¡Queridos hermanos de este hermoso planeta! ¡SOY METATRÓN!
Continuando con esta hermosa caminada, hoy nos centraremos en la expansión de tu conciencia, en la comprensión, en la limpieza. Nos centraremos en ofrecerte la verdad, sea cual sea; bonita, fea, fácil de digerir o difícil. Este es un momento especial en vuestro camino, este es el momento en el que estáis teniendo la oportunidad de mirar lo que sea necesario para la limpieza, para la evolución de vuestras almas.
Los corazones duelen, las mentes se vuelven extremadamente confusas, hay una reacción de no cambiar, de no hacer, de no aceptar. Todos y cada uno de los cambios nunca son sencillos ni fáciles. Adaptarse a nuevos conceptos, nuevas ideas, nuevos hábitos nunca es fácil, siempre se necesita tiempo para que el cuerpo y la mente se adapten a lo nuevo.
Así que empieza a imaginar que llevas hábitos, conceptos, desde hace eones; no meses, ni años; desde hace eones. Y todos ellos vienen con la carga energética de la época. Cuanto más atrás en el tiempo, más pesado, porque los errores que se cometían entonces eran mucho más graves que los de ahora. Sólo como ejemplo para que lo entiendas. Matar era un hábito…, sí, un hábito común. No había remordimientos, ni juicios, ni dolor para los que mataban, porque siempre creían que lo hacían en nombre de algo muy importante. Hoy, tienes una nueva idea de lo que es matar. Infelizmente, no todos. Muchos todavía tienen ese concepto de que no hay remordimientos al matar. Se mata a un hermano como se mata a un insecto, sin ningún tipo de remordimiento o análisis.
Así que la carga que viene del pasado no es una carga fácil, no son imágenes fáciles, no son sensaciones fáciles de entender y digerir.
Así que les pido a cada uno de ustedes que al menos tengan la conciencia, que tengan la comprensión de la enorme oportunidad que se les está dando a cada uno de ustedes para deshacerse de todo esto, para ponerle fin; o no. Depende de cada uno aceptar y tratar y cambiar lo que venga; entender, aprender, terminar la lección, o no; o dejarlo donde vino y simplemente elegir no mirarlo, no tratarlo, no cambiarlo.
En este momento la prioridad es tu elección y según esa elección ganarás pequeños pasaportes que te permitirán entrar en el camino de la ascensión.
Estos pasaportes no son físicos; serían como llaves de vibración donde colocadas dentro de ti, cuando llegas a ese punto de esa llave, automáticamente eres transportado a un nuevo camino, quizás un poco más difícil, quizás un poco más interno; y así será tu viaje de ascensión.
Los pequeños problemas se tratan ahora; los grandes problemas se tratan más adelante, porque hay que estar preparado para afrontar los grandes problemas, las grandes verdades. Así que es como una medicina que es muy mala, y empiezas tomando una gota para adaptarte al sabor. Después de un tiempo se empieza a tomar dos gotas y se tarda un poco más en adaptarse. Más adelante 3 gotas, y así sucesivamente. Hasta que llegue el día en que se haya tomado un vaso lleno. Entonces se dará cuenta de que no será fácil alcanzar el cristal.
Pero la propuesta aquí en este viaje es precisamente que tomes poco a poco estas gotas y aprendas a soportar el sabor amargo y te acostumbres a tomar una gota más cada día, para aumentar la dosis. Y sólo así, con el aprendizaje, con la comprensión, con la limpieza, te ganarás estos pequeños pasaportes. Vea este proceso como una serie de caminos. No hay un solo camino, hay muchos; cada uno con una vibración. Y a medida que subes cambias de camino, te conviertes en parte de un camino más vibrante.
Ahora bien, todo esto depende de tus elecciones. Afrontar los errores, los problemas, las energías pesadas, es una elección. No le obligamos a hacer nada. La elección es totalmente tuyas. Ahora, para aquellos que eligen seguir el camino, seguir la ruta, tened la seguridad de que estamos ahí, juntos, cada uno de nosotros, poniendo vendas en las heridas del viaje, dándoos un regazo para esos momentos de desesperación, envolviéndoos en una niebla de Luz, de Amor Incondicional, para que seáis capaces de llegar a donde queréis ir.
Cuente con nuestra ayuda. Pide nuestra ayuda. Ruega por nuestra ayuda. ¿Por qué mendigar? Porque muchos piden sin corazón, como si estuviéramos obligados a ayudarles. No podemos invadir su libre albedrío. Así que necesitamos una contraseña, y esta contraseña es sólo una petición de ayuda o, en casos extremos, una súplica.
Y ten por seguro que si esta petición o súplica es de corazón, actuaremos, al instante. Créelo.