¡Queridos hijos e hijas del planeta Tierra! ¡SOY SANANDA!
Es con gran alegría que puedo estar aquí con ustedes una vez más. En este momento, mis brazos están abiertos, dando la bienvenida a todos los corazones heridos, a todos los corazones estrujados.
Hijos e hijas míos, no les aferres al sufrimiento. El sufrimiento es el resultado de sus elecciones, de esta o de otras vidas. Pero no se puede amplificar. Tiene que venir, mirarse de frente, analizarse y dejarse ir. No puedes alimentar el sufrimiento, porque tiene un poder inmenso. Cuanto más lo alimentas, más crece.
Luego mira el problema que te causa sufrimiento y envuélvelo en Luz. Convierte cada problema en una bolita, por más informe que sea, y una vez que hayas logrado poner todo el problema en esa forma, envuélvelo en Luz. Y la Luz podrá disolver esa forma creada, poco a poco, ayudándote a encontrar las respuestas, los caminos, las alternativas.
Te aferras al sufrimiento, te gusta que todos vean que sufres. Esto es ego. Nadie necesita saber lo que te pasa. Los demás raramente te ayudarán, porque cada uno tiene sus propios problemas. No esperes ayuda de los demás. La ayuda tiene que venir de los Seres de Luz y, sobre todo, de ti mismo, no alimentando el sufrimiento.
Míralo, enfréntalo de frente, porque puede ser que ahí también haya muchos de tus errores. Y son precisamente tus errores los que alimentan el sufrimiento. Mirar siempre de frente es la mejor estrategia para encontrar la respuesta. No temas a nada. Siempre lo hemos dicho aquí. No temas nada.
El sufrimiento es una energía entrante. Como ya he dicho, es el resultado de acciones actuales o pasadas, no importa. Pero no viene con toda esa fuerza; adquiere la fuerza que tú le das. Así que sabe no alimentarlo. Sepa envolverlo en Luz. Y siempre que el problema venga a tu mente, recuerda esa bola informe que hiciste. Y de nuevo, envuelvela en Luz.
Este es el camino. Y así, poco a poco, te darás cuenta de que todo tiene solución, todo tiene un camino, que lleva a la solución de ese problema, de ese sufrimiento. Ahora, lo más importante en todo esto: No tienes que escuchar al ego. Tienes que escuchar a tu Presencia Divina. Ella siempre tendrá la respuesta correcta para cada problema.
Ahora prepárate para escuchar siempre lo que dice. Y sobre todo, cree y acepta lo que dice.
Traducción: Kelly Neri
Revisión:Regiani Maria Bugalho