¡Queridos hermanos del planeta Tierra! ¡SOY LA MAESTRA NADA!
Traigo a cada uno de ustedes un aura de equilibrio, de Amor, de paz. En este momento, respiren profundamente; una vez más; una vez más. Mi Rayo Rubí envuelve cada una de sus células, trayendo equilibrio, tranquilidad y Amor dentro de su corazón.
Mis hermanos, busquen siempre el camino del equilibrio. Busquen siempre estar con sus mentes lo más tranquilas posible. Los tiempos están acelerados, complejos, difíciles. Es necesario que aprendan a olvidar el tiempo.
El tiempo es la mayor causa de ansiedad, estrés y problemas que causan a sus cuerpos. Crean en sus mentes una infinidad de tareas y no logran encajarlas en el tiempo, en sus mentes.
Ya lo han dicho aquí otros seres, pero lo repetiré: pregúntale a tu Presencia Divina, cada día, qué tareas debes cumplir. Ella sabe lo que es importante, lo que es necesario, lo que es obligatorio hacer. Y todo dentro de un tiempo muy bien planificado, porque para ella el tiempo no existe. Existe el camino de tu alma. Existe lo que es necesario hacer para que se cumpla todo lo que ya está escrito, todo lo que ya está llegando en ese día para ser vivido.
¿Qué ocurre cada día? Tenéis una serie de acciones que cumplir, creadas por ustedes mismos; y muchas otras aparecerán procedentes del pasado, de acciones ya realizadas. Y puede que alguna de ellas os ocupe todo el día. Y todo lo que habíais planeado queda atrás. Y entonces, en vuestra mente, todo se complica, todo empeora, porque sabíais que teníais que cumplir todo lo que habíais planeado. Y ahora, ¿Qué hacer?
Entonces, una vez más, te respondo: deja que la Presencia Divina se encargue de la escala de tus tareas. Porque ella sabe lo que se avecina; sabe lo que debe cumplirse; sabe lo que tendrás que pasar ese día. Y con todo el Amor del mundo, encajará todo correctamente para que termines el día con el mayor número de tareas cumplidas.
Entienden, no sirve de nada que intenten programarse. Muchas veces todo cambia, por el propio ritmo del universo. Así que aprendan a conducir cada uno su propio día. Déjense llevar por la Presencia Divina. Ella les mostrará el camino, les dirá qué hacer, con tranquilidad y gradualmente. Y al final, tendrán un día bien cumplido, con muchas tareas realizadas; y lo más importante, con ustedes en equilibrio.
No se desequilibren por las tareas. Cumplan cada una en su momento. Cumplan bien, para que no haya que volver a hacerlas. Una por una. Con amor, con concentración, con atención, y cada una se iniciará y terminará por completo; y la siguiente, de la misma manera. Y al final del día, todo estará en calma.
Puede ser que no hayas completado todas las tareas, pero recuerda siempre que hiciste todo lo posible; no eres una máquina. Al final del día, debes ser consciente de que todo lo que hiciste, lo hiciste bien; hiciste todo lo posible, dentro de lo que el tiempo, en tu mundo, te permitió.
Entonces, mañana, comiencen otro día, dejando siempre que la Presencia Divina organice su agenda, como ustedes dicen, y colocando cada proceso en su lugar correspondiente. Y verán cómo todo pasará fácilmente, rápidamente, y lo mejor de todo es que, al final, estarán totalmente en equilibrio, sin estrés, sin ansiedad, sin nerviosismo; cada vez más felices y más amorosos. Y cada vez más seguros de cumplir con cada tarea que se presente, pero siempre con mucho Amor.
Para el Código de Luz de hoy, dejo las siguientes frases:
“Mi Presencia Divina me guía.
Ella conoce mi camino.
Que aprenda, cada día, a escucharla;
y estar siempre junto a ella en mis actividades”.
Después de estas frases, diga la siguiente palabra:
¡Molempóritum! ¡Molempóritum! ¡Molempóritum!
Y dejo a cada uno de ustedes envuelto en mi Rayo Rojo. No les traerá más aceleración, al contrario, les traerá equilibrio, pero les traerá energía; energía y fuerza para que puedan cumplir con su propio día.
Traducción: Kely Neri
Revisión:Regiani Maria Bugalho
