¡Queridos! ¡YO SOY EL ARCÁNGEL MIGUEL!
En efecto, mi espada está en medio de este auditorio. Está brillando intensamente, emanando Luz, emanando Amor, para todos los que están aquí y para todos los que nos están escuchando. Este es un momento muy especial. Es un momento de Luz. Es un momento de emanación de Amor y de compañerismo total.
Quiero empezar felicitándote. Os quejáis de que os regaño demasiado, pero hoy voy a daros una palmada en la espalda. Os habéis comportado como niños educados. Muy bien hecho. Me ha gustado veros. Cada uno de ustedes saludando desde la distancia, pero sus corazoncitos saltando de alegría. Eso es. Bien hecho. Bien hecho. Escucharon mis instrucciones.
Desafortunadamente, voy a tener que confirmar que muchos de ustedes no vinieron. Pero no se preocupen por eso. Es el viaje y la elección de cada uno. Cada uno sabe elegir su camino. Y tienen el resultado de sus elecciones. Así que, después de este momento de gratitud y felicitaciones, quiero explicar lo que va a pasar hoy aquí.
Cada uno de ustedes es lo que me decís: Mi Arcángel, soy un Pilar de Luz. Lo escucho todos los días, todo el tiempo. Así que veo miles de Pilares de Luz aquí. Muchos. Algunos más tenues, otros más brillantes. Pero todos ellos están al menos emanando Luz, eso es lo principal. Y en este momento, en el planeta, como dije a mediados de la semana, un egrégor ya está en su lugar aquí. Un egrégor de Luz, un egrégor de Amor. Y dentro de este egrégor, muchos seres están aquí ahora mismo.
Seres que no conoces, seres que nunca se han presentado ante ti, pero que hoy te traemos. Siéntanse, yo no diría honrados, porque no nos gusta mucho ese término, pero sí siéntanse muy felices de poder tener cerca de ustedes a seres tan poderosos. ¿De qué servirá este egrégor formado hoy aquí?
En la última reunión dije que se habían producido muchos cambios desde entonces. Este será aún más intenso. Porque, como ya dijo el Maestro Sananda: 2 reunidos en mi nombre son muchos. Así que estáis reunidos en nombre del Amor y de la Luz. Y este egregor, formado y alimentado por los pilares de Luz que sois, se extenderá por todo el planeta y provocará reacciones. Reacciones de Amor. Reacciones de paz.
Recordad, nadie es débil. Todos ustedes son chispas divinas; chispas de Dios Padre/Madre. Todos sois poderosos. Lo que le falta a cada uno de ustedes es una mayor creencia en esto. Y saber que cada paso que dais hacia la Luz alimenta la Luz en muchos otros hermanos y hermanas. Así que este egregor de Luz de hoy traerá la Luz, llevará la Luz, esparcirá la Luz por todo el planeta. Este es el gran objetivo de una reunión como esta.
Por supuesto, es importante que vean a cada hermano en persona, que lo sientan. Pero no es eso lo que esperamos de este encuentro de hoy. Esperamos que este egregor se extienda e ilumine a muchas otras almas del planeta. Y tened por seguro que esto ya ha sucedido. Os dejo ahora con mucha Luz y mi espada girando en medio de este auditorio, emanando mi Luz azul y protegiendo a cada uno de ustedes de cualquier pensamiento que no haga vibrar la Luz. Estad preparados. Este día será inolvidable. Permaneced con mi energía y mi Luz.
Traducción: Kelly Neri
Revisión: Ana Maria Souza