, para que podáis dejar nacer la verdad, sólo la verdad en vuestros corazones.
No permitáis que la ilusión, la manipulación y la mentira llenen vuestros corazones. Mira en tu interior, busca la verdad, no dejes que el ego te diga que siempre tienes razón, eso no es cierto. Se cometen errores y se cometen muchos errores, pero no es el momento de juzgar. La propuesta es de aprendizaje. Reconoce que te equivocas y busca el camino correcto en todo en tu vida. No insistas en cometer errores, no quieras parecer fuerte por no admitir que te equivocas porque las consecuencias no serán buenas. Las lecciones se hacen cada vez más fuertes, más profundas, hasta que aprendes.
Hijos e hijas míos, encuentren la verdad en sus corazones, abran sus mentes a la luz. No os dejéis manipular por nadie, no os dejéis envolver por las ideas de los demás, buscad vuestras propias verdades. Y sólo él, el Yo Superior en cada uno de ustedes, puede mostrarles la verdad.
Mirad dentro, hijos e hijas míos. Cada elección tiene un resultado. Sepan elegir el camino de sus vidas, sepan encontrar el amor, la luz y la verdad en sus corazones. No os dejéis engañar. Mi regazo está siempre aquí, listo para recibirte. ¿Tiene espacio? Es inmensa, hay espacio para todos, basta una palabra: ¡Madre! Y te pondré en mi regazo y te acariciaré y te ayudaré a encontrar tu camino. No tengáis miedo, hijos míos.
No te juzgamos, queremos que veas la verdad, el camino, la Luz. Pide nuestra ayuda, tantas veces como desees, y cada uno de nosotros te acogerá en nuestros brazos y te dará siempre la bienvenida, sin juzgarte, sin nada que pueda afligirte. Hijos e hijas míos, se acercan momentos difíciles. Encontrad la verdad y la luz en vuestros corazones, porque sólo así pasaréis todas y cada una de las tribulaciones. Ahora, aquellos que se dejen engullir serán absorbidos por las masas desesperadas y sin amor que surgirán en su planeta. Depende de cada uno de ustedes encontrar el camino de la verdad y la luz. Sólo entonces, hijos e hijas míos, estaréis a salvo, totalmente a salvo de todo este gran proceso.
Busca, busca, busca a tu Yo Superior, es el camino a la verdad, a la Luz, para que puedas mantener la vibración correcta en los tiempos venideros. ¿Estoy triste? Sí, porque no me gusta ver a mis hijos sufrir, a mis hijos engañados por una energía oscura. Me gustaría que todos mis hijos vibraran la Luz y vieran la verdadera Luz, la verdadera Luz. No hay que escapar de lo que viene, tú has plantado esto, no hay que escapar, recibirás lo que has emanado.
Así que, al menos los que pueden ver la verdad y la luz, tienen la certeza de que pasarán bien, en otra vibración, en una vibración muy por encima de toda esta masa manipulada e incrédula que atingira el planeta. Depende de ti, hijo mío, elegir dónde quieres estar: en lo alto, mirando desde lejos, o en medio de las masas, mezclado con ellas. Ahora depende de cada uno de ustedes hacer esta elección.