Sananda – Aprended de Vuestras Caídas
¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡YO SOY SANANDA!
Sí, una vez más, estoy agradecido de poder estar aquí hoy, transmitiendo mis ideas, mis enseñanzas, para que las escuchéis. La intención no es que las sigáis sin pensar, sin analizar, porque esto no sale del corazón. Cada enseñanza, cada palabra, debe ser comprendida y asimilada. Es necesario que el corazón se abra, es necesario que el corazón se ilumine y entonces sí, esa enseñanza, esas palabras se plantarán allí y darán frutos con el paso del tiempo.
Es importante repetirlo una vez más: no queremos seres robóticos, que escuchen lo que decimos. Queremos seres que absorban, entiendan, comprendan y planten nuestras palabras en sus corazones. Vivir en la tercera dimensión es un desafío dentro de este mundo de dualidad al que os enfrentáis en este planeta. Yo estuve una vez en este mundo y lo viví todo; viví la dualidad, viví el odio, los prejuicios, viví contra los poderosos y me mataron por mis ideas porque eran contrarias a lo que ellos querían.
Pero mis palabras, mis enseñanzas y el Amor por todos en este planeta no murieron, sobrevivieron y han sobrevivido todos estos años, milenios podría decir. Y hoy puedo volver a tener voz, puedo venir y hablaros como lo hice hace mucho tiempo. ¿Me escucha todo el mundo? No, no todo el mundo, porque vuestras creencias aún no os han permitido comprender que el mundo actual está abierto. La sintonía con el universo se ha liberado. Cualquier ser humano hoy puede y debe conectar con el Ser de Luz que desee.
¿Pero esto no era posible antes? Lo era, pero podemos decirte que habría mucho ruido en la comunicación porque estabas totalmente aislado del universo. Por supuesto, nuestra energía siempre ha ido más allá de cualquier barrera, pero la barrera que había sobre ustedes era demasiado fuerte para que pudierais traspasarla. Hoy ya no hay barreras, hay un camino libre e iluminado para cualquiera de nosotros.
Muchos han experimentado visiones, voces o simplemente, palabras que llegan a sus mentes y todavía se preguntan si se están volviendo locos, aún no se han dado cuenta de lo que efectivamente está sucediendo. Entonces, poco a poco, todos en este planeta experimentarán muchas cosas que nunca imaginaron. Muchos se replegarán en sus religiones porque piensan que están siendo atacados por demonios, y los grandes líderes de estas religiones se empeñarán en decirlo para que los pobres seres que no comprenden lo que está sucediendo se replieguen cada vez más hasta volverse locos.
Los que sean capaces de decir: “No, quiero comprender, quiero vivir esto, quiero entender lo que está pasando”, se rebelarán. Cortarán sus amarras y se permitirán vivir todo esto, vivir la evolución de la mente, vivir la ascensión. Hoy, no podemos simplemente enumerar cuántos son efectivamente despertados y cuántos son efectivamente absorbidos por la no-Luz a través de tantas dudas y tanto miedo. Porque este número oscila a cada instante, incluso los que están despiertos oscilan mucho, porque su propio entorno les presenta desafíos difíciles, que por el momento no están preparados para superar. Y esto les hace dudar de su propia capacidad de superación y esto se vuelve tan fuerte, tan bloqueante que la oscilación es inmensa.
Es como si hoy tuvierais el poder de caminar sobre el agua. Cuando estáis elevados, cuando vuestros corazones están llenos de Luz, cuando vuestros corazones están llenos de Amor, camináis sobre el agua y ni siquiera sois conscientes de ello, camináis normalmente como si caminarais sobre el suelo. Pero en un momento dado, cuando aparecen obstáculos, miráis al suelo y os dais cuenta de que no hay suelo, entonces os hundís. Porque la creencia, la elevación, ya no es capaz de sostenerte sobre el agua, porque llega el miedo, llega la duda: “¿Soy capaz de esto?”.
Y entonces te sumerges, vuelves al agua. Y entonces se presenta de nuevo un largo camino, hasta que más adelante te das cuenta de que puedes volver a caminar sobre el agua. Pero de nuevo sin percibir el camino, porque la elevación es tan grande que el camino por el que caminas no es importante. Lo importante es lo que está delante, es la Luz que te absorbe, la Luz que te atrae.
Muchos no solo se sumergen, muchos se hunden y se hunden profundamente. En este momento no empieces a tener pensamientos de ahogarte, todo esto es una forma de explicarte lo que le pasa a tu energía. Nadie se ahoga, estas aguas no son líquidas, son aguas etéricas. Así que los que se hunden, se hunden y se hunden, a menudo se hunden a niveles muy profundos de hundimiento; porque la duda, la ira, el odio, la venganza, se apoderan de ellos y tiran cada vez más hacia abajo.
