Esta meditación debe realizarse acostado.
Intenta respirar profundamente unas cuantas veces y mantente muy relajado.
Hoy estarás dentro de una cueva. No es una cueva cerrada; es una cueva con una salida muy grande. Nadie está atrapado.
En el centro de esta cueva hay un pequeño lago con agua muy clara.
Mira en este pequeño lago.
Verás el fondo. No hay animales, no hay animales venenosos, todo es muy claro y cristalino y limpio.
No tengan miedo.
Entra en este pequeño lago.
El agua no está fría, tiene la temperatura de sus propios cuerpos.
Juega un poco en esta agua. Ser niños
salta, juega, echa agua. Relájate ahí dentro.
Sé feliz en esta agua.
En este momento, ahora, simplemente flotarás.
Para los que no sepan flotar, no se preocupen, flotarán.
Relájate dentro de esta agua.
Nota un ligero cosquilleo en todo el cuerpo, como si le picaran pequeños bichos.
No, no hay bichitos; es la sensación de lo que la energía estará haciendo en sus cuerpos.
Algo comenzará a salir de sus cuerpos, sin color definido, algo gelatinoso, líquido, viscoso, no importa la forma que tome.
Cada uno de los puntos que ha sido abierto por esas energías será un punto de flujo de esas sustancias que están en sus cuerpos.
¿Y cuáles son estas sustancias? El dolor, el sufrimiento, las enfermedades, los traumas, todo aquello por lo que ha pasado tu alma y que muchas veces intenta ocultar para no tener que volver a mirar.
Así que todas estas son las cajas que sus Almas han colocado sobre estos temas.
Ya no habrá que esconderlos, pues todo lo que los cubría sale ahora de sus cuerpos.
Permanezca dentro de esta agua durante un minuto.
Ahora, a partir de esta misma agua, sentirán una nueva energía, que ya no les pellizca los cuerpos, sino que los energiza.
El lago está ahora lleno de una energía Violeta que ha transmutado todo lo que salió en Amor y Luz; y está ahora penetrando tu cuerpo, tu alma, llenando cada espacio con Amor y Luz.
Sienta cómo su cuerpo se energiza.
Ahora, salgan del lago.
Mira el agua. El agua sigue siendo violeta.
Salir del agua por completo.
Mírala ahora.
Es posible que vea escenas, rostros o algo que no entienda. Sólo le mostrará algunos puntos importantes que se han descubierto y a los que usted, como mente humana, debe prestar atención.
Mira fijamente esta agua durante 1 minuto.
No te preocupes de que olvides lo que has visto, porque no lo harás; todo está almacenado en tu mente ahora.
Trata cada una de las escenas, hechos, que has visto con Amor y notarás que cada una de ellas se apartará de tu camino.
Si no ves nada en el agua, repite la meditación.
Tienes que ver.
No ver es un control de tu mente para no ver lo que hay que cambiar.
Así que repite la meditación con el corazón abierto, y seguramente verás.
Para terminar levántate y sal de la cueva.
Y durante este paseo te darás cuenta de que ya no estás en la cueva.
Cierra los ojos e inmediatamente volverás al lugar donde empezaste la meditación.
Respira profundamente.
Y al abrir los ojos volverás a tu conciencia.