¡Queridos hermanos y hermanas del planeta Tierra! ¡YO SOY SAINT GERMAIN!
Vengo una vez más a traer mi Llama Violeta para envolver a cada uno de ustedes en este momento. Ya no les diremos lo que está sucediendo en su mundo. Porque ustedes ya lo saben. Lo importante ahora es que cada uno de ustedes se cuide a sí mismo. Seleccionad, de todo el aprendizaje que ya habéis tenido, todo lo que es bueno, todo lo que es apropiado, para manteneros a salvo.
Cada uno de ustedes que tiene sus técnicas, úsenlas de nuevo. Sentid cada una de ellas en vuestro cuerpo. No te preocupes por cuidar de los demás en este momento. Es el momento de cuidar de ti mismo. Es el momento de limpiar vuestros cuerpos de todo lo que se está desechando. Cuidad de ustedes mismos. No os exijáis tanto.
Tenéis que caminar con atención, pero no debe haber tensión. Tiene que ser ligero. Hacer algo porque tienes que hacerlo, ir en contra de tu corazón, no sirve de mucho. Necesitas que tu corazón vaya contigo; tu corazón necesita estar lleno de alegría en ese momento. Así que no seáis marionetas mandadas. Tengan sus propias ideas, sus propios momentos, para hacer lo que su corazón desea.
Lo hemos dicho aquí varias veces, pero siempre vale la pena repetirlo: lo que es bueno para una persona no es necesariamente bueno para la otra. Así pues, que cada uno busque lo que alegra su corazón. No se trata de hacerlo todo porque lo digamos nosotros. Hay que hacerlo con alegría, ligereza y de corazón. Si no, no tiene sentido. Lo haces tenso, no lo haces profundamente, y crees que estás bien, pero no lo estás.
Muchos de ustedes están tensos, preocupados e incluso diría que asustados. Sentir miedo no está prohibido. Simplemente, no podéis dejar llevar por esta energía, porque crece y os domina. El miedo es poderoso. Y está alimentado por lo externo. Pero está bien sentir miedo de vez en cuando. Intenta conectar con tu Presencia Divina y pídele que te ayude a superar ese miedo. O pide ayuda a cualquiera de nosotros. Te ayudaremos enseguida.
Vive cada momento. A menudo tienes que experimentar sentimientos que sabes que no son buenos. Pero es precisamente vivir esos sentimientos lo que te da la conciencia de qué hacer a continuación; qué hacer para eliminar lo que has experimentado. No te limites tanto. Sabed vivir cada momento desde el corazón. Todavía no sois seres de Quinta Dimensión como para no experimentar sentimientos de baja vibración. Aún los habéis experimentado muchas veces.
Y lo importante es no enfadarse en cada momento. Es reconocer ese momento, ver qué causó ese sentimiento e intentar no repetirlo. Esto es sabiduría. No es evitar, no es forzar una situación. Hay que soltar muchas cosas. Muchos sentimientos están siendo traídos del pasado, para ser revisados, y no son buenos sentimientos.
Así que hay que vivir ese momento, analizarlo y hacer lo necesario para no repetirlo, como un aprendizaje. Vive cada momento con amor. Si lo alimentas aún más con ira, será más difícil deshacerte de él. Así que sé consciente de vivir cada momento.
Aún experimentarás muchos momentos en los que vibrarás con sentimientos bajos. Esto se debe a que aún estás aprendiendo. Nadie está preparado todavía. Pero nunca lo olvides: tienes nuestra ayuda, en todo momento. Lo que no puedes hacer es vibrar con el sentimiento y seguir alimentándolo. No puedes hacer eso.
Vive, aprende y ya está. Ese momento ha pasado. Ahora no lo alimentes. No lo alientes. Porque entonces estarás tomando malas decisiones para tu futuro. Este es un momento para aprender. Vienen y vendrán tiempos difíciles. Y no puedes afrontarlos sonriendo y riendo. Habrá momentos de tristeza, habrá momentos de dolor. Pero solo hay que experimentarlos, no alimentarlos.
Y así aprenderás a vivir todo lo que se te presente. Vivir en ese momento, en el aquí y ahora, y en el momento siguiente, haber aprendido la lección y olvidar que alguna vez sucedió. Eso es lo que tienes que hacer. No seas tan duro contigo mismo. No seas tan duro contigo mismo. Porque así no es como creces, como te desarrollas.
Necesitas amor. Especialmente hacia ti mismo. No te juzgues tanto, no te critiques tanto. Lo importante es ser consciente. La conciencia de tu error es el mayor premio que puedes tener. Lo que no puedes hacer es repetir el error. Pero si lo haces, no te crucifiques. No te juzgues ni te castigues. Sigue adelante. Intenta no repetirlo la próxima vez. Y así caminarás, paso a paso, hacia la luz. Y no lo olvides nunca. Siempre estamos juntos, a solo un pensamiento de distancia.
Traducción: Regiani M. Bugalho
Revisión:Ana Maria Souza