Esta meditación la debes hacer acostado.
Alinea tus manos a lo largo de tu cuerpo y mírate acostado sobre una hermosa hierba verde. El sol brilla en el cielo. A su alrededor, la naturaleza es hermosa y maravillosa. ¿Qué hay a tu alrededor? Lo que quieras. A tu alrededor hay un círculo, un círculo de rosas, rosas blancas. Las rosas son hermosas y exudan su propio perfume. Siente la energía del suelo de Gaia, y este perfume penetra en sus pulmones.
Cierra los ojos y respira este perfume profundamente, algunas veces. A tu alrededor, se forma una cúpula de Luz Blanca. Te sientes extremadamente ligero, relajado, dentro de esta bola. Si abres los ojos, solo verás Luz Blanca, nada más.
Así que ahora, estarás sacando, mentalmente, todo lo que quieres de tu cuerpo, tu camino, tu mente, tus hábitos; todo de lo que quieres deshacerte. Ten cuidado con lo que pides. No involucres a nadie. Son sentimientos, pensamientos, hábitos, tuyos; exclusivamente tuyos. Y durante este tiempo, con cada pensamiento que emitan, esa Luz será consumida. Puede desaparecer por completo o no, dependiendo de la cantidad de pensamientos que emane. Recuerda, eso es todo de lo que quieres deshacerte.
Esta Luz Blanca absorberá estos pensamientos. Al final de este tiempo todavía estás acostado en esa hierba verde. Las rosas siguen ahí emanando ese maravilloso perfume propio. Te sientes ligero, tranquilo; parece que muchas cosas malas salieron de ti.
Y tengan la seguridad de que esa Luz Blanca ha transmutado todo lo que han emanado en Amor y Luz. Ahora las rosas habrán terminado. Vas a seguir acostado en esa hierba verde. La naturaleza que te rodea sigue siendo la misma. Estás conectado con el corazón de Gaia, y en este momento Gaia está trayendo a su cuerpo una energía vibrante y cálida, ayudando a su alma y su mente, a eliminar verdaderamente todo lo que emanaste.
Sigue obteniendo este poder por un minuto. Ahora la energía de Gaia comienza a apagarse, y te sientes extremadamente bien, feliz, lleno de energía y listo para la próxima caminata. Cierra los ojos en esa hierba verde. Respira profundamente en la imaginación que ese perfume todavía te está envolviendo.
Y cuando abras los ojos, volverás a tu conciencia.