¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡SOY METATRON!

Esta caminada para algunos ha traído tal vez no buenos momentos, buenas visiones, pero realmente ha traído elevación a través de dejar ir todos estos sentimientos experimentados y guardados. Para algunos trajo dudas, trajo aprensión por no poder ver o entender lo que se mostraba. Voy a poner algo aquí que te ayudará a entender.

Cada alma tiene una vibración que se ha ganado en el camino. Cuando decimos esto, inmediatamente piensas: “Oh, mi alma ha hecho muchas cosas mal. He hecho muchas cosas mal”. Entonces me gustaría hacerte una pregunta: ¿Has creído alguna vez que tu alma puede no haber hecho nada malo o puede haber hecho algunas cosas mal, pero también podría ser esa alma que nunca se molestó en evolucionar, que siempre le gustó quedarse en el mismo lugar, sin hacer nada para crecer? ¿Lo has mirado alguna vez desde este ángulo? No, solo acusáis a vuestras almas de haber obrado mal, y por ello estáis pagando ahora.

Así que el camino de un Alma consiste en pasos positivos, de crecimiento, de evolución; en pasos negativos, donde atraerá energías no tan buenas para su camino; y en momentos estacionarios, donde no hace nada, ni avanza ni retrocede. Este es el camino de un Alma. No sirve de nada juzgar ahora tu propia Alma. Yo diría que estáis aprendiendo a conoceros a vosotros mismos; estáis aprendiendo a conocer vuestras propias Almas. ¿Y cómo corregirlo? Todavía hay tiempo, ¿Es posible? Siempre lo es, porque es precisamente durante una encarnación que el Alma tiene la posibilidad de tomar nuevos caminos, de elegir nuevas vías, de cambiar sus posturas.

Así que cuando no sienten nada, no ven nada, no pueden recibir lo que decimos que van a recibir, se presentan como almas errantes extremadamente complicadas que han hecho todo para que hoy no logren nada. Así que te pregunto: ¿Dónde está el Amor Incondicional que estás tratando de aprender?

Entonces, si tu Alma te ha traído a este momento y no has visto nada, no has sentido nada, no has recibido nada de lo que se te ha dado, ¿qué conclusión debes sacar? Solo hay una conclusión: “Está en mis manos cambiar todo esto. Está en mis manos elegir nuevos caminos. Y estos nuevos caminos no son iguales para todos. Digamos que en este viaje no se ha conseguido nada. ¿Qué vas a hacer? ¿Renunciar? ¿Aceptarás el punto de vibración que te trajo aquí y seguirás con él, o buscarás nuevos caminos, nuevas formas, nuevos pensamientos, nuevas creencias, y seguirás insistiendo?

Esta caminada quizás estaba a una altura de estantería demasiado alta para ti, pero la siguiente, o cualquiera de las siguientes, estará a tu alcance y podrás ir cambiando esta trayectoria tuya. Es interesante lo fácil que es rendirse. Al primer obstáculo dices: “No, no puedo hacerlo. Me detengo aquí”. Piensa si esto es lo que siempre ha hecho tu alma. Para que hayas llegado hasta aquí y hayas recibido tan poco, ya que tantos otros han recibido tan poco, ¿No ha hecho siempre esto tu alma, sentarse ante el primer obstáculo y descansar? No ha hecho nada.

Así que este es el momento para que cambies eso, para que te levantes y digas: “No, no acepto más esto. Quiero seguir adelante. Voy a seguir adelante. Puedo hacerlo. Puedo hacerlo. Si no pasó nada en este paseo, bien, tu vibración no era lo suficientemente alta para recibir lo que tenía que darte, pero la próxima vez, ¿Por qué no? Solo lo sabrás si lo intentas. Y si la próxima vez tampoco lo consigues, no pasa nada, sigue intentándolo y seguro que habrá alguna que consigas. Todo depende de la vibración de sus Almas.

Cada quántum de vibración atrae los regalos, digámoslo así, que te damos. Si tu Alma ni siquiera tiene la vibración para recibir los regalos, ¿Cómo puedes ver lo que necesitas ver? No estás preparado. Pero no es detenerse, sentarse y rendirse; es continuar, es cambiar el camino de tu Alma, es cambiar la forma en que tu Alma ve los obstáculos, es seguir intentando, es avanzar. Porque aunque tardes en tener éxito, le estás diciendo al universo que lo estás intentando y que lo haces todo con el corazón, y que confías en que lo conseguirás. Y le garantizo que tendrá éxito.

No os consideréis menores, inferiores, no capaces, en relación con los demás. Cada alma es diferente. Cada uno está en un punto de vibración y cada uno recibe lo que es compatible con su vibración. Por lo tanto, entiende que no estás vibrando a un nivel bajo, ni estás vibrando negativamente. Sus Almas simplemente carecen de la fuerza para superar los obstáculos y prefieren rendirse, devolviéndolos a la vibración que tienen hoy.

No es el momento de rendirse. Es el momento de llegar hasta el final. No importa que no veas nada; no importa que no recibas nada. Te estamos viendo allí, no serás una pieza sin importancia porque te estamos viendo existiendo, parado allí, recibiendo esa energía. No importa si no ha pasado nada. Y ten por seguro que el simple hecho de participar es la contraseña para que sepamos que no estás sentado, renunciando a nada. Continúa el viaje. ¿Quién sabe, tal vez mañana se vea?

Cuando decimos: Ríndete porque no puedes; ¿Te estamos dando una orden o te estamos haciendo pensar? Entonces te pregunto: Si mañana decimos: A partir de hoy ya no debes meditar, ya no debes rezar, no debes hacer nada más, ¡Vive intensamente la Tercera Dimensión! ¿Qué vas a hacer? ¿Seguirás fielmente lo que decimos o entenderás que hay un signo de interrogación precisamente para saber qué harás? Aprende a escuchar lo que decimos. No hay que interpretar todo al pie de la letra. Tienes que tomar tus propias decisiones, no basarte en lo que decimos nosotros. Todo tiene un doble sentido para hacerte creer.

Entonces, ¿Qué eliges?: Soltarlo todo de verdad y parar y dejarlo así o insistir en seguir adelante creyendo siempre que eres capaz de cambiar el camino de tu Alma? ¿Qué decides?