¡Queridos! ¡YO SOY EL ARCÁNGEL MIGUEL!
Estoy aquí hoy para extender una invitación muy especial, para estar juntos hoy, a la hora que ustedes sabrán, para una Gran Meditación, para que las energías que están llegando hoy puedan ser disfrutadas por todos ustedes. No, no necesitas nada, solo tu presencia y tu corazón. La intensidad de las energías que están entrando es inmensa y está provocando realmente muchos cambios. Cambios de pensamiento, cambios de actuación, está sacando a la luz la verdad en muchos casos. Así que ahora es el momento de estar atentos a lo que verán, a lo que oirán, a lo que sabrán y, lo más importante, a cómo interpretarán todas y cada una de las cosas que lleguen. Mis hermanos y hermanas, no estamos aquí para jugar con palabras bonitas, el momento es muy serio porque es el momento que propicia la caída total de las máscaras. Cuanta más Luz, menos sombras, no hay forma de ocultar nada.
Así que no te decepciones, no te asustes por muchas cosas que verás y oirás. Sois conscientes de lo que está ocurriendo, además, también estáis recibiendo estas energías y estáis empezando a ver muchas cosas que os conciernen de una manera más dura, más incisiva. Pero todo esto está planeado, todo esto lo sabemos. Cuanto más llega la Luz, más transforma, más conciencia trae, más verdad trae. Por desgracia, muchos no son capaces de aceptar sus propias verdades. Es como si todos tus defectos rebotaran delante de ti, te hicieran muecas y se rieran de ti, y esto molesta a muchos. Pero puedo decirte que es inútil que te rebeles, tratando de hacer desaparecer estas pequeñas cosas que aparecen sin Amor.
Porque cada uno de estos problemas inanimados que aparecen ante ti, si los miras con ira, con odio, con desafecto de cualquier tipo, observa que crecerán, se harán más fuertes y empezarán a molestarte cada vez más. No somos nosotros los que traemos estas criaturitas ante ti, digamos que son hábitos, costumbres, partes de tu propio carácter que has puesto en el fondo del cajón, pero que salen a la superficie de vez en cuando. Pero seguro que son hábitos, costumbres que no alimentan la Luz. Así que ahí están, rebotando delante de ti, mostrándote que tienes que destruirlos. Pero no los destruyas con ira, intenta cogerlos con una zapatilla y golpearlos, no funcionará, no son físicos, son pequeñas criaturas etéreas formadas por ti mismo.
¿Cómo te autodestruirás? Claro, incluso puedes autodestruirte, pero ¿de qué servirá? El problema seguirá ahí. Así que la mejor manera de vivir con estas criaturitas libertinas que se ríen de ti todo el tiempo es aceptarlas con Amor, aceptar que representan un lado de ti que no es muy bonito. Pero debes afrontarlo de frente, debes cambiar, debes mejorar, y cuando tomas esta decisión y empiezas a mejorar, la criaturita pierde su fuerza. Ya no será lo suficientemente grande como para hacer muecas, se volverá tan diminuta que se autodestruirá. Y en ese momento habrás aprendido la lección. Si mantienes tu promesa de no volver a hacerlo, la criaturita no volverá jamás. Ahora bien, si te olvidas y vuelves a alimentar el mismo sentimiento, resurgirá de sus cenizas y volverá a hacer muecas.
Entonces, hermanos míos, ¿qué quiero decir con todo esto? No os fijéis solo en los demás, fijaos también en vosotros mismos, el proceso le ocurre a todo el mundo, no hay selección. La Luz llega a cada pedacito de este planeta, habitado o no, y transforma ese punto en más Luz, apagando las sombras, haciendo la limpieza que hay que hacer.
Es inútil esconderse. Y en relación con los demás, es inútil que luches, patalees y grites, haciendo que las cosas sucedan en relación con el otro. A cada uno le corresponde mirar al otro con Amor antes de atacarle. Recuerda: No, yo también estoy pasando por esto, solamente que tengo conciencia y puedo controlar a las criaturitas. Pero este que está aquí delante de mí aún no tiene conciencia y no sabe cómo enfrentarse a ella. Así que, míralo con Amor, míralo con Luz, en ese momento cuando veas toda su ira, todos los puntos negativos que está emanando, solo míralo con Amor y cúbrelo con Luz, más Luz. Porque llegará el momento en que él también se sienta molesto, puede que hoy no sea consciente de ello, pero puede que mañana sí lo sea.
Y si dices palabras positivas, si miras toda esa explosión sin sentido de forma cariñosa, él recordará que tuvo en ti un apoyo, un refugio seguro. Ahora bien, si entras en el juego y bajas tu frecuencia para luchar con la suya, entonces todo se de sincroniza. Bajarás tu frecuencia, aumentarás el tamaño de tus criaturitas y no le ayudarás en nada, sólo le desequilibrarás aún más. Así que mis Pilares de Luz, sed Luz, no el poste donde está la Luz, sed efectivamente Luz. Para muchos no es fácil guardar silencio, pero es lo que hay que hacer. Ahora no sirve de nada estar callado y luego por dentro explotar de odio, no sirve de nada, el sentimiento ha emanado. Así que este es tu papel, no es un papel fácil porque tienes que lidiar con tus propias criaturas y las de los demás. ¿Es fácil? No, no lo es. Es muy complicado.
