¡Queridos hermanos y hermanas del planeta Tierra! ¡YO SOY SAINT GERMAIN!
En este momento, os envuelvo a cada uno de ustedes en una burbuja violeta, permitiendo que cada uno sea limpiado en este momento de todo lo que les aprisiona en esta dimensión.
Hermanos y hermanas, que la alegría salga del corazón. Déjense encantar por las pequeñas cosas. Miradlo todo con amor. Esta es la sabiduría del momento. Cada momento de dolor, cada momento de desesperación, transmutadlo inmediatamente en un sentimiento positivo. No permitas que la energía de ese momento se instale en ti.
Saca a relucir tu alegría. Tomadlo todo con calma. Haced que sus vidas sean ligeras. El peso que os rodea no puede alcanzaros. Es una energía densa, sucia y pesada que llega a ustedes de todas las formas posibles. A través de la gente, a través de la conciencia colectiva, a través de los medios de comunicación, por todas partes; empujándoos hacia abajo.
Pero, ¿qué sois? ¿Marionetas, animales con ronzal, o sois fuertes y poderosas almas de Luz? Espero que a estas alturas hayáis respondido que sois almas fuertes y poderosas. Y eso es lo que debéis creer. Nada más. Lo que os digan, lo que digan de ustedes, no importa; importa lo que verdaderamente sois. Sé fuerte, sé Luz.
Cuando la fuerza externa sea demasiado pesada, llámame. Te envolveré inmediatamente en mi burbuja violeta y te quitaré el peso de encima. No tengas miedo de llamarme. No tengas miedo de llamarnos. Además de mí, hay muchos otros seres de Luz dispuestos a ayudarte. Todo lo que hace falta es un pensamiento. No necesitas una oración, no necesitas un momento de reverencia; solo necesitas un pensamiento. Ni siquiera hace falta verbalizarlo; basta con un pensamiento.
Creedme, hermanos míos, sois poderosos y fuertes. Y podréis emerger de este mar de lodo, enteros, poderosos e iluminados. El lodo se disipará. Pero solo aquellos que crean y permanezcan en la Luz podrán salir de este mar. Aquellos que no vibren en la Luz quedarán atrapados en este lodo y serán eliminados del planeta.
No dejes que ningún proceso, ningún acontecimiento, por triste o catastrófico que sea, haga caer la Luz que hay en ti. No hay castigo. No existe el mal. Solo existe el camino de las almas. Solo existe la evolución de este planeta. Y existe, sobre todo, la decisión de cada alma, la elección de cada alma.
Has elegido un camino. Estás recorriendo un camino de Luz. Permanece en él y tendrás derecho a refuerzos para salir de este lodazal. Solo te quedarás atrapado en él si quieres. Pero entiendan, el resto de ustedes han hecho elecciones. Y muchas, diría yo, son elecciones inconscientes, porque aún no están preparados, ni siquiera un poco, para la evolución. Así que necesitan continuar su camino en otra parte.
No sufras por ellos. No pienses en el castigo. No te centres en el dolor. Solo piensa en esto: Cambian de dirección. Cambian de casa; van a otros orbes, a continuar su jornada, porque aquí no habrá lugar para ellos.
Míralo todo con amor y gratitud por poder percibir y vivir esos momentos. Ten siempre la certeza en tu corazón: “Soy un alma poderosa y fuerte. Y gracias a la elección que he hecho, podré permanecer en este planeta”. Créelo. Búscalo. Y el futuro será intensamente vibrante para todos los que hagan esta elección.
Traducción: Kelly Neri
Revisión: Regiani M. Bugalho