¡Queridos! ¡YO SOY EL ARCÁNGEL MIGUEL!
La jornada de los Códigos de Luz no es solo una forma de encontrar el camino hacia la Luz. Puedo decir que es la Luz misma.
Cada día, cuando colocas tu energía, tu enfoque, en el código que estará trabajando para ti durante 24 horas o más, cada movimiento energético contenido en ese código trabaja la fuerza del agua, y entonces esta agua te trabajará a ti, integralmente.
No os traemos rituales ni movimientos sin sentido. Puedo asegurarles que muchos de ustedes están sintiendo los resultados. Desgraciadamente, muchos de ustedes estáis sintiendo que algo va mal, porque el movimiento interior es muy grande. Las cosas parecen haber empeorado. Los caminos parecen haberse vuelto más difíciles, más complicados. Y están empezando a culpar a los Códigos de Luz.
Sí, hermanos míos, todo lo que penetra en el alma tiene consecuencias; deja al descubierto las sombras. Donde hay luz, no puede haber sombra. Así que cada vaso de agua que bebes es un vaso de Luz que expulsa toda sombra. Pero, por desgracia, la sombra no sale y se va; triste, sola, porque no le has dado una oportunidad. No, no es así. La sombra se queda delante de ti, saltando, haciendo todo tipo de movimientos para que puedas verla.
¿Y cuál es tu papel? Mirar esa sombra. No es simplemente ignorarla, no es enfadarse con ella, no es pensar que no debería haber aparecido. No. Todas las sombras que hay en ti aparecerán. Así que date cuenta de que los Códigos no te están dando problemas. Te están dando la oportunidad de mirar los problemas y resolverlos, uno por uno. Tu gran problema es que tomas el problema y lo ignoras.
Así que las sombras no hacen más que acumularse y entonces parece que todo va mal. Porque no estás haciendo lo que deberías estar haciendo, que es mirar cada problema y resolverlo, tratarlo, mirarlo con Amor. Pero si en tu corazón nada de esto importa, no quieres resolver tus problemas, entonces te hago una pregunta: ¿Por qué continúas en la jornada? Solo seguirás acumulando sombras. Entonces te aconsejo que te detengas.
La jornada no es mágica. No disuelve los problemas, no resuelve los problemas, no desaparece con los problemas. Al contrario, el camino te lo pone todo delante para que tengas la oportunidad de enfrentarte a cada uno de ellos. Si crees que todo lo que ocurre es culpa del camino, estoy de acuerdo contigo. Es culpa suya. Pero eres tú quien no está lidiando con lo que deberías estar lidiando, no el camino el que está mal. No es que sea una jornada mala.
Deja de culpar a los demás. Todo está en ti. Todo lo que sale, sale de ti. No tiene nada que ver con el Código. No tiene nada que ver con ser un símbolo que no conoces. Y entonces estás seguro de que no es algo de la Luz. ¡Cuidado! No estamos bromeando. Todo este movimiento tiene un único objetivo: limpiarte.
Como ya he dicho, se acabó el tiempo de las enseñanzas. Ahora es el momento de la acción, del movimiento y de la limpieza final para el gran momento. Ah, ya veo, quieres ascender pero con tus sombras. Muy bien, vas a ascender a otro planeta de la Tercera Dimensión. ¿Es eso lo que quieres? Bien, eso es lo que tendrás. Porque con sombras no irás a la Quinta Dimensión. Te lo garantizo.
Así que ya has hecho tu elección. Y será plenamente respetada. Estad seguros de ello. No habrá milagros, hermanos míos, no habrá forma de evitarlo, no habrá dinero para pagar vuestra ascensión. Es un trabajo interno de limpieza, cambio, crecimiento y evolución.
Te estamos dando, como puedo decir, las armas de la Luz para que mires estos pequeños problemas, o quizás los grandes. Pero ten por seguro que si es un gran problema, es porque nunca lo has mirado. Siempre lo has dejado atrás y ha dado sus frutos y hoy es enorme. Todo problema que surge, si se atiende al principio, no da fruto; acaba ahí. Pero si no lo miras, no te ocupas de él, da fruto; y aumenta, aumenta, aumenta y se hace más difícil de resolver.
El mensaje de hoy para el Código de la Luz es:
“En mi camino, atraigo la Luz.
En mi camino, atraigo la evolución.
En mi camino, hay Amor puro.
Y en mi camino hay protección”.
¡Cuando termines, di esta palabra tres veces:!
Adonai ¡Adonai! ¡Adonai!
Y no lo olvidéis, hermanos míos, no importa la palabra que digamos, no importa si no la conocéis. Cada palabra tiene su propia energía. Y es esta energía la que se os transmite. No importa lo que signifique la palabra, lo que importa es la energía que transmite.
Es esta energía la que actúa sobre ti. Y es la energía anclada por cada Ser de Luz que forma parte de este camino. Deja de cuestionarlo todo. Solo confía. Las dudas, recuerda siempre, no conducen al camino de la Luz.
Traducción: Kelly Neri
Revisión: Regiani Maria Bugalho
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