¡Queridos hermanos y hermanas del planeta Tierra! ¡YO SOY SAINT GERMAIN!
Una vez más, cada uno de ustedes debe aprender a ver las cosas con serenidad y sencillez. ¿Por qué algunos de ustedes tienden a complicar lo que es simple? ¿A ver cosas donde no existen?
Os diré por qué. Cuando hagáis cualquier cosa con Amor, con corazón, nada os parecerá mal. Nada parecerá confuso. Todo será extremadamente simple y fácil. Porque te estás exponiendo con Amor pleno. No estás preocupado por detalles insignificantes. Estás siendo agradecido por lo que estás recibiendo y sólo quieres disfrutar del regalo que se te ha dado.
De lo contrario, verás todo tipo de imperfecciones, errores y problemas. Donde, de hecho, no existe ninguno de ellos. Existe lo que tu mente está viendo, no permitiéndote actuar enteramente con tu corazón. ¿Por qué es tan difícil mirar todo desde el corazón? Porque el ego sigue teniendo el control. El ego sigue al mando.
Así que les diría a aquellos que cada día se encuentran con un problema, algo malo o algo que les molesta, que paren; que detengan este proceso inmediatamente. Porque siento decirles que no están ganando nada. Te estás perdiendo en el tiempo. Tienes que hacer un largo camino de eliminación del ego, de crecimiento del Amor en tu corazón, antes de poder participar en algo como esto.
Y no insistas, porque no conseguirás nada. Porque no lo estás haciendo de corazón. Lo estáis haciendo mecánicamente, como algo que alguien os ha dicho y lo estáis repitiendo.
Hermanos míos, cada camino que sigáis debe ser seguido con Amor; debe ser seguido con el corazón. Solo entonces llegarán los resultados; el tratamiento tendrá lugar realmente. Cualquier otra cosa no servirá de nada. ¿Por qué tantos problemas, tantas preguntas sobre algo tan simple?
Hazlo con el corazón y desaparecerán todos los signos de desequilibrio. Hazlo con el corazón o, si no, no pierdas el tiempo. Porque no ganarás nada. Todavía tienes un largo camino por delante para aprender a recibir regalos.
Desgraciadamente, hermanos míos, ya no podéis engañaros. El tiempo se acaba. Los procesos avanzan rápidamente. Así que tenéis que aprender a pasar por todo con el corazón. Y es en estas pequeñas pruebas donde vemos exactamente dónde estáis cada uno de ustedes.
Así que autoanalízate, pero no dejes que el ego te responda. «¿Estoy preparado para vivir esto?». Y si es un no rotundo, no te juzgues ni te desanimes. Solo tienes que saber que aún te queda un largo camino por recorrer y que no es imposible llegar hasta ahí. Pero aún tienes que aprender a vivir todo desde el corazón.
Para los que estáis siguiendo este pequeño camino, os recuerdo que el vaso estará levantado desde hoy hasta el lunes. Y, como ya se ha dicho, no habrá excesos. Nada será diferente. Solo respetamos vuestro calendario.
El mensaje de hoy es el siguiente:
«Yo soy la Llama Violeta.
Yo Soy la Perfección de la Llama Violeta.
Yo Soy el Camino de la Llama Violeta.
Y Yo Soy la Acción de la Llama Violeta».
Al final de estas palabras, di esta palabra tres veces
¡Lenamê! ¡Lenamê! ¡Lenamê!
Y sigan, hermanos míos, pero sigan con el corazón.
De lo contrario, no prosigan.
Traducción: Regiani M. Bugalho
Revisión: Ana Maria Souza