No lo olvides nunca: en el momento del combate, pide nuestra ayuda. Para que te ayudemos a permanecer en la Luz, a emanar solo Luz y a ayudar a ese hermano. No importa lo que sea para ti, es un hermano que hay que conservar, sabiendo que eres un refugio seguro para él, no un agregador de su desequilibrio. Ese es el papel de un Pilar de Luz, mantenerse en equilibrio. En cualquier situación no puedes estar desequilibrado, no puedes descender al nivel del que está desequilibrado, este es el papel de un Pilar de Luz. Y asegúrate, cada vez que lo hagas, de que caminas un poco hacia la Luz y tiras de los que te rodean. Porque tu fuerza atrae a los que te rodean, tirando de ellos hacia arriba también.
Así que es un momento delicado en el que hay que tener mucho cuidado. Ten mucho cuidado cuando hables con alguien, no entres en la energía de los que se quejan de todo, hablan mal de todos, no prestan atención, desafinan. Piensa en un lugar hermoso, piensa en el canto de los pájaros, en el sonido del agua, en un animal haciendo un sonido, desentona con lo que estás oyendo. Y si la otra persona se queja: “¡No me escuchas!”. Ah, perdón, estaba aquí viajando en mis pensamientos. Y ya está, se acabó el momento, no entraste en esa sintonía. Evita entrar en estas sintonías, de nada sirve enfadarse con los que solo hablan mal de los demás, los que solamente se quejan. Porque enfadándote te vuelves como él. Así que desentona, cierra los ojos y entra en tu mundo rosa, fantástico, bello y maravilloso y deja que hable solo.
Es mejor ser alguien maleducado, que no escucha lo que dice la otra persona, que ser una persona agradable y tener siempre la onda baja. Sé grosero con ellos porque solo te estarás protegiendo a ti mismo, no estás obligado a escuchar un montón de lloriqueos y quejas, no estás obligado a escuchar a alguien quejándose todo el tiempo, hablando mal de los demás, criticando, no estás obligado. Eso no es ser amable, eso es ser tonto, porque cuando escuchas lo que dice, te pones en sintonía con él y automáticamente te desequilibras, porque es malo para ti. Así que actúa mal, educadamente, dale la espalda y déjale hablando solo. O entra en tu mundo de color de rosa, quédate allí únicamente en presencia, en cuerpo, no en mente. Hermanos míos, tenéis que ser un poco más listos, tenéis que cuidaros más. Amar al otro no es aceptarlo integralmente dañándose a sí mismo. Deja que el otro sea como es, pero no tienes que igualar su energía. Porque entonces estarías renunciando a tu propio camino por el bien del otro. “¡Oh, tengo que prestarles atención! ¿Por qué? ¿Es necesario prestar atención a alguien que solamente se queja? Indirectamente, estás prestando atención a lo que dicen y lo que es peor, seguirán hablando, porque les oyes cada vez que hablan, estás ahí como un muñeco, escuchándolo todo, para que sigan hablando.
Ahora bien, si empiezas a levantarte y a alejarte, empezará a darse cuenta de que no te gusta lo que dice y le estarás ayudando indirectamente porque dejará de hablar. Pero si de momento sigue queriendo seguir hablando, es su problema, tú ya no le escucharás. Hermanos míos, amar no es eso, amar es mirarse primero a uno mismo. Y ninguno intenta cambiar al otro, él tiene que aprender, que tiene que dejar de decir tonterías, no eres tú quien se lo va a enseñar. Es innecesario porque no te escuchará. Aprende, no te conectes a esta sintonía, porque en el mundo de hoy eso es lo que más hacen, quejarse, hablar mal, criticar, juzgar, discriminar. Es su forma de ser, son las criaturitas que tienen, que están ahí mostrándose ante ellos y se rebelan contra ellos, no saben cómo tratarlos.
Solo no olvides un punto, la Luz que está llegando está amplificando la conciencia. Entonces llegará el momento en que empezarán a comprender todo lo que están haciendo mal. Pero cada uno a su tiempo, cada uno a su manera. No serás tú quien se lo enseñe; cada alma debe aprender a su tiempo. Tú elegiste un camino, tú elegiste aprender muchas cosas, ellos eligieron no hacerlo. Así que tienes que vivir en su tiempo, no seas como ellos, has tomado decisiones, has elegido aprender, has elegido buscar el cambio. Así que tú estás mucho más avanzado, no quieras que lleguen al punto en el que estás tú, puede que algún día lo hagan o no, será su elección, no la tuya.
Así que para terminar; observa, estate atento a cada momento. Eso es lo que está pasando ahora, cuídate, ocúpate de destruir tus criaturitas y no de alimentar las de los demás. ¿Quieres ayudar? Di palabras bellas, di palabras dulces, pide nuestra ayuda. Entonces romperás toda esta secuencia y seguirás ayudando a un hermano. No lo olvides, en este momento es lo más importante que tienes que hacer.