Y conviene recordar que este océano de aguas etéreas no tiene fondo, es infinito. Así que te hundirás, te hundirás, según tu vibración. Pero si un día te das cuenta de que vas por mal camino, es como si automáticamente apareciese un hermoso animal y te diese un empujón, y subieses rápidamente a la superficie. Y cuando ves la luz, tu corazón se llena de alegría, se llena de esperanza y simplemente sales del agua y vuelves a caminar sobre ella.
Así estás hoy, caminando sobre las aguas hacia la Luz. Y a veces buceando, hundiéndote para experimentar una sensación desconocida o algo que aún tienes que aprender. Para muchos que están despiertos, esta inmersión es aterradora, es como una señal de incapacidad, una señal de que lo estás haciendo todo mal. Así que aprendamos algo aquí: Imagina una carretera larga, muy bonita, muy bien cuidada. En tu mundo es esa carretera por la que el coche circula sin ningún impacto, sin ningún atropello. Pero en algún punto de esa carretera, por obra del destino, se abre un agujero. Aun así, tú conduces por esa carretera tranquilamente, sin darte cuenta de que más adelante podría haber un agujero. Porque estás tan acostumbrado a esa hermosa carretera, que esto nunca ocurriría. Y de repente te encuentras en él.
“¿Cómo que una carretera tan bonita tiene un agujero en medio?”. Y entonces tendrás que parar y ver cómo salir de ese agujero. Una vez más te digo: aquí no hay accidentes, todo esto es figurado, nadie sale herido. Y ese es tu viaje, te estás moviendo hacia la luz, pero habrá momentos en los que te hundas, sí, porque todavía tienes que limpiar muchas de las cosas que están ahí. Así que no es como si ese momento te dijera: “Mira, no estás en el camino de la Luz, no, estás equivocado. Mira dónde estás, estás en el fondo del océano”. Esto no es lo que pasa. Esta inmersión es para aprender y limpiar.
Y si el aprendizaje y la limpieza son efectivos, más adelante volverás a caminar sobre el agua, volverás a tu vibración, a tu elevación hacia la Luz.
Así que no os juzguéis tanto, no os crucifiquéis cuando caigáis en un agujero, cuando os hundáis en el océano. Sabed que estos hundimientos son necesarios para que os limpiéis eficazmente de todo lo necesario. El camino hacia la Quinta Dimensión no es todo luz y alegría. Aún queda mucho por experimentar y aprender. Y es dentro del océano de estas aguas etéricas donde aprenderás, para que puedas subir a la superficie de nuevo y continuar caminando sobre las aguas.
No seáis demasiado exigentes, no os crucifiquéis, ese no es el camino. El camino es: ¿Te has hundido? “Bueno, necesito salir de aquí desde dentro. ¿Qué tengo que hacer, qué tengo que aprender?”. Y lo sabrás, y a medida que aprendas y hagas lo necesario, volverás a levantarte. Así que quiero deciros hoy a muchos de vosotros qué pensáis, que dudáis de seguir en el camino: no os miréis con tanto juicio, las caídas son normales, forman parte del camino. El único punto de atención en todas estas caídas es si suceden repetidamente y a menudo, entonces yo diría que sí, que estás siguiendo un camino equivocado. No estás consiguiendo mantenerte en el agua y tendrás que tener cuidado de que el camino en vez de ser hacia arriba, para caminar sobre el agua, sea hacia el fondo del océano y cada vez te será más difícil subir para encontrar la luz.
Así que haz este pequeño ejercicio: visualízate caminando sobre el agua. No como superhumanos, no como superhéroes llenos de poderes. Estas aguas son el límite entre la Tercera y la Quinta Dimensión. Véanse caminando sobre ellas y cuando caigan, verán la caída. No desesperes, afronta el problema, aprende de él y verás qué rápido te levantas de nuevo para caminar sobre las aguas.
Piensa siempre así; mira un sol brillante al frente, una Luz intensa, cegadora pero agradable, y que, por encima de todo, puedas mirarlo y verte caminando sobre las aguas. Y cuando veas que te has caído, ahí tienes un punto de atención. Mientras caes pregúntate: “¿Por qué he caído, qué tengo que aprender y qué tengo que hacer para volver a la superficie?”. Escucha las respuestas y rápidamente volverás a caminar sobre las aguas.
Traducción: Kelly Neri
Revisión:Regiani Maria Bugalho
