¡Queridos hermanos y hermanas del planeta Tierra! ¡YO SOY SAINT GERMAIN!
Traigo una gran burbuja de Luz Violeta y envuelvo todo el planeta en este momento. Para que transmute todo lo necesario en el camino de cada uno de ustedes.
A estas alturas del camino, para muchos, no queda mucho por aprender. Todo ya ha sido dicho. Todo ya ha sido enseñado. Solo os estamos recordando y haciendo hincapié en los puntos más importantes. Al contrario, necesitas recordar todo lo que ya has estudiado y aprendido.
Quizá sea el momento de volver sobre tus pasos, de retroceder un poco en el tiempo, de estudiar. Tal vez sea el momento de ponerse en marcha de nuevo, como si empezara hoy. Y estar seguros de todo lo que se hace.
Os digo a cada uno de ustedes que todo lo que ya han aprendido, cuando vuelvan atrás y lo relean, les parecerá un contexto nuevo; les parecerá información nueva. ¿Y esto por qué? Porque hoy vuestra conciencia se ha expandido. Y muchas cosas que se dijeron hace mucho tiempo y que no se entendían bien, ahora sois capaces de entenderlas.
Por eso es importante repasar muchos conocimientos, volver sobre algunos caminos, porque es una forma no solo de recordar, sino de sentir muchas de las enseñanzas de una manera diferente. Practica lo que has aprendido. Aprender no es solo escuchar o leer. Aprender es aplicar. Es vivir a diario lo que te han dicho. Es tener el conocimiento y la convicción de lo que haces. Para que no haya dudas.
Las dudas son un gran problema. Cada vez que dudas de algo, te llenas de una bola de energía negativa. Porque se combina con lo que hay a tu alrededor y rápidamente se apodera de ti. La duda trae desequilibrio, trae desesperanza, trae una visión distorsionada del mundo que viene.
Empiezas a ver las cosas con duda. Empiezas a ver las cosas. Sin creer mucho, pensando que en realidad es imposible. En este momento, la duda es un sentimiento muy poderoso. Y la energía que está alrededor de todos la provoca. Así que no te permitas tener dudas.
Cuando tengáis el más mínimo momento de incertidumbre, de falta de confianza, pedid inmediatamente a la Presencia Divina de cada uno de ustedes, que os traiga las respuestas, que os traiga equilibrio y confianza; que os muestre exactamente dónde necesitáis tener un poco más de confianza. No dejes que tus dudas te depriman. No te dejes llevar por la desconfianza.
Tienes que creer. Tienes que confiar. Pero sobre todo, no porque lo diga yo, no porque lo digan otros seres de luz, sino sobre todo porque lo dice tu corazón y confía en él. Esto es lo que te mantiene en equilibrio. Esto es lo que atrae este Nuevo Mundo a vuestras vidas.
Mirad a vuestro alrededor. ¿Cómo es su vida? ¿Va bien? ¿Está fluyendo todo, con algunas olas más fuertes, sí, pero todo está fluyendo? Entonces, efectivamente, estás en el camino, te estás rindiendo, tienes confianza; estás en esa boya dejando que el río te lleve. Ahora bien, si tu vida sigue llena de nudos, estrecheces, puntos de desequilibrio, peleas, no estás en el camino. Sigues teniendo el control. No te estás dejando llevar.
Es un punto de atención. Entrégate al flujo; al flujo de Luz. No tengas miedo. La Luz puede traer decisiones difíciles, incluso podría decir que dolorosas y traumáticas. Pero todo dentro de tu visión del mundo. Porque la Luz no trae nada de eso. La Luz solo trae la verdad y el camino. Ese camino que buscas tan desesperadamente.
Así que ríndete al flujo. Ríndete al camino. Y verás lo fácil que será llegar allí. Solo tienes que confiar. Solo tienes que quererlo.
Traducción: Regiani M. Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza