Queridos hijos e hijas del planeta Tierra ¡SOY SANANDA!
Estar aquí es siempre motivo de gran alegría, especialmente en estos días que estáis pasando bajo tantas influencias energéticas. No te asustes por nada, no te preocupes por tus propias reacciones. Aún no sois seres 100% iluminados, aún cometeréis muchos errores, aún tomaréis actitudes y decisiones equivocadas, pero debéis ser conscientes de que cada una de ellas os llevará a una lección que podréis aprender o no. Los problemas parecen acumularse, algunos se vuelven muy pesados, difíciles de soportar. Pero para cada problema hay un análisis, hay algo que aprender.
No pienses que el universo conspira contra ti, recuerda, estás recibiendo de vuelta algo que tú emanaste allá atrás. No importa cuándo fue emanado y lo estás recuperando. Es como si todo lo que tu alma ha hecho a lo largo de toda tu existencia, que aún no ha sido comprendido, aprendido, volviera, solo que todo al mismo tiempo. Podríamos decir que a lo largo del viaje de cada alma en este planeta, las lecciones se distribuyeron con mucha antelación para que no se superpusieran. Tenías tiempo, tenías encarnaciones futuras, así que todo el aprendizaje se diluía entre las siguientes encarnaciones.
Así que ver ahora, como un gran muro y que ahora todo lo que vuelve ya no puede ser lanzado hacia adelante, todo vuelve hoy, ahora. Y todo se va acumulando, varias lecciones al mismo tiempo, esto es lo que estás viviendo ahora. Lo importante en todo este proceso es intentar mirarlo todo con Amor, tener la certeza de que estás implicado en ese problema porque hay algo que aprender. No es insistir en el problema, no es unirse al problema, no es sufrir por el problema. La solución es mirarlo con Amor, no con ira, porque mirándolo con Amor, te puedo asegurar que ya eliminas la mitad de la fuerza que tiene y con esto puedes encontrar fácilmente la salida.
No tiene sentido desesperarse, no tiene sentido golpear las paredes, no tiene sentido culpar el mundo, no tiene sentido fruncir el ceño. Ha llegado el momento de mirarlo todo a la cara, sea lo que sea. Pregúntale a tu Ser Superior por qué está sucediendo todo esto, pregúntale. Tal vez la respuesta sea tan diferente de lo que espera que le sorprenda. Debes ser consciente de lo que ocurre. Ten la certeza de que llegará un momento en que no quedará nada por aprender. Pero esto aún llevará tiempo, porque estás llegando a ese punto del muro en el que aún hay muchos problemas, muchas cosas que aprender, acumuladas durante mucho tiempo. Así que sí, habrá un problema tras otro.
Pero todo con el único fin de evolucionar, de aprender, de entender dónde tienes que mejorar, dónde tienes que cambiar. Y cuando los problemas te afectan, pero en realidad la atención se centra en el otro, ¿cómo actúas?
No puedes simplemente ignorar al resto y tomar decisiones por tu cuenta. Hay decisiones que deben tomarse en grupo o, más exactamente, en el seno de la familia, donde no puedes imponer simplemente tu forma de entender las cosas. En estas situaciones, ¿qué pasa con los problemas que surgen? Que para ti hay solución, pero no para el otro. ¿Cómo actuar? ¿Imponer tu idea al otro, imponer tu forma de pensar al otro? Recuerden que son una familia y cuando no hay equilibrio de ideas, hay conflicto. Como nadie quiere ceder, cada uno piensa que su punto de vista es el correcto. Entonces, ni tú cedes en lo tuyo, ni el otro cede en lo suyo y se forma el impasse. ¿Cómo actuar?
Recordando que las lecciones vienen para todos, no solo para ti que estás despierto, todos están recibiendo lecciones. El muro también está lleno de problemas para que ellos los resuelvan y lo peor es que no son conscientes de ello, tú sí, ellos no. Entonces, ¿cuál es la actitud correcta que hay que adoptar en este momento? Yo te diría que te calles, que dejes que pase, porque la lección que le toca a la otra persona, tendrá que pasar por ella y puede que el resultado sea exactamente el que esperas. No sirve de nada tratar de imponer tu idea, tu forma de pensar, hay que dar tiempo a la otra persona para que entienda el problema que se le plantea. Y si no lo entiende, ¿qué debo hacer?
