¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡SOY METATRÓN!
Hoy me gustaría compartir algo interesante con ustedes.
Cuando ustedes miran al cielo ven estrellas. No todas son estrellas. Muchos son planetas, pequeños orbes; muchas son naves, pero por la distancia parece que están quietas, pero no lo están. Nada de lo que ven está quieto. Todo tiene una órbita, algo definido dentro del universo.
El color negro no existe. Es solo la ausencia de luz. Incluso las estrellas brillando, incluso los soles iluminando los universos, no hay forma de iluminarlo todo. Todos estos astros están en equilibrio, dentro de sus órbitas, de sus galaxias, cada uno comandado por un ser, para que el equilibrio actúe, para que nada se salga de la definición, de cuando fue creado.
Muchos de ustedes todavía piensan que son únicos en el universo. Es una mentalidad muy limitada. Es como si tomaran a Dios Padre/Madre y lo convirtieran efectivamente en un humano, donde solo tuviera la capacidad de crear este planeta. Extraño, ¿no? ¿Dios Padre/Madre, tan importante, tan poderoso, solo creó un planeta? ¿Creó solo una raza? Totalmente sin propósito.
¿Cuántas razas hay en el universo? Millones. ¿Cuántos planetas hay? Millones. ¿Qué tamaño tiene el universo? No tiene tamaño. Y como dicen sus propios científicos, sigue expandiéndose. Ustedes lo entienden todo como materia, como algo físico. No todo es físico. Las energías lo controlan todo y no son físicas.
Así que miren los cielos por la noche; y si pueden ver las estrellas, porque la mayoría no las ve, hay muchas luces, la propia contaminación, pero miren los cielos por la noche. Sientan la energía del cosmos. Porque todos los orbes que están allí, todos los astros, todos los planetas, emanan energía. Ustedes emanan energía.
Los planetas no están muertos. Todos tienen energía y esta energía es emanada por el universo.
Así que hagan esta experiencia. Quizás sea complicado para ustedes estar sin un techo sobre sus cabezas. Pero aquellos que puedan estar fuera de sus casas, de forma segura, miren al cielo. Y solo digan: «Quiero sentir la energía del universo». Y esperen.
Aquellos que viven en lugares donde no pueden estar directamente bajo el cielo, no, no se perderán este ejercicio. En sus balcones, en sus ventanas, hagan lo mismo. Miren al cielo y pidan sentir la energía del universo. Les garantizo que es un baño de energía tan intenso que no entenderán nada. Quedarán extasiados.
“¿Cómo puede ser? No veo nada cerca de mí. ¿Cómo llegó la energía hasta mí?” Porque ella es el universo. Porque ella está en el universo. El universo es una gran energía. Nadie está suelto. Nadie está desconectado. El universo es una gran red. Es una gran red que conecta a todos. Ustedes están conectados a todos.
Todo es muy grandioso. No pequeñito, como ustedes piensan. Solo miran su propio cuerpo, su propio planeta, que tampoco es pequeño. El planeta Tierra es inmenso. Entonces, ¿cómo es posible que todo esto gire solo en torno a una única raza? Sería totalmente contraproducente y totalmente egocéntrico. Solo existen ustedes en el universo. ¡Qué gran broma! Esto es una gran broma. La broma de hacerlos, a ustedes, ridículos ante los demás, por pensar así, por considerar a Dios Padre/Madre tan pequeño.
Yo diría que casi sin poder alguno. Porque en un universo tan grande, un ser crea un único planeta con una única raza, realmente, ¿dónde está su poder? Y así, de esta manera, ustedes también piensan que no son nada; son tan pequeños como él. Entonces, ¿abramos nuestras mentes? Entendamos que ustedes son menos que un grano de arena en el universo. Pero cada grano de arena es parte del universo.
¿Entienden? Nada está fuera. Nada está suelto. Todo está conectado. Todo es parte. No importa el tamaño. Todo es energía. Y la energía de cada uno de ustedes es vista por el universo. Entonces, ¿cómo ampliar estas conexiones? ¿Cómo superar las barreras para llegar a donde quieran? Amor en el corazón.
Se necesita mucho Amor.
Hoy en día, ven en sus dispositivos la posibilidad de hablar con cualquier persona del planeta. ¿De qué manera? Muchos no lo comprenden muy bien. Porque existe una red de comunicación que transmite todo lo que dicen o escriben a la persona que está al otro lado. Y así es todo el universo.
Cualquier persona en la que piensen, se conectan con ella. Y ella, si piensa en ustedes, se conectará con ustedes. Solo que no tienen un dispositivo para identificar eso. Pero muchos lo sienten. Muchos se acuerdan de la persona. ¿Cuántas veces piensan en alguien, se ponen en contacto y la persona les dice: «¡Estaba pensando en ti!»? ¿Cuántas veces?
Así que aprendan a mejorar la comunicación entre las redes. Pueden hablar con cualquier ser del universo. No importa dónde esté, la comunicación es inmediata. Como en sus dispositivos. Así que crean. Todo forma parte de un gran contexto. Nada está suelto, nada se pierde. Aprendan a usar sus redes. Pónganse en contacto con quien quieran.
Lo único que tendrán que hacer es convertirse en un aparato para decodificar el mensaje que recibirán. Pero les aseguro que llegará. Siempre llega. Solo que ustedes aún no han aprendido a escuchar, y sobre todo, a sentir con el corazón. Pero créanme, todos ustedes están conectados.
Para el Código de Luz de hoy, les dejo las siguientes frases:
«Yo soy parte del universo.
Yo soy el universo.
Yo soy un ser conectado al universo.
Y cada día amplío mis conexiones».
Después de estas frases, digan la siguiente palabra:
¡Explorêntikum! ¡Explorêntikum! ¡Explorêntikum!
Aprendan a comunicarse. Ejerciten sus poderes. Todo es cuestión de creer. Quien cree, ve. Quien cree, escucha. Quien cree, siente. No puede ser de otra manera.
Traducción: Manuel Vargas
Revisión:Regiani Maria Bugalho


 
															
 
															 
								