Sigo diciendo; tendrás que esperar a que aprenda la lección. Comprended hijos e hijas míos, la vida en comunidad, en grupo, no es fácil, no es sencilla, porque cada alma tiene sus costumbres y hábitos, traídos de mucho tiempo atrás y cuando se juntan de cualquier manera, cada uno siempre quiere imponer lo que cree correcto. Pero la otra alma no siempre lo ve correcto. ¿Vas a intentar imponerlo? No, no se puede, imponer cualquier cosa, es una invasión del libre albedrío. Así que tendrás que esperar un tiempo, hasta que el otro aprenda efectivamente, hasta que vea que su forma de pensar no es correcta. Pero claro, todo tiene un límite, porque hay quien nunca cederá, como tú dices, nunca admitirá que se equivocó y seguirá manteniendo su decisión.
Entonces te corresponderá a ti tomar la decisión por ti misma, dejándole de lado, él no estará incluido en tu decisión. Como ves, no estás imponiendo, sino haciendo cumplir lo que siempre has querido. Le diste tiempo para ver, le diste tiempo para analizar, pero no quiso, no quiso analizar, no quiso cambiar, por intransigencia o por capricho o por orgullo, por la razón que fuera. Entonces tendrás todas las razones para tomar tu decisión, sin involucrarle. Recuerda que estoy hablando de adultos, no estoy involucrando a niños en este asunto mío, son decisiones tomadas por adultos. Así que siempre hay que dar tiempo a la otra persona para que vea, aprenda y analice.
“Ah, ¿cuánto tiempo será?” Lo sabrás, porque tu propia alma estará observando, hasta el límite en que pueda esperar, porque hay una lección que el otro debe aprender. Entonces, en este momento, serás parte de la lección del otro, poniendo tu decisión y dejando al otro de lado, no aceptando más infantilismos ni berrinches, lo que sea de la otra persona. Son momentos difíciles, hijos míos, cuando los ánimos están exaltados. Los que no están despiertos no saben cómo enfrentarse a nada de esto, por lo que nunca se pueden imponer decisiones unilaterales. Debe haber tiempo para el otro y repito: tiempo, tu alma sabrá cuál será ese tiempo, y cuando termine, tu alma te dirá: es hora de actuar, y actuarás, porque le has dado al otro tiempo suficiente para pensar, analizar y aprender su lección. La convivencia humana no es fácil ni sencilla, en estos tiempos, es aún más difícil, porque a todos se les agita, a todos se les sacude, para sacar precisamente aquellos puntos de vista que no son buenos para el camino.
Pero todo tiene que tener su tiempo, todo tiene que seguir dentro del tiempo de cada uno, no se puede imponer. Así que ten esta conciencia, esto se llama saber ceder, durante un tiempo. Durante este tiempo, no dirás nada, no harás nada, solamente observarás. Y cuando se te acabe el tiempo, entonces dirás: “Te di tiempo para aprender la lección, pero no quisiste aprenderla”.
Pero no quisiste aprender. Así que estoy tomando mi decisión. Y el otro entenderá que has respetado su tiempo, pero que ahora tienes que tomar una decisión y la tomarás independientemente de su opinión. No llegarás a un acuerdo peleándote, rebelándote o gritando. Todo debe hacerse con respeto y con Amor.
Este momento de ver a los que te rodean aprendiendo sus propias lecciones es un momento difícil para ti porque tú ya sabes la respuesta, ya conoces el camino, pero ellos no, ellos todavía están aprendiendo y de una forma mucho más fuerte e intensa. Así que mira a los demás a tu alrededor con Amor, no con ira. Debes respetar su tiempo, su tiempo para ver que están equivocados, pero en este momento nunca se les pasará por la cabeza. Ahora, para todo esto, necesitas estar dentro de tu corazón, para que mires toda la situación desde dentro de tu corazón, no con tu mente. Porque si miras la situación con la mente, no darás tiempo, querrás que tu decisión prevalezca y al diablo con el resto, ese es el pensamiento de la mente.
Así que piensa con el corazón, no con la mente y verás que actuando así, estarás ayudando a los que te rodean a aprender, a respetar la opinión del otro, a no mirar solo tu propio ombligo, a tener afecto por el lado del otro. Esta es la lección más importante, ver las cosas de esta manera, tener paciencia y Amor, esto es lo que se necesita en este momento. Todo lo que no sea esto no será bueno. Piénsalo, piénsalo mucho y seguro que consigues encontrar el término medio. No siempre quieras que tus ideas prevalezcan, en una familia debe haber consenso, pero habrá un límite. Y si haces todo con el corazón, conocerás este límite con seguridad.